That lonely night

248 49 3
                                    


"Otro poco más"

Se repetía una y otra vez, intentando convercerse de ello. Sus pequeñas patas no daban para más, le dolían de tanto sostenerle, siquiera llegaba a pesar unos 2 kilos con lo poco que había comido aquellos ultimos días.

Ahora que recuerda, aquel buffet no era para nada de su gusto, no había nada delicioso en él, pero la necesidad era mucha asi que no importaba.

Su mirada se paseo por las calles vacías, quiza por el horrible clima que predominaba el lugar. Una corriente de aire helado removió su negro pelaje, el frío caló directo en sus huesos erizandole cada vello de su cuerpo. Extrañaba su cálida cama, la comida recien hecha en su plato de porcelana, su hogar... No, aquello ya no podía llamarse así, al menos no después de todo lo ocurrido hace apenas unos días.

Las primeras gotas de lluvia le hicieron adentrarse a un callejón lleno de cajas y basura, al verse minimamente refugiado de las fuertes ventiscas se dejo caer contra la pared rugosa de un cartón. Tal vez aquello no fuera su cómodo colchon, pero el que le protegiese un poco de la tormenta que se avecinaba ya era algo.

Cerró sus ojos dejandose llevar por el cansancio, aquel viejo amigo que le acompañaba desde hacía mucho tiempo. La oscuridad le rodeo y todo malestar desapareció en aquel momento.

                                                                                        ooo

Se removió en sueños al sentir algo húmedo rozar su cabeza, seguramente la tormenta había alcanzado su improvisado techo, ahora debía ponerse en pie y buscar otro refugio si no quería terminar empapado. Otro roce más, esta vez en una de sus mejillas, no estaba seguro si en la izquierda o la derecha debido al sueño que tenía.

Con un movimiento flojo araño al aire, quizas de ese modo podría evitar que las insistentes gotas callesen sobre él. Después de varios zarpasos sin destino fijo se decidió a dormir otro rato más. En su cabeza aquella gotera ya no existía más.

Justo cuando volvía a caer rendido sintió el mismo roce viscoso esta vez en toda su cara, seguido de una ráfaga de viento. Ahora que lo pensaba bien, más que una "ráfaga de viento" era como un resoplido. El miedo comenzó a apoderarse de él ¿Acaso así terminaría todo para él?

Abrió con cautela uno de sus ojos intentando divisar a quién sea que buscaba devorarle, tardó unos cuantos segundos en acostumbrarse a la oscuridad, pero al hacerlo se topo de frente con una lengua larga y rosada que sin demorar mucho fue a parar a su rostro por enécima vez aquella noche.

Salto hacía atras en un impulso y limpio con desesperación los restos de saliva que aquel desconocido dejo en su rostro.

- ¡Estas vivo! - le escucho decir entusiasmado a lo que resoplando y en un tono bajo respondió un "¡Pues claro que sí, idiota!"

- Lenguaje - fue lo que recibió a cambio seguido de un monólogo sin frenos - Estaba realmente preocupado, salí a dar un paseo con mi amo y de algún modo tu olor me atrajo aquí. Pense que no despertarías. Te ves algo delgado, seguro que a mi amo no le importará que te lleve a casa, tendrás comida y un lugar donde dormir. -

Mientras aquel sujeto seguía hablando fue que se dio la oportunidad de mirar hacía arriba. La imagen frente a él le dejo de piedra, aquel parlanchin era nada mas y nada menos que un can. Uno enorme de abundante pelaje rubio, con unos enormes y hermosos ojos azules.

"¿Hermosos? ¡¿Acaso perdiste la cabeza Tony?!" se reprendió mentalmente mientras seguía admirando al animal frente a él

Tal vez, si no estuviese tan concentrado en describir cada pequeño rasgo de aquel perro (y reprendiendose por cada uno de ellos), hubiese notado a tiempo el momento exacto en que el perro detuvo su animada charla o cuando, con mucho cuidado, se fue acercando hacia él misteriosamente. Salio de su trance justo cuando aquel desconocido lo tomo entre sus fauces.

El miedo que antes había sentido comenzaba a intensificarse, aquello realmente era su fin y no había escapatoria. "Que irónico" pensó mientras era arrastrado fuera de la caja "Escape de casa para evitar esto y al final todo terminará peor"

Después de un rato siendo cargado por el perro, y resignandose a morir de aquella forma... aunque no estuviese seguro de como moriría; se detuvieron abruptamente.

- ¡Ahí estabas amigo Steve! - escuchó que gritaban seguido de unos apresurados pasos - ¿Qué es lo que traes ahí?

El can, de nombre Steve, dejó con cuidado a su nuevo pequeño amigo en las manos de su amo. Este lo acerco a su rostro y miró con detenimiento, sonrío cuando el pequeño minino intento arañarle la cara. Steve ladró emocionado y su amo sonrió contagiandose de su alegría.

- Tienes razón, seguro que le gustará - arropo al gatito en sus ropas y comenzó a andar seguido de un animado Steve

                                                                                                  ooo

Simplemente perfectoWhere stories live. Discover now