Oro

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Interminable búsqueda de la libertad, la muerte está cerca y la chica de largos cabellos nunca la encontrará.

El rey sin corona, un simple hombre, ama ver sufrir a otros pero teme al sufrimiento propio,  ¿quién es él realmente?

¿Algo más peligroso que la ambición? Ser débil.

¿Qué hacía el ángel fuera de su hogar? Ahora su blanca tez es más morada que blanca, cae la sangre en las manos del diablo, ríe el humano al oír cada latigazo.

Chica de cabello largo, tan brillante como el oro, tus alas están rotas, perdiste tu camino, eres un pecador más. Otra víctima de la codicia, caíste en brazos de aquel que te ofreció todo y perdiste tu inocencia y libertad.

Hoy te conviertes en una muñeca de oro, hoy atraerás a otros, les prometerás una galaxia y caerán directo al infierno, como te pasó a ti, muñequita.

Llorar ya no lo vale, gritar ya no puedes, sólo obedece en silencio, nunca regresarás a tu reino.

Ahora sos maldad, adorada por pocos, despreciada por muchos. Bailas con el mal. Para siempre encerrada en la jaula dorada, mientras él observa desde su banca de plata tus últimos suspiros, como te ahogas en la desgracia.

Tus brillantes alas ahora son cenizas, tu cabello pierde poco a poco el dorado color, tus ojos se cierran dando un último adiós a aquel hombre que tu vida robó.

Ding DongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora