Capítulo 7

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Narra Manuel

Vuelvo a los camerinos con una sonrisa en la boca.

Entro más callado de lo normal y sé que todos mis compañeros siguen ahí, tomo la toalla y me seco el cabello con ella.

-¡Llegó Romeo! – grita Robben y todos comienzan a reír, me cuesta un segundo darme cuenta que es por mí, y alguien me tira una camiseta sucia, no lo veo, pero en mi interior sé que fue Javi Martinez.

-¿Qué va? – Les reto - ¿Qué hice ahora? – contesto haciéndome el inocente.

-No te hagas – me dice Müller – que todos te vimos paseando por la cancha con tu nueva doncella – termina haciéndome muecas.

-Es una amiga – les digo mientras ordeno mi bolso – son unos molestosos.

Todos empiezan a hacer gritos de "uuuuh".

- ¡Ay el amor! – grita Lahm saliendo de la ducha con una voz de niña y me río al instante.

-Es una niña – me dice Götze mientras se cambia – además, no está tan buena – termina con una sonrisa de galán.

-Habló él que no se cree niño – le retó Müller y comenzó a jugar a las luchas, a decir verdad, Götze era el menor de nosotros, 22 años.

-Yo creo que está guapa – dijo Müller cuando terminó de molestar.

-Pero hay mejores – repite Götze.

-Mejores hechas de plástico – se mete  Schweinsteiger  que ahora se arregla el cabello frente al espejo.

-Es una amiga va – les repetí – además sí, es muy joven y siento culpa porque casi la atropello el otro día.

- Jodida forma de ligar – me grita Toni Kroos mientras se ducha y todos reímos de nuevo.

-Un hombre y una mujer pueden ser amigos – me río inocente.

- Casi nunca – me contradice Robben

-Yo tengo amigas – continua Mario Götze con sonrisa picara.

-Porque te las follas a todas – le reclama Müller y lo empuja entre risas – cerdo.

Termino de arreglar mis cosas y me despido, salgo al estacionamiento exclusivo y la veo a lo lejos, aún trae a su hermana en brazos, trato de no sonar pervertido, pero tiene lindas piernas y ojos bonitos, muy bonitos.

Me quedo parado mirando y no me doy cuenta, traigo la llave del jeep en la mano, alguien pasa su brazo por mi hombro para abrazarme, lo miro de reojo, Kroos.

-Vamos, hombre, disimúlalo un poco – me dice mientras la mira y se ríe de mi – le golpeo el estómago con el codo y me subo al auto, él aún se queja riéndose afuera.

-¡Se parece a mi prima Katia de 13! – me grita desde afuera y le muestro el dedo de en medio.

 Narra Emily

Me acuesto esa noche y no puedo dormir, miro el techo por horas, pero no puedo dejar de sonreír, pienso en lo que paso hoy y me tapo la cara con las sabanas, y me repito, no puede ser, no puede ser.

Me muevo en la cama y trato de conciliar el sueño pero es imposible, y pienso en él, me odio a mi misma por no verlo como un amigo, porque es imposible no gustar de él, digo todo en Manuel Neuer es simplemente perfecto, sus ojos azules, su cabello que muero por tocar, su sonrisa sincera, la manera en que hace muecas, o el sonido de su risa, hasta el lindo acento alemán que aún tiene al hablar.

Me duermo pensando en cosas lindas de Manuel Neuer.

Cuando el sol sale me pega en la cara, siento que dormí poco, pero me levanto de inmediato, son 10am, camino en pijama por la casa, entro a la cocina.

-And my heart will go on and on... – cantaba papá a todo pulmón mientras sostiene una espátula y hace hotcakes, lo miro dudosa mientras tomo la caja de cereal.

- ¿Qué te sucede? – le pregunto mientras vierto la leche en el plato.

-Nada, solo canto canciones noventeras, eso hacemos los padres – me responde mientras se traga un hotcake, y me mira – es que el amor está en el aire.

Lo miro enojada, sé que el comentario es para mí, tomo el bol de cereal y voy a la sala a ver televisión con Augusta, que parece hipnotizada con la versión alemana de Pepa pig.

El día pasa lento y me digo a mi misma que tengo que calmarme, y trato de hacer yoga pero soy jodidamente mala para eso, luego mamá entra a mi habitación y se sienta en la cama.

-¿Cómo estás? – me pregunta mientras me mira.

-Bien mamá – le contesto mientras miro por la ventana – estoy bien.

-Lo sé – me contesta y tira de mi brazo para que me acueste con ella y lo hago.

-Es solo que estoy preocupada – me confiesa – digo, estoy nerviosa, creo que estoy más nerviosa que tú – me dice y me río.

-¿Bromeas? – Le contesto – creo que se me duermen las piernas de solo pensarlo.

- Bien, entonces hablemos – me tranquiliza mamá mientras me hace cariño en el pelo.

- Bien, no sé, solo quiero agradarle – le contesto.

-¿O gustar? – me pregunta mamá.

- Dios mamá – me levanto y la miro – bien, estas cosas no le pasan a chicas como yo, y solo quiero agradarle, pasar el rato, digo, no ese pasar el rato que imaginas – mamá se pone a reír.

-Solo no sé, pienso que le caigo bien, no me hago ilusiones, o sea, tenemos como 10 años de diferencia, y él no sé, es total y completamente distinto a mí, y yo sé como son, digo, son futbolistas – me confundo sola al hablar – solo quiero ser su amiga, él me agrada – termino de decir.

Mamá me acaricia de nuevo – eres tan igual a tu papá – me dice y yo escondo la cara en mis manos – bien, tienes todo claro al parecer – me lanza – pero tienes que saber que eres una chica asombrosa, en serio, no lo digo por ser tu madre, y eres preciosa por fuera y por dentro – me dice dándome besos en la cara mientras se para, la miro en silencio y los pelos me cubren el rostro.

Ah sí – me dice mientras se para en el marco de la puerta – y si le agradas y mucho.


Me gusta todo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora