El niño de la máscara de Catrín

Capítulo 11

Cass, Honey y Fred llevaban más de tres horas sentados en la sala de espera del hospital médico donde habían llevado de emergencia a Hiro después de que Honey encontrara al adolescente tirado a los pies de la cama de Miguel sin moverse ni decir palabra alguna. Sus ojos húmedos por las lágrimas parecían carecer de vida, al igual que su cuerpo al ser sostenido.

Los nervios de Cass al ver pasar enfermos de urgencias, tantos heridos, enfermeras de aquí para allá la hacían caminar sin rumbo alrededor de la sala. Los demás visitantes la observaban con pena, otros comenzaban a desesperarse con el constante ir y venir de la mujer. Suficiente tenían con esperar noticias de su propio familiar como para que Cass terminara inquietándolos aún más.

–Cass, ¿por qué no vienes a sentarte? –se acercó Honey tomándola de los hombros, y dirigiéndola a los asientos se sentó junto a ella. –Sé que estás muy nerviosa, nosotros también –compartió una afirmación con Fred quien también mostraba un gesto preocupado –pero debes tranquilizarte.

–¡Es que... por qué no sale el doctor! No nos han dicho nada desde que llegamos. ¿Qué pasó con Hiro? ¿Cómo pasó esto? –le suplicaba con la mirada que le diera una respuesta clara.

–Ya te dije todo –la miró de forma condescendiente –lo encontré inconsciente en mi casa...

–¡¿Pero qué hacía él ahí a esas horas de la noche?!

Honey negó con la cabeza, no tenía palabras para Cass porque ella tampoco sabía lo que sucedía, y no era sólo eso, la angustia hacía un nido en su pecho al no saber dónde estaba Miguel.

***

Gogo y Wasabi patrullaban las calles sin encontrar señales de Miguel. Ya habían llamado hasta el cansancio a su celular sin ningún éxito. Habían regresado al lugar donde Honey señaló haber encontrado a Hiro en busca de alguna pista, sólo estaba el casco de Hamada sobre la cama, la guitarra color caoba de Miguel reposaba a un lado de la cómoda guardada en su funda. ¿Qué pudo haber pasado? Se preguntaban una y otra vez. 

Al escuchar la narración de Honey, intuyeron que pudo tratarse de un ataque contra Miguel que Hiro intentó evitar, pero fracasó y quien quiera que hubiera lastimado así a Hiro se hubiera llevado a Miguel, ¿entonces el mexicano ahora era un rehén? Pero ahora que revisaban el sitio no había señales de forcejeo, la cama estaba debidamente tendida y la puerta de vidrio que daba al balcón estaba intacta, abierta como Honey la había dejado llevada por el temor de que algo malo le hubiese sucedido a Hiro.

–No entiendo nada –Soltó Gogo con un suspiro frustrado. –Para empezar ¿por qué Baymax no estaba con Hiro? Era la hora del patrullaje.

–Ni Baymax ni Miguel están –Resumió Wasabi.

–No estarás pensando que Baymax se robó a Miguel.

–Por supuesto que no. Sólo menciono que ninguno de los dos está, todo debe considerarse en una escena del crimen. –Wasabi se estaba alterando, desesperado por no encontrar respuesta.

–Por más que intento entender... ¿qué pudo dejar a Hiro en ese estado? 

El moreno tomó el casco de Hamada –Imagino que esto significa que Miguel ya sabe sobre el trabajo oculto de Hiro.

***

El doctor llamó a los acompañantes de Hamada. –Le hicimos todos los estudios que consideramos convenientes. Las placas que le tomamos al paciente no muestran un daño físico grave, pero sí hubo un impacto importante en el corazón que fue lo que lo derribó. Ante las pruebas todo parece indicar que nos encontramos ante un caso de Cardiomiopatía de Takotsubo.