Intento coger mi mano, pero al sentirla retire la mia. Mas bruscamente de lo que yo quería. Ella me miro extrañada pero no dijo nada.

Cuando entramos a la discoteca fuimos al reservado que teníamos. Un camarero nos serviría todo lo que quisiéramos sin necesidad de ir a la barra y podríamos bailar sin tanta gente a nuestro alrededor.

Lo primero que pedimos fue unos chupitos. Todos brindamos y gritamos emocionados. Maria no se separaba de Marta, por lo que me puse a bailar con Dave y Júlia.

-¿Y que vas a hacer?- le pregunto Dave a Júlia.
-Pues decirle que si, claramente.- sonreía mientras bailaba.
-¿Que me he perdido?- pregunte.
-Pues Carlos que le a pedido salir y porfin la niña se a decidido.- me explicó Dave.
-Bua tia, eso es la hostia.- le dije a Júlia. Ella no paraba de sonreír.
-Al final voy a ser el soltero del grupo.- dijo Dave.- entre Carlos y tu- señaló a Júlia.- y entre Natalia y tu- me señaló a mi- más las parejas que ya hay en el grupo, yo el soltero.
-Natalia y yo no estamos juntas.- le dije un poco más seria.
-Venga Alba.- me dijo Júlia.- juntas no, pero algo tenéis.
-Solo somos amigas.- repetí otra vez en el día de hoy.
-Ya. Amigas que se miran como dos enamoradas.- dijo Júlia riéndose, lo cual a mi gracia ninguna.
-Pero no te enfades chiquilla.- dijo Dave.
-No.- dije antes de irme de ellos y pedirle al camarero un cubata.

Vi como Natalia se acercaba a mi.

-No llevas el collar.- dijo sonriéndome.
-No tengo porque llevarlo siempre ¿no?- le conteste seria y fui a sentarme con Maria, Marta y Marilia al sofa.

Estaba muy agobiada. No me gustaba esta sensación. Lo que en principio iba a ser una gran noche, para mí estaba siendo un puto agobio.

Pov Natalia.

¿Que coño le pasa a Alba? Me estaba esquivando todo el rato. Apenas me hablaba y cuando lo hacía era muy borde. Otra vez con sus cambios de humor. Y tenía que ser justo esta noche. A lo mejor estaba cansada del trabajo o cualquier cosa. No quería rallarme mucho ya que quería pasármelo bien y cuando tuviera la ocasión hablar con ella y decirle todo.

-Vamos a bailar.- me dijo Noelia.
-Vamos.- le conteste.

Alba me había dejado hablando sola yéndose a sentarse al sofá. Así que fui a bailar.

-¿Como vas con ella?- me pregunto Noelia mientras bailábamos.
-Bien, creo. Aunque bueno, hoy esta rara.- le conteste.
-No te preocupes. Se nota muchísimo que le gustas.
-¿Tu crees?- le pregunte dudosa.
-Pues claro tia. Solo hay que ver como te mira o como sonríe contigo.- me contesto sonriendo.
-Pues hoy le voy a decir lo que siento por ella. Así que espero que no te equivoques.- le dije riendo.
-¿Enserio?- gritó parando de bailar. Yo asentí y en eso momento salto encima de mi.- Pero eso es increíble. Bua fijo que se muere.

Yo me empecé a reír. Seguimos bailando un rato más. De repente necesitaba ir al baño urgente. Se lo dije a Noelia y fui.

Cuando salí del cubiculo Alba entraba. Porfin iba a poder besarla. Nada mas verla sonreí y lejos de devolverme el gesto, su cara era de pánico.

-Me meo.- dijo rapido entrando al baño. Yo me puse a reír.
-Va que te espero.- le dije.
-No no- contestó rápido.- sal que ahora iré yo.- me dijo igual de rápido.

Me pareció raro, pero le hice caso. Volví con el resto.

Llevábamos ya una hora y pico en la discoteca. Muchos ya iban bastante bebidos y otros siguiendo sus pasos. Alba y yo éramos las que mejor íbamos. Parece que nos habíamos puesto de acuerdo en no pasarnos esta noche.

No se acercó a mi en ningún momento. No entendía nada. Estaba haciendo lo mismo que el primer día en Teruel y yo empezaba a cabrearme. La vi sola hablando con el camarero, así que cuando el chico se fue volví a intentarlo y me acerqué a ella.

-¿Bailas conmigo?- le pregunte nada más se giró frente a mi. Otra vez esa cara de pánico.
-No.- me contesto yéndose rápidamente por mi lado.

Esto era increíble. Toda la noche rehuyéndome. Esquivando mis miradas. Sin hablarme y ahora negándose a bailar conmigo. Mi cabreo era maximo y no iba a quedarme callada como hice en Teruel. Así que la seguí hasta el sofa y me puse delante de ella.

-Vamos fuera.- le dije seria.
-¿Que?- dijo mirándome dubitativa.
-Que vamos fuera.- dije acercándome a su oído.
-No.- volvió a decirme quitando la mirada de mi.

No iba a quedarme quieta, así que la cogí del brazo y la levante sin hacerle daño.

-¿Que haces?- me pregunto extrañada.
-Vamos fuera ya.- le dije llevándomela a paso rápido por la discoteca.

Cuando salimos no la solté hasta que llegamos a la acera de enfrente donde no había nadie.

-¿Pero a ti que te pasa?- me dijo cuando la solté.
-No. La pregunta es ¿que coño te pasa a ti?- le dije.
-Nada.- contestó simplemente mirando a algún sitio que no fuera yo.
-¿Enserio vas a salirme con esas?- dije mas alterada- otra vez estás haciéndome lo mismo. Me haces daño Alba.- le reproche.
-Pues eso es lo que pasa.-contestó mirándome- Que te estas confundiendo.
-¿Que yo me estoy confundiendo?- pregunte incrédula.
-Si. Quedamos en que esto era sexo y tu ya te lo estas cogiendo todo personal.- empezó a alterarse.- Si no me apetece hoy estar contigo ¿porque tengo que estarlo? No eres mi novia. No somos nada.- esas palabras me estaban matando por dentro.- me llevas a dar paseos, me regalas cosas que no te pido, me coges de la mano. Todos se creen que estamos juntas y tu la primera- me señaló- Te deje claro lo que quería y recuerdo que tu también a mi, y te estas confundiendo porque veo que vas a mas, lo noto y yo contigo no quiero nada.- aparto la mirada de mi y bufo exasperada.

No podía creer todo lo que acababa de decir. Estaba rabiosa, muy rabiosa. Sus palabras me habían roto. Me dolia el corazón y el pecho. Hacia años que no sentía arder de esa manera mis ojos.

-¿Que yo me estoy confundiendo?- esto no iba a acabar bien.- Has sido tu la primera en decirme lo importante que era para ti, que te encantaba, que ojala haberme conocido antes. La que aprovechaba cualquier momento para besarme o acariciarme. La que decía que tenía ganas de verme. La que se tiraba encima de mi a abrazarme con cualquier tontería. Has estado viniendo a mi casa todas las tardes y te recuerdo que la mayoría de tardes no follamos, porque tu querías que viéramos pelis juntas. Tu fuiste la que dejó el sexo aparte para hacer otras cosas. Joder Alba, que has dormido conmigo, cuando tu misma dijiste que no habías dormido nunca con nadie. Fuiste tu la que pidió quedarse a dormir en mi casa la primera vez que lo hicimos, fuiste tu la que se metió en mi cama la primera noche en Teruel y fuiste tu la que dijiste que era un momento importante.-mis manos se movían mucho y ella me miraba con los ojos abiertos.- Y si, estoy confundida, porque siento muchísimo por ti, porque me he enamorado de ti.- le grite con rabia. Ella quito la mirada.- Y ahora mírame a la cara y dime que tú de mí no- me miro pero no decía nada.- miranme a los ojos y dime que con todos los líos que has tenido has echo lo mismo que conmigo. Mírame y dime si cuando te follaban sentías lo que te hacía sentir yo, mírame y dime que cuando los follabas lo hacías de la misma manera que me lo haces a mi, que cuando los besabas, mirabas o acariciabas sentías lo mismo que cuando lo haces conmigo.- sus ojos empezaron a aguarse, pero mi cabreo seguía creciendo.- No me lo vas a decir, porque sabes que estarías mintiendo, porque tu también te has enamorado de mi, pero eres tan cobarde que prefieres salir corriendo a enfrentar lo que sientes, pero tranquila, que una vez mas te lo voy a poner fácil.-suspire fuerte, mire hacia arriba y la volví a mirar.- Sea lo que sea que tuviéramos, se acabo. Una cobarde de mierda como tu no merece que sienta todo esto por ella.- sin darme cuenta estaba llorando. Pero la seguía mirando fijamente.- Asi que ahora si que puedes decirlo y será verdad.- me acerque más a ella, quedando cara a cara.- Tu y yo, no somos nada.- la mire por ultima vez y me fui dándole la espalda.

Andaba rápido hacia mi casa. No podía parar de llorar, el aire no me llegaba del todo a los pulmones, me temblaban las manos. No podía creer lo que acababa de pasar. Quería destrozarlo todo, estaba rabiosa, dolida, herida.

Nada mas llegar al piso cerre la puerta de una patada y empezar a pegarle puñetazos a la pared, hasta no sentir mi mano. Me arrastre hasta la habitación y me deje caer en la cama.

Alba me había roto el corazón. Alba acababa de destruirme.

Stay.Where stories live. Discover now