Capítulo 2: Nuevos amigos

899 131 79
                                    

Mr Blue Sky by: Electric Light Orchestra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mr Blue Sky by: Electric Light Orchestra

ROGER

Wow, enserio no puedo creer que esto esté pasándome a mi. El chico que va a mi izquierda era un maldito sueño, alto, con el cabello rizado, una actitud tímida que me derretía al instante. Lo miraba de vez en cuando, sólo de reojo, incluso cuando subíamos las escaleras pude sentir su mirada en mi cuello, era algo utópico.
Lo siento de este modo porque nunca había estado tanto tiempo junto a un chico, menos cuando toda mi anterior escuela supo mi secreto. He aquí el motivo de mi cambio.

La verdad, es que soy hombre. Mi nombre es Roger Taylor, a veces Rogerina Taylor. 

Agradezco infinitamente a mis padres que me dieron estos rasgos tan finos y la manzana de Adán casi invisible, que por eso me es tan sencillo parecer mujer. Ahora sólo espero que nadie se llegue a enterar.
Por este motivo he sufrido acoso toda mi vida, me ha afectado tanto que intenté suicidarme unas dos o tres veces. Pero aquí estoy, caminando junto a un chico que acabo de conocer gracias a que choqué con él.

—¡Bien! Aquí está nuestro salón. —mencionó de repente, sacándome de mis pensamientos.

—¿Y porqué no hay maestro? —pregunté asomando la cabeza hacia el salón.

—Creo que el maestro canceló la clase. —yo sólo asentí lentamente, todo mi esfuerzo había sido en vano—, B-bueno, tal vez quieras quedarte y conocer gente nueva. Yo soy Brian May. ¿Y tú eres?

—Rogerina Taylor. —solté una risa nerviosa—. Aunque en realidad mi nombre es Roger Taylor, mi mamá buscaba un niño en lugar de una niña.

Parecía que lo asimilaba, esta mentira siempre funcionaba a la perfección.
Ahora, se había formado un silencio bastante incómodo; nadie sabía que decir o hacer, veía que quería hablar pero al instante se callaba. Me resultaba tan tierno, enserio, su forma de reír y dirigir la mirada hacia otro lado, incluso su cabello me tenía con un paro cardíaco.

—Y-yo iré con mis amigos, ¿No quieres venir?

Una sonrisa imprevista se me formó en la boca al escuchar eso. Nunca me habían invitado como tal a algo. —Claro, sólo iré a dejar mi bolso a mi nuevo asiento.

Él asintió y ambos entramos al salón a nuestro respectivo lugar, Brian colocó su mochila en el mesabanco de la primera fila, lo más extraño era que estás sillas eran para dos personas y, lastimosamente, Brian estaba solo. Enserio quería preguntarle si podía sentarme a su lado, ya que no tenía con quién compartir, pero los nervios me mataban. Así que me hice el tonto buscando una que ya estuviera ocupada por otra persona pero no, todas ya tenían ambas ocupadas. Me miró un poco apenado, odiaba esa mirada en las personas, así que sin más fuí hasta donde él, directo como soy.

—No encontré lugar, ¿Puedo sentarme aquí?

—C-Claro... N-no hay problema.

Sonreí de oreja a oreja, y dejé ahí el bolso. Oh si bitches, estoy a un lado del chico más lindo de la escuela, -o al menos eso quiero pensar-.
Bajamos hasta la entrada de la escuela, es un chico bastante amigable y divertido, me hizo reír todo el transcurso del salón a dónde sus amigos, ambos tenían el pelo largo, como Brian, uno tenía la tez bastante clara, además que se le veía un poco tímido, el otro tenía dientes grandes y un poco chuecos, pero no diré nada por cortesía.

—Freddie, John, ella es Rogerina —me presentó a los dos chicos, simplemente sonreí.

—Hola... ¿Rogerina? ¿Qué clase de nombre es ese? —preguntó sarcásticamente el de los dientes, recibiendo un codazo por su amigo John.

—Hola Rogerina, mucho gusto, soy John Deacon.

—Hola John.

La verdad es que los chicos eran bastante agradables, pero Freddie me miraba bastante y hasta me hacía sentir incómodo... ¿Y si ya lo sabe? ¿Y se se lo grita a medio mundo?
No podía permitir que de nuevo me acosen demasiado por esto, tenía que comenzar a tranquilizarme si no sabrá la verdad.

—Entonces, Rogerina, ¿Tocas algún instrumento? —me preguntó John, haciendo que volviera a la Tierra.

—¿Eh?... ¡Ah sí! Toco la batería, todos dicen que es un instrumento para niños y no para niñas. —le contesté, soltando una risa. Lo más curioso es que a Brian se le iluminaron los ojos a más no poder, cosa que me dió un poco de miedo.

—¿¡Y estás en alguna banda!? —me preguntó de repente Brian.

—Emmmm nop —reí—, todos buscan un hombre, no una rubia "tonta".

Sí, enfatizé el tonta porque era la verdad, muchas veces me quise unir a una banda pero me decían siempre que no, que era una banda de hombres; incluso en las de mujeres era rechazado, era rubia y eso me hacía automáticamente tonto, según todos ellos. Vaya etiqueta.

—¿Y no te quieres unir a una? —dijo de repente Brian, no pude evitar mirarlo.

—¡Por supuesto! ¿Ustedes tienen una?

—Sí, y te necesitamos.

Me fue imposible no sonrojarme y sólo asentí; estaba en el jodido paraíso, esta nueva escuela era fantástica y los alumnos igual. Quiero llorar.

—Bueno, darling, tenemos que hacerte la prueba de carbono,
¿Okay? Mañana después de la escuela. —el pelinegro se metió a la conversación, ¿Siempre era así de diva?

Volví a asentir, tal parece que al tal Freddie no le agradé en lo absoluto. Pero eso era lo de menos, al menos ahora tengo "amigos" y perteneceré a una banda, ¿Había algo mejor?

 Pero eso era lo de menos, al menos ahora tengo "amigos" y perteneceré a una banda, ¿Había algo mejor?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Other SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora