v e i n t i t r e s

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Jungkook acariciaba suavemente la espalda de su noviecito mientras éste sollozaba fuertemente. Odiaba vomitar, era una de las cosas que más odiaba en el mundo.

-Ya, mi amor... Ya pasó...-Consoló Jungkook.-Limpia esos dientecitos y nos recostamos a dormir nuevamente ¿Si, corazón?. No te preocupes, todo el mundo vomita a veces, cuando se enferman de la pancita...-El menor asintió con un pucherito en los labios y luego se separó del mayor recibiendo un beso en la frentecita para luego voltear su cuerpo al lavamanos y comenzar a lavar sus dientecitos.-

Jungkook suspiró pesado y torció la boca, odiaba ver a su bebé así, enfermito, con dolores de cabeza, mareos, vómitos y pálido como el mismísimo papel.

-Mi niño hermoso, no creo que podamos ir al parque de diversiones hoy, estás muy enfermito.-Demandó el mayor con voz suave abrazando por la delgadita cintura al castañito después de que éste volteara terminando de lavar sus dientes.-

-P-pero Kookie... Yo quiero ir, porfi~.-Rogó con un marcado pucherito en sus labios y abrazó al azabache por el cuello acercando más sus cuerpos.-Vamos, vamos, vamos... Estoy bien...

-Mmmh... -Lo meditó un poco mirando con ojos entrecerrados a su noviecito y luego sonrió.-Bueno, mi vida, solo porque no me resisto a tus pucheritos.

(🌸)

Taehyung daba saltitos mientras caminaban entrando en el gran parque de diversiones, miraba con ojitos curiosos cada una de las atracciones y sonreía emocionado.

¿Era un buen lugarcito para contarle a su Jungkookie?

Jungkook compró varios Tickets y comenzaron su recorrido por todas las atracciones. En una -que era de disparo al blanco- Jungkook le ganó un osito muy bonito a TaeHyung y éste con las mejillas sonrojadas lo recibió gustoso.
Ambos jóvenes llegaron a la última atracción que les quedaba, la gran rueda de la fortuna, adornada orgullosa con miles de luces doradas por todo su al rededor, siendo el punto principal del parque. Jungkook sonrió y respiró fuertemente antes de jalar de la manita de su novio y dirigirlo a la atracción ya mencionada.

Esperaron unos minutitos en la -no tan larga- fila de espera, cuando llegó su momento de subir ambos chicos se sentaron juntos y el encargado puso la seguridad obligatoria de la atracción. Jungkook agradeció y luego de unos segundos la gran atracción comenzó a moverse.
El azabache secó sus manos en sus pantalones algo nervioso y luego miró al castañito a su lado, el cual le miraba algo extrañado y también con miedo en sus ojos.

No esperes más, ahora.

-Cásate conmigo.

-Estoy embarazado.

Aquellas dos frases se escucharon como una linda melodía a la vez, sin saber la felicidad enorme que causarían en el otro.

I saved you ─ kooktaeWhere stories live. Discover now