Traicion

231 1 0
                                    

Los miembros del grupo se empezaron a mostrar preocupados por Bear.

Este llevava dos semanas, desde que castigaran a Aron, sin provar bocado de la comida que cazavan en el bosque, y unicamente comia raices y plantas. Cuando le preguntavan el porque, simplemente se encogia de hombros y les decia que un animal tambien tenia sentimientos.

Tambien en los asaltos a los carros se mostrava su cambio. Ya no disparava a los soldados a matar, sino que disparava a sitios donde los pudiera derribar sin matarlos: cortava las correas de la silla para que esta resbalara o les disparava a la cabeza, donde sus cascos de placas harian rebotar las flechas y el disparo habria sido como lanzarles una piedra.

A pesar de no matarles, los gemelos y Sam los rematavan sin compasion, pues sabian que podrian volver con mas refuerzos si escapavan, pues aunque cuando se escapo el primer soldado no protegieron mas los carros, si volvia otro diciendo que habian asaltado otro mas, podrian hacerlo.

Y durante un asalto a un carro subestimaron a Aron. Sus heridas ya estavan curadas completamente, y tambien se habia recuperado de la fiebre provocada por la infeccion.

El grupo regreso, y encontraron los grilletes en el suelo de la cueva. Bear les dijo al grupo que esta vez lo dejaran tranquilo, que el castigo ya habia sido suficiente, y que se habia marchado sin ropa, con la marca del rey en el pecho, y en territorio enemigo, asi que no sobreviviria mucho.

Se equivoco, para desgracia de todos.

Bear fue al pueblo mas cercano, disfrazado de campesino, para abastecerse de los viveres que no podian obtener de los asaltos ni de la caza, como pan, sal o cerveza, de la que ya escaseavan. De vuelta, paro en la misma taberna en la que Aron habia obtenido la informacion del primer asalto, y eso le recordo a este. "Que habria pasado con el?" se pregunto Bear, y en ese momento escucho unas voces que lo sacaron de su ensimismamiento. Eran soldados enemigos.

Se acerco a la barra, donde estos estavan, y pudo escuchar su conversacion.

- Por el amor de los Dioses, esto hay que celebrarlo! Se acabaron los asaltos a nuestros suministros!- dijo uno.

- Esos bandidos del demonio encontraran su merecido en el infierno!- dijo el otro.

- Aunque todo se lo debemos a ese tullido que llego a nuestro campamento, asegurandonos que sabia donde estavan acampados.- dijo el primero.

Bear al escuchar eso, se marcho de la taberna y corrio hacia el bosque. No podia ser que Aron los hubiese traicionado y que sus compañeros estubiesen muertos.

Cuando llego a la entrada de la cueva, sus temores se hicieron realidad. Habia sido una carniceria.

Finn y Ginn, los gemelos, eran los que primero vio. Estavan cubiertos de sangre y cortes, por lo que habian muerto luchando, pero sus enemigos no habian tenido compasion y los habian abatido con flechas. Bear conto cinco flechas por cada uno.

Un poco mas adelante encontro la cabeza de Sam, y unos pocos pasos mas alla, el resto del cuerpo.

Y al final de la cueva hizo el descubrimiento mas macabro de toda la escena: habia una piel humana colgada en la pared de piedra, y en esta se podia ver la reciente marca a fuego del escudo de su reino.

ValorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora