QUERIDA ESCRITORA FRUSTRADA

394 74 49
                                    


QUERIDA ESCRITORA FRUSTRADA

19-09-2018

16:41

Querida escritora frustrada que piensa que no tiene talento o que nunca conseguirá publicar, esta carta es para ti. 

En primer lugar quiero que sepas que todas, todas, pero que todas las historias son duras al principio. Desde conocer al personaje hasta pensar qué le ocurre, pasando por todas las horas que vas a quedarte bloqueada o pensando si haber hecho que pasase un acontecimiento y no otro en el transcurso de tu historia es una buena idea o si por el contrario te has equivocado. Escribir, por mucho talento que tengas y por muy bien o rápido que lo hagas, es algo difícil, y lo es mucho más si no tienes el apoyo de las personas que te rodean. Nadie que no haya pasado por escribir un libro va a saber lo complejo que es escribir uno ni la forma en la que es capaz de atrapar tu mente. Nadie que no sienta la pasión por la escritura va a saber lo que es estar en un lugar e ir pensando, oye, pues este sitio es guay para describirlo y para colocar aquí a alguno de mis personajes. No van a saber lo que es experimentar cosas sólo para luego poder plasmarlas en palabras escritas. Ni tampoco van a conocer ese nerviosismo cuando se te ocurre alguna nueva idea y corres a llenar la aplicación de notas de tu móvil antes de que se te olvide. O esas libretas que últimamente parece que coleccionas. Todo eso, lo pasas TÚ, y nadie más que tú y otros cientos de escritores.

Para esto siempre habrá excepciones, y también existirán personas que creen libros como quien dibuja una línea recta con una regla, pero créeme que incluso esas personas tienen en alguna ocasión puntual momentos de bajones con respecto a sus historias. Momentos en los que se preguntan, ¿lo estaré haciendo bien? ¿Gustará? ¿Valdrá la pena? ¿Me leerá alguien? Y la peor de todas las preguntas, ¿me criticarán?

No puedo responder a todas las preguntas por ti, pero sí que puedo responderte a una. Sí, todo lo que hagas y que sea capaz de llenarte como persona, vale la pena. Aunque creas que no te va a llevar a ningún lado, siempre va a ayudarte a crecer y a mejorar. Siempre. Y quizás incluso a desahogarte y a mejorar tu día. Y creo que esto puede aplicarse a cualquier pasión de cualquier persona. Si te gusta algo, siempre que no hagas daño a nadie al hacerlo, hazlo.

Olvídate de si gustará o de si lo estarás haciendo mal. Lo importante es que lo estás haciendo.

Y una vez que te decidas, trata de disfrutarlo aunque sepas que tienes que aprender y mejorar mucho. Siempre. Siempre vas a poder aprender algo nuevo. El mayor error de los seres humanos es creerse que lo saben todo. Créeme que eso es imposible. Siempre llega algo o alguien que te rompe los esquemas, por eso tienes que estar dispuesto a aprender. La humildad es la clave de todo y ningún buen profesional en el ámbito que sea debería de dejarla de lado. La humildad es algo que nos enseña a crecer, e incluso la persona menos culta de todo el planeta Tierra puede enseñarnos algo que tal vez luego nos sirva de utilidad en alguna faceta de nuestras vidas.

Aprende mucho, y luego, sigue estas tres palabras. Sueña, aprende y hazlo. No te pongas excusas. Ninguna excusa es lo suficientemente grande si realmente quieres algo, pero ¿sabes qué hace falta para lograrlo? Creer en ti. Y eso a veces cuesta, por eso ten presente esto.

Eres suficiente. Todas las personas son capaces de hacer cosas maravillosas, y tú también.

Todos los seres humanos tienen cosas buenas y malas, y eso nos incluye. ¿Si somos capaces de ver cosas buenas en los demás, por qué no en nosotros mismos? Y eso hay que llevarlo a cualquier faceta de nuestra vida, y también a la literaria si amas escribir. ¿Por qué nos juzgamos con tanta dureza y hacemos lo mismo con nuestras historias mientras las escribimos? Y así con cualquier otra cosa que hacemos y que creemos que no es lo suficientemente buena.

El primer problema de muchas personas a las que nos gusta escribir, al menos es mi caso y por eso me incluyo, es el perfeccionismo. Este tipo de personas nunca, pero que nunca, son capaces de ver que cualquier historia que escriben vale la pena mientras la están escribiendo y por eso tienden a agobiarse.

Ese problema del perfeccionismo no sólo me ocurre a mi, sino a cientos de chicas y de chicos que quieren dar el paso y no se atreven a compartir sus historias. Os lo repito, la respuesta siempre es sí. Hacedlo, escribid. Incluso autores célebres y ya publicados, con triologías y sagas, han dicho en muchas entrevistas que no estaban al cien por cien seguros de lo que publicaban y que pensaban que sus obras se podían mejorar. A ellos también le daban miedo las críticas y el hacerlo mal. La gran ventaja de Wattpad es que nos da la herramienta perfecta para conocer la opinión de los lectores en el momento exacto en el que compartimos algo, así que tenemos la suerte de que podemos aprender desde el minuto uno.

El sentir que tu obra no es buena es un miedo común. Y una duda muy, pero que muy fuerte que quiebra el ánimo de muchas personas. Y creedme, no estáis solos. Aunque os sintáis así hay personas que comparten lo que sentís y que se sienten identificadas al leer esto. Si no os sentís así, ni el proceso de crear un libro ni en ninguno otro de vuestra vida, creedme que me alegro mucho por vosotros. = )

Para los que sí que sintáis algo parecido, os hago un resumen de una fábula que me encanta. Se trata de la fábula de la rana y que, al menos a mi, me viene siempre genial cuando quiero motivarme. 

Un grupo de ranas estaba saltando por el bosque cuando de pronto dos de ellas se cayeron en un profundo hoyo. Rápidamente, todas las demás ranas las rodearon desde la superficie y al ver lo hondo que era el hoyo las desalentaron. Las otras dos ranas comenzaron a intentar salir del hoyo, pero no lo conseguían y el público formado por las demás ranas seguían gritándoles que se rindiesen, que era muy difícil. Una de las ranas, cansada y devastada por los comentarios se rindió y acabó muriendo a los pocos días, pero la otra siguió intentándolo día tras día. Las ranas seguían mirándola desde el exterior y diciéndole que era muy difícil y que no lo conseguiría. La rana siguió y siguió y a pesar de que la seguían desanimando, logró salir del hoyo.

Cuando salió, las demás ranas la felicitaron y le dijeron que se alegraban por ella a pesar de haber tratado de que desistiese en sus intentos. La rana les explicó que era sorda, que no las entendía y les dio las gracias, porque creía que la estaban animando a esforzarse más y a salir del hoyo.

Qué quiero contaros con esta fábula, pues que no escuchéis a vuestro público si os dice cosas malas. Con esto quiero decirte, y sí, ahora te habló en segunda persona y me refiero únicamente a la que lee esta carta, que NO escuches a NADIE cuando escribes o tratas de hacer algo que realmente quieres. Ni a ti mismo si te dices cosas malas. Escucha solo a los comentarios constructivos. Y extrapola esto a todos los ámbitos de tu vida que puedas.

QUERIDA ESCRITORA FRUSTRADAWhere stories live. Discover now