Capítulo 7

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¿Como podía haber sido tan imbécil como para no haberme dado cuenta antes de aquellas cámaras?

Magí: Ven Blas. Vamos a preguntarles a los guardas de seguridad. Y después abrimos una investigación o algo por el estilo y ellos ya se encargarán de encontrarla...

Blas: No... No podemos hacer eso...

Carlos: ¿¡¿Por qué?!?

Blas: Ella es como si no existiera. No tiene ningún documento que la identifique. No podemos hacer eso porque  entonces loa perjudicados vamos a ser nosotros...

¡Joder! ¿Todavía más preocupaciones?

David: Pues ya encontraremos el modo de encontrarla nosotros. Con ayuda o sin ella... Ahora  lo importante es que estés tranquilo... -dijo, poniéndole una mano en el hombro.

Todos fuimos a darle un abrazo, a excepción de Charo y Antía, que todavía seguían aturdidas por la situación, así que me acerqué a ellas.

Magí: Chicas... tranquilas... Blas no quería deciros eso...

Charo: No Magí. Claro que quería. La culpa es toda nuestra. Si la hubiéramos acompañado no habría pasado esto... -dijo mientras agachaba la cabeza, avergonzada.

Me separé de ellas y volví a junto de Blas.

Tras varios minutos intentando tranquilizarlo, fuimos  a hablar con el director del recinto, para que nos dejara acceder a las cámaras.

Magí: Le ruego... por favor... que nos deje verlas...

Director: Pero, ¿¡¿por qué?!?

Magí: No se lo puedo decir. Lo siento. Pero es muy importante...

Director: Yo también lo siento, pero no puedo. Necesito un documento de la policía para poder abrirte la sala.

Y, de nuevo, el gran perjudicado en toda esta situación, Blas, empezó a llorar y a gritar.

Director: Le pasa algo a... ¿uno de sus chicos? -me preguntó, asustado.

¡Genial! Ahora también debía inventarme una excusa para eso.

Magí: No... es que... -¿y yo ahora que decía?- ehhh... le dan ataques de histeria por momentos pero... no es nada grave... Se le pasará...

Nos quedamos en silencio, mientras yo rezaba para que se creyera la mentira.

Magí: Entonces... no es posible abrir la sala, ¿verdad? -dije, volviendo al tema principal.

Director: Lo siento, pero no. Ya le he explicado que necesito un documento firmado por la policía para hacerlo...

Después, tras hablar un poco del concierto con el, para que no sospechara, me fui con los chicos de allí.

¿El gran problema ahora? Sin duda, Blas.

Sabía que iba a hacer cualquier cosa en el estado en el que ahora se encontraba y, la verdad, no acciones buenas precisamente...

¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora