Due • cena "di famiglia"

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Marta toca la puerta antes de entrar sólo para informarle que la cena está lista.

—Non ho fame [No tengo hambre]—es lo único que dice cuando Marta termina de hablar.

—Baja. Tu madre se molesta si no bajas ahora—la mujer lo mira con súplica.

Roger rueda los ojos respirando con dificultad y suspirando con frustración.

—Io vado [Ya voy].

Marta asiente, no muy convencida, y se marcha finalmente. Cuando Roger baja sus padres parecen estar en una de sus momentáneas discusiones. Como siempre, Roger los ignora y se sienta en la mesa con la mirada fija en la comida, como si fuese lo más interesante del mundo.

En algún momento su madre le habla, pero Roger parece tan adsorto en sus pensamientos que Marta se ve obligada darle una patada por debajo de la mesa, haciéndolo reaccionar.

—¿eh? ¿Q-qué me dijiste?

La mujer frunce el ceño, suspirando.

—Si me hubieras prestado un poco de tu valiosa atención, lo hubieras sabido—le reprocha—. Dije que irás a la escuela mañana.

Roger deja caer los cubiertos sobre el plato por la impresión, haciéndolos chillar contra el plato.

—¿Qué escuela? ¿¡Cuándo hablamos de esto?!

—Cuida tu tono.

El rubio gruñe.

—scusa [Disculpa], ¿a cuál escuela?

—la de artes por su puesto. Debes seguir con tus clases de violín.

Y Roger la odia un poco más de lo que ya lo hacía; porque desde que tiene memoria recuerda que sus padres lo han obligado a aprender a tocar cualquier instrumento con el cual se pueda componer música clásica, porque es la favorita de su madre. Aún recuerda que por ellos aprendió a tocar el piano, el chelo, la flauta y casi aprende a tocar la trompeta de no haber sido por su propio padre, el cual lo notó innecesario.

Cuando la cena acaba, Roger se dirige a su nueva habitación casi gruñendo.

—Odio questo dannato posto [Odio este maldito lugar].

No quiere nuevos amigos, claro que no; porque los que ya tenía eran perfectos y no los quiere cambiar. Así que se propone a rechazar a cualquiera que intente entablar una conversación con él. Pero descarta la idea cuando supone que sería mejor tener a un perro faldero que lo defienda en ciertos momentos necesarios.

Dolorosamente ProvocanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora