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Hola mis amores! Sí, he vuelto, pero con malas noticias. Mis queridos semidioses, estoy de exámenes. La verdad es que no he tenido tiempo de recuperarme de la enorme traición de mi supuesta mejor amiga de toda la vida. Si no te interesa mi vida, ve al final del capítulo, que es allí donde tengo los datos de mi vuelta a la escritura. Para los que si se preocupan por mi vida privada, les haré un pequeño resumen de mi desaparición para que comprendan el por qué me fui de la faz de wattpad.
Hace unas semanas, tuve un terrible ataque de ansiedad en una clase de educación física. Yo ya sabía que tenía ansiedad, pero la mayoría de mis compañeros no. Mis mejores amigas, al verme así, dejaron todo lo que estaban haciendo y me ayudaron. Cuando digo mejores amigas no me refiero a mi mejor amiga, sino al grupito de amigas de mi infancia. Después de ese mal rato, volví a mi casa y mi madre me regañó por no habérselo contado (mi "querido" profesor llamó a mi madre y se lo contó todo). Mi madre estuvo riñéndome durante una hora. UNA JODIDA HORA. Al día siguiente (sábado), me desperté después de cinco minutos de sueño y le pedí permiso a mi madre para cojer mi móvil. Tenía un montón de mensajes de preocupación de mis mejores amigas que me preguntaban si me encontraba mejor y que si necesitaba apoyo, lo tenía en ellas. Sin embargo, mi mejor amiga, aquella a la que le abrí mi corazón al completo y la apoyé en todo aunque me pareciera mal, solo me envió mensajes desagradables diciendo que yo no valía para nada y que no era una buena mejor amiga. En ese momento empezé a llorar y estuve así por CINCO horas. Me pasé todo el fin de semana deprimida y cuando llegué al instituto el lunes, ella ni me miraba. Mis otras amigas (las de verdad) me preguntaron por qué tenía los ojos rojos y llorosos y yo no me atreví a contestarles. Una semana después, mi supuesta mejor amiga volvió a insultarme por whatsapp llamándome mentirosa y chivata. La bloqueé desde luego, pero el daño ya estaba hecho. Al día siguiente, se lo conté todo a una amiga del grupo a la que llamaré L. L me apoyó y me dio la razón. Ese mismo fin de semana, traté de arreglar las cosas con mi supuesta mejor amiga (voy a llamarla MM porque me estoy cansando de escribir supuesta mejor amiga). Uno de mis mayores defectos es el orgullo, y lo dejé atrás por ella. Desde luego, empezó de nuevo a insultarme llamándome creída y diciendo que yo no valía para nada y toda la culpa era mía. El siguiente lunes, se lo conté todo a mis otras amigas, las cuales también me daban la razón a mí. En ellas si que pude confiarles mi secreto más oscuro. Ellas me comprendieron y me ayudaron con todo lo que pudieron, y sin embargo, aquí estoy, una semana más tarde dándome cuenta de que ellas siguen ignorándome como siempre, y juntándose con MM aún sabiendo que estar cerca suya me hace daño psicológico. No tuve tiempo de recuperar me del todo porque empiezan los exámenes trimestrales esta semana. Mañana mismo tengo uno de biología y no he empezado a estudiar (suerte que soy hija de Atenea). De todos modos, las vacaciones de navidad empiezan en dos semanas y, aunque dudo que publique algo (como mucho un especial de navidad o fin de año), tendré preparados un montón de capítulos de todas mis historias (incluso la de La nueva batalla, la cuál editaré en vacaciones) para compensar mi larga desaparición. No estoy mejor, porque yo no suelo "curar" mis heridas psicológicas y emocionales solo me  acostumbro al dolor de mi corazón. Aún así, gracias por vuestro apoyo y atención mis queridos y amados semidioses, nos vemos después de las vacaciones de invierno...

Cositas semidivinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora