Capitulo 21

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Hola, lo prometido es deuda. Aquí les dejo el capitulo, espero les guste y me regalen sus votos y opiniones!!

Saluditos!!

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Edward dejó los documentos sobre la mesa, revisando por tercera vez el contrato del terreno que tanto ansiaba. Estaba al tanto de que Keyla le haría la tarea difícil, incluso sabía que ella se había reunido con Philip, pero ignoraba el motivo del encuentro. Suponía que la joven quería tener a su ex novio de su lado y no le extrañaría que lo manipulase seduciéndolo. Eso misma hacía con su hijo, supuso. Jason estaba embelesado por esa muchacha y él se encargaría de que ella entendiera que no iba aprovecharse de su primogénito.

Se incorporó y tomó el saco que colgaba del perchero, dio indicaciones a su secretaria y salió de la oficina dispuesto hacer lo que fuera con tal de lograr su propósito. Desde que había recuperado a Jason, estaba pendiente de lo que ocurría a su alrededor. Trataba de convencerlo para que se hiciera cargo del negocio familiar y aunque el testarudo de su hijo se negaba, sabía que tarde o temprano acabaría aceptando.

De ningún modo permitiría que Micah fuera la cara visible de una empresa con trayectoria internacional. Era demasiado confiado y su imagen punk no coincidía con la que Edward quería enseñar. Pasó una mano por su rostro cansado, deseando poder tomarse unos días de vacaciones, merecidas sin lugar a dudas.

El vehículo estacionó frente a la librería. Descendió pero se detuvo a observar el interior del negocio notando que había más gente que la última vez que lo había visitado. Parecía que la pequeña rebelde sabía algo de negocios después de todo. Cuadró sus hombros e irguió su postura, dispuesto a enfrentarse a un nuevo desafío.

—Buenos días —saludó deteniéndose frente a una muy atareada Keyla.

Ella abrió los ojos cuando reconoció al hombre que tenía delante, ¿cómo olvidarlo? Si era la personificación de sus más terribles pesadillas.

—¿Qué hace usted aquí? —espetó observando para todos lados. Asegurándose de que estaba solo.

—He venido a negociar —él escaneó el entorno y se acercó, bajando la voz —. Me gustaría hablar en privado si es posible.

—Por supuesto —Keyla trató de que su voz sonase confiada, y esperaba haberlo logrado ya que por dentro estaba temblando.

Condujo a Edward hasta la oficina que estaba detrás de la librería, y que ahora era usada como depósito, pero allí podrían hablar tranquilos. Hizo señas a Maya para que se hiciera cargo de la librería y cerró la puerta tras su espalda.

—Muy bien, aquí estamos. ¿Qué tiene para decirme?

—No necesitas usar ese tono amenazante conmigo, muchacha —farfulló Edward apoyándose sobre el escritorio de manera casual —. Quiero que entiendas la gravedad de tu situación. Sé que eres la novia de mi hijo y estoy seguro de que quieres aprovechar ese vínculo para sacar provecho.

—Está muy equivocado…

—Aún no he terminado —espetó interrumpiéndola —, vas a dejar a mi hijo o de lo contrario me aseguraré de que de este negocio no quede nada. Vas a perderlo todo, tu negocio, tu reputación, tu dignidad.

—No me asustan sus amenazas —musitó Keyla, reconociendo de repente el error que había cometido en separarse de Jason. Nada cambiaría si ellos estaban juntos, Edward continuaría intentando destruirla aunque Jason se opusiera —. Amo a su hijo y no lo dejaré por que decida que su negocio es más importante.

En Brazos de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora