Capítulo 21

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NARRA ANNE

-Me debes una cita ¿no?-murmuré con una sonrisa en la cara, de la cual Liam se contagió.

Sin pensárselo dos veces agarró mi mano, mi piel erizándose por el contacto después de tantos días, y no la soltó hasta que estuvimos en el lujoso restaurante.

La gente nos echaba miradas de confusión, ya que yo iba toda arreglada y Liam llevaba una de sus usuales camisas de cuadros y unos vaqueros con converse. Pero ese era el Liam del que me enamoré el primer día que lo vi. Y ver que se había arrepentido de su error, y de que detrás de esos ojos caramelo había una chispa de esperanza me hacía olvidarlo todo, e intentar seguir adelante.

Pedimos la comida, y pasaron unos minutos de silencio, pero no de esos silencios incómodos en los que no sabes que decir, y acabas diciendo tonterías. Nos miramos fijamente a los ojos, compartiendo una sonrisa, disfrutando de la desconexión de los problemas durante ese instante, hasta que Liam habló.

-Ann, sé que te he hecho mucho daño. Lo sé. Pero lo que me arrepiento no se puede describir. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, me haces sonreír como un imbécil cada vez que haces cualquier cosa, has estado allí siempre, primero como amiga, y ahora, bueno, estos últimos meses como novia. Yo lo he estropeado todo, y te pido por favor una oportunidad para arreglarlo. Te juro que no te arrepentirás, podemos hacer que esto funcione.

Antes de que pudiera decir algo más, lo corté.

-Liam, antes de que me hubieras dicho esto ya había tomado una decisión. No hace falta que me digas esto porque se como te sientes. He visto tu cara de culpa, tus ojeras por no poder dormir y tus ojos llorosos estos días. Si de verdad no te importara, hubieras pasado del tema. Pero lo has pasado mal y me has dado el tiempo que te pedí. Y… Liam, te daría todas las oportunidades del mundo para que me hicieras lo feliz que me haces siempre.

Había una sonrisa que realmente me gustaba de Liam, era cuando sonreía tanto, que sus ojos se achinaban. Y esa sonrisa apareció delante de mí esa noche. Liam se levantó de su silla y se acercó a mi.

-¿Por qué no pasamos de esto y compramos unos Kebabs?-dijo señalando las lámparas de araña cubiertas de piedras preciosas.

Solté una gran carcajada al oír eso, y acepté la mano que me tendía para salir corriendo de ese corral de pijos. Cuando estuvimos fuera, sin miradas curiosas ni comentarios despectivos, Liam me abrazó. No fue uno de esos abrazos que te das con un amigo cuando hace tiempo que no lo ves. Es uno de esos abrazos que te llenan. Que podrías estar así todo  el día. Que cierran todo el dolor.

Se separó un poco, lo suficiente para quedar a milímetros de mi boca, y con una de sus manos en lo más bajo de mi espalda, me besó.

No tenía palabras para describir lo mucho que había echado de menos el sabor dulce de sus labios. Profundicé el beso, casi ahogándome y me separé un poco para retomar el aliento.

Media hora después estábamos en un parque con nuestros Kebabs en las manos, yo sentada a horcajadas sobre Liam.

Cuando acabamos, paseamos hasta el hotel de la mano, bromeando sobre cualquier chorrada.

-Estoy muy feliz por lo de tu riñón Liam-lo miré a los ojos.

Él me miró sus ojos tintineando felicidad y en un rápido movimiento me agarró de debajo de mis muslos y me subió para quedar frente a frente. Enrosqué mis piernas alrededor de su cintura para no caerme y le besé la punta de la nariz.

-Y yo, pero estoy aún más feliz de haberte recuperado.

Lo volví a besar, esta vez mordiendo su labio inferior y disfrutando del sonido que emitió su garganta. Y antes de que me pudiera dar cuenta, llegamos a las puertas del hotel.

-Me parece que Harry ha salido, ¿quieres venirte un rato a mi habitación?

Asentí, notando las mariposas en mi estómago.

Al llegar al cuarto, Liam se tumbó en la cama apoyando su peso en su antebrazo, y señaló la parte vacía de al lado suyo dónde caí boca arriba, teniendo a Liam por encima de mi.

Sin pensárselo dos veces me besó, con su mano libre en mi cadera, bajando por mi muslo y sin separar el beso acarició mi pierna por debajo del vestido, mi piel totalmente encendida.

Una de mis manos bajó a su camiseta, notando su estómago por debajo de la tela, y la metí por dentro para sentir su caliente y fortalecida piel con mis dedos, trazando pequeños círculos a lo largo de su abdomen. Algo me pidió quitársela, y justo cuando iba a hacerlo, la puerta se abrió de golpe, mostrando a mi madre con cara de confusión al ver la escena.

-Ann…ooops, lo siento- se tapó la cara mientras yo me levantaba y arreglaba mi vestido. Un Liam totalmente rojo se levantó y colocó uno de sus brazos alrededor de mi cintura.

-Que quieres Mamá.-dije furiosa por lo que acababa de interrumpir.

-Tenemos que hablar, es algo serio.

Y toda la felicidad de la noche, se desvaneció.

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Hola chicas, espero que os guste el cap de la semana.

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Os lo agradeceria de verdad.

Gracias a las que votais, me haceis muy feliz.

Ily

Imposible. (Liam Payne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora