Harry Potter y lo que no fue contado.

Capitulo 1: La piedra filosofal, primera parte.

Capitulo 1: La piedra filosofal, primera parte. (editado)

∞ Harry ∞

No puedo creer que algo así este pasando ¿Será real? ¿Realmente estoy en la sala de La Madriguera arreglando los últimos detalles de nuestra boda?

 ¿Sabes Malfoy? De vez en cuando creo que toda mi felicidad es un sueño. Que de hecho morí en  manos del Señor Tenebroso aquel día y que todo esto es solo una fantasía que me concedió alguien.

Pero no. Es real. Tan real que no lo parece.

¿Recuerdas Draco?

¿Cuándo nos conocimos? Tan hermoso ese día. Hoy también es un día hermoso, no puedo evitar estar totalmente nervioso ¡No te he visto en todo el día! Y eso me estresa.

― Harry, por favor, relájate. ― Me reprochó Hermione mientras yo caminaba de un lado a otro, tratando de no imaginar como estarías vestido y el por qué no habías querido decir nada de por donde entrarías, cuales serían tus votos ni nada... No entiendo por qué no quisiste decirme. Creo que estarás vestido con lo típico ¿No? Un traje blanco. No. Los Malfoy son todo menos típico, y tú eres la viva imagen de ellos... eso es lo único que se acerca de este día por parte de ti.

― No puedo... Estamos a doce horas de... ― Me sonrojé, Hermione se levantó y me abrazo con dulzura.

― Sé por lo que estas pasando. ― "¡Claro! Tú ya te casaste." Pensé para mis adentros. ― Solo relájate... piensa en algo bonito... piensa en... en cuando se conocieron, eso ayuda a distraer la mente mientras da la hora.

― Si... tienes razón...

Nos separamos y me deje caer en el sofá mágico de Ron, que instantáneamente empezó a vibrar.

Si, recuerdo cada cosa de nuestro encuentro. Cerré los ojos y me deje llevar por los recuerdo.

***

Me sentía realmente asustado y emocionado ¡Había descubierto que soy un mago! Y mas, había descubierto que mis padres no murieron en un accidente de transito, que los mató el Mago Tenebroso y que iría a un colegio de magia y hechicería llamado Hogwarts.

Miraba maravillado a todos lados, las tiendas, las personas, todo me parecía maravilloso.

Hagrid estaba muy mareado después de salir de Gringotts, creí que vomitaría. Yo simplemente trataba de imaginarme cuantas cosas podía comprarme con todos esos galeones, era más rico que Dudley, pero claro, no podía presumírselo, sabía que respondería.

"Papá dice que tu dinero no sirve mas que en tu mundo, aquí eres pobre"

No me amargaría el día con eso.

― Tendrías que comprarte el uniforme ― Dijo Hagrid señalando a "Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones"― Oye Harry, ¿Te importa que me de una vuelta por el Caldero Chorreante? Detesto los carritos de Gringotts.

Y muriéndome de nervios me dirigí a esa tienda. Al entrar, una bruja regordeta vestida de color malva me dedico una sonrisa dulce.

― ¿Hogwarts, guapo? ― Me alegré, habló antes de que yo hiciera el ridículo con mi ignorancia nivel Muggle. ― Tengo muchos aquí... En realidad, otro muchacho se esta probando ahora.

Miré a donde ella miraba. Había otro niño, con el rostro pálido, labios rosados y cabello rubio grisáceo. Una bruja le estaba poniendo cascabeles a su túnica mientras el miraba cada movimiento, como esperando que en cualquier momento alguno le pinchara su piel de porcelana.