Capítulo 1: No es para tanto

Start from the beginning
                                    

—¿Me traés un licuado de frutilla por favor? —dije

—A mí uno igual —dijo Yam.

—Y a mí —sigue Nina.

—Jugo/Zumo de naranja —dijeron Luna y Jim a la vez.

—El mío de Ananá —Jazmín aun grabándolo, él le sonríe.

—Un milkshake de chocolate —cuando ya se iba Ámbar lo detuvo—. No, no, mejor un licuado de mango —se iba y otra vez—. No, pará ¿sabés qué? Mejor un multifruta.

—¿Segura, Ámbar? —dijo riendo.

—Siempre estoy segura, Pedro —dijo confiada... Cuanta mentira amiga.

—Claro que sí —rió y me guiñó un ojo al ver que yo también reía.

Se alejó a buscar nuestros pedidos y me le quedé viendo recordando sus ojos. Obviamente Jazmín se dio cuenta y pausó el video.

—Ok, las primas en Cancún pueden esperar ¿Qué onda con Pedro?

Luna y Ámbar no son primas de sangre, su historia es más larga que eso, es para otra ocasión. Ahora lo importante.

—¿Cómo que con Pedro? No pasa nada con Pedro —río.

Situación repetitiva. Me hace gracia y me da cansancio, ellas juran que yo acabaré casada con Pedro, pero solo es un amigo.

—Ay, Delfi, no te hagás —dice Ámbar— Si no pasa nada ¿por qué te guiñó un ojo y por qué lo mirabas tanto? —sonríe curiosa.

—Ahh eso —no les mentiré—. Estaba pensando en sus ojos, sabía que son verdes, pero no los había detallado. Son muy lindos.

—¡¡¡Uuuhhh!!! —¿para qué hablé?

—Ya llevamos un punto chicas —dice Luna—. Acaba de decir algo que le gusta de él ¡Pelfi será real!

Luna es un poquito escandalosa a veces.

—Ya, ya, chicas, no es para tanto.

—¿Que no es para-? Ahí viene —dice Jim y termina en un susurro.

—Aquí están sus pedidos, chicas, si me necesitan estoy en la barra.

—Gracias, Pedro —dijimos al unísono, para nada disimuladas. Él solo nos miró divertido y se fue.

—¿Cómo que no es para tanto, Delfina? Si es super obvio que te gusta, la forma en que lo dijiste lo demuestra —dice Jazmín.

—¿Demuestra qué? —no estoy molesta, más bien me dan risa—. Me gustan sus ojos y lo dije, ni siquiera es lo único que me gusta de él, no es para tanto.

—Momento —dice Jim— ¿o sea que te gustan más cosas de él? —¿para qué sigo hablando?

—Ay no —se queja Jazmín—. Por favor no me digás que te gusta su ropa, o sea, se viste super out —puse los ojos en blanco.

Jazmín siendo Jazmín.

Suspiré con cansancio. Me estaban hartando. Aparte de que mientras hablábamos lo miraban y se reían, estas chicas no disimulan.

—Primero: No veo qué tiene de raro que me guste una o varias cosas de Pedro. Segundo: Disimulen, por favor, parecen de primaria —obvio ignoraron eso por completo—. Tercero: Hay cosas más importantes que la ropa Jazmín. Y él no se viste out, solo tiene su estilo, uno muy peculiar —dije más pensativa.

Buen chico malo | PelfiWhere stories live. Discover now