¿No puedo quererle?

13.3K 948 265
                                    

— Tengamos nuestra cita ahora.

Empecé a sonreír como una tonta por lo tierno que había sido.

Mis mejillas ardían y no sabía que decir. Me puse nerviosa y sentía como si me estuviesen devorando el estómago.

Mordí mi labio pero no podía evitar sonreír.

Lentamente deslizó su mano por mi brazo y la entrelazó con la mía.

Me puse aún más nerviosa al sentir nuestras manos juntas.

— Vamos — susurró.

Apreté mi mano con la suya y caminé detrás de él.

Podía observar toda su espalda, sus hombros, su cuello, sus brazos...

— Vas a hacerme un agujero si sigues mirándome — dijo observándome de reojo.

— No te miraba — protesté.

— Apuesto a que sí.

Fruncí mis labios y miré al piso. Yo sólo lo seguía sin saber a dónde íbamos.

— ¿A dónde vamos?

No le podía ver la cara, pero noté que sonrió.

— ¿A dónde quieres ir? — rió.

¿A dónde quiero ir con Ho Seok?

Tras un largo rato pensando a dónde quería ir, mi mente se iluminó.

Al lugar más típico de las citas. El cine.

Si vamos al cine, podemos estar cerca, rozarnos "accidentalmente" y además sería un ambiente romántico.

— ¡Al cine! — salté.

Levantó una ceja.

— ¿Al cine? — me miró con desconfianza.— No querrás aprovecharte de mi cuerpo en la oscuridad, ¿no? — cubrió su pecho con sus manos.

Solté una carcajada mientras le empujaba y éste volvió a unir nuestras manos.

Lamí mis labios y esbocé una sonrisa.

Apreté su mano y me puse a su lado.

— Bueno, háblame de ti — dije.

Pareció pensativo durante un momento y luego me miró.

— Creo que ya sabes bastante sobre mí — sonrió.

Mordí mi labio.

—¿Por qué ustedes no os interesáis nada en el instituto? O sea…No digo que me parezca mal, pero no sé…

Soltó una risita y me miró.

— Nuestras familias no son nada pobres…Tenga estudios o no los tenga, al final mis padres me acabarán enchufando en su empresa.

Lo miré con tristeza, como si pudiera entender su frustración.

— ¿Tanto te disgustan tus padres? — pregunté curiosa.

Hizo una mueca y bajó la mirada.

— No los odio, pero sí. Me disgustan bastante.

Cohibida por este sentimiento incómodo, decidí dejar el tema porque no quería traerle malos recuerdos.

El resto del camino hacia el cine de el centro comercial fue un silencio algo incómodo. Mientras J-Hope pedía las entradas yo fui a comprar las palomitas.

— Vamos, _________. Empieza en 5 minutos — me alertó.

Caminamos hacia la sala de la película y nos sentamos en las butacas asignadas.

«Sólo a ti» | BTS J-HOPE Y TÚ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora