MARIANA FLORES MELO: MUJER Y POBREZA | IGUALDAD Y CONCILIACIÓN

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El trabajo de cuidados no remunerado es un factor clave

para determinar si las mujeres acceden al empleo y permanecen en él,

así como la calidad de los trabajos que desempeñan.

OIT

Se han publicado en los últimos días varios informes sobre vulnerabilidad y pobreza que llaman a la reflexión. VOCES CONTRA LA PRECARIEDAD:MUJERES Y POBREZA LABORAL EN EUROPA de Intermón Oxfam, presenta una realidad poco halagüeña, en especial para las mujeres. Señala: En la Europa de los 28 (UE-28), al igual que en España, las mujeres tienen el doble de probabilidades de tener un trabajo con baja remuneración que los hombres, es decir, la recuperación de la crisis económica está aumentando las desigualdades de género.

El VI Informe FOESSA Exclusión Estructural e Integración Social, al analizar la salida de la crisis apunta a una recuperación, pero sólo para determinados sectores de población, para las personas con riesgo de vulnerabilidad y pobreza los avances, cuando los hay, son limitados. El porcentaje de hogares con todos sus activos en paro han disminuido considerablemente, pero esto no ha supuesto que la vulnerabilidad de los hogares disminuya. La población en situación de exclusión ha pasado del 16,4% en 2007 al 18,4 actual, 4 millones de personas viven en condiciones de exclusión severa, 1.2 millones más que en 2013. Una situación a destacar: tener empleo no garantiza salir de la vulnerabilidad, debido a la precariedad, los bajos salarios y la temporalidad. El informe que estamos analizando no contempla datos desagrados por sexo, lo que es incomprensible. Al analizar la exclusión en base a los hogares se enmascara la realidad de las mujeres.

Por su parte el estudio: : EL ESTADO DE LA POBREZA, seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España, investiga los cambios registrados en el número de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social mediante el estudio de la evolución del indicador AROPE y de sus componentes, entre los años 2009 y 2015. En la llamada Estrategia EU2020, se pretende reducir el número de personas que viven en situaciones de pobreza y exclusión social. Para España el objetivo se situaba en reducir el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en 1,4 millones antes del año 2020. Pero la realidad es muy diferente, transcurrida ya la mitad del período previsto para la consecución de los objetivos europeos, puede afirmarse que en España no sólo no se ha avanzado en la reducción de la pobreza y la exclusión social, sino que ésta ha aumentado enormemente. En 2013 se produjo un ligero avance, pero a partir de 2014 empeora la situación.

El trabajo de cuidados no remunerado es un factor clave para determinar si las mujeres acceden al empleo y permanecen en él, así como la calidad de los trabajos que desempeñan, según el informe: EL TRABAJO DE CUIDADOS Y LOS TRABAJADORES DEL CUIDADO PARA UN FUTURO CON TRABAJO DECENTE. Añade que: el grueso del trabajo de cuidados en todo el mundo es realizado por cuidadoras y cuidadores no remunerados, en su mayoría mujeres y niñas pertenecientes a grupos socialmente desfavorecidos.

En el mundo, el trabajo doméstico no remunerado e invisibilizado de las mujeres asciende a 10 billones de dólares al año, el 13% del PIB mundial, Intermón Oxfam.

Los roles de género siguen siendo determinantes para las mujeres que ven mermadas sus posibilidades de empleo, se ven abocadas a trabajar a tiempo parcial y en trabajos precarios. Las mujeres tienen el doble de posibilidades que los hombres de estar en un trabajo parcial no deseado en España... y casi 3 de cada 4 personas con un trabajo parcial involuntario son mujeres, FOESA.

A menos que estas necesidades de cuidado adicionales sean abordadas por políticas de cuidado adecuadas, esta demanda adicional de trabajo de cuidados remunerado –si continúa sin satisfacerse– probablemente siga limitando la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, imponiendo una carga adicional a las mujeres y acentuando más aún la desigualdad, OIT.

Según Save the Children: El riesgo de pobreza o exclusión social infantil afecta a más de uno de cada tres menores de edad en España (35,8%) y no ha dejado de crecer desde el 2007, superando las tasas de la población general. Continúa diciendo que esta situación afecta al 53,3% de los hogares monoparentales. El 83% de estas familias está encabezada por una mujer, por lo que debemos hablar de familias monomarentales y en este caso la pobreza infantil aumenta, incluso cuando la madre tenga empleo. Una vez más constatamos que es imprescindible abordar esta situación con un enfoque de género que permita una mejor identificación de los factores de exclusión.

Estas citas nos ponen en un escenario preocupante, un elevado número de personas viven en nuestro país en situación de precariedad y las mujeres son las más perjudicadas. He analizado reiteradamente las implicaciones que tiene para las mujeres ser las principales responsables de lo que se ha dado en llamar el trabajo de cuidar. En ¿Por qué cuidan las mujeres?, desmonto la idea de que las mujeres lleven impreso en su ADN el instinto de cuidar: Hay quienes consideran 'natural' que cuiden las mujeres, piensan que ellas están más preparadas biológicamente, que es su función hacerlo, pero se olvidan que mujeres y hombres no nacen con unas capacidades diferentes, que es la construcción social del género la que determina las tareas que unas y otros deben realizar en cada momento de su vida.

Todas las personas en situación de dependencia merecen un trato digno, vivan en una residencia pública o privada, en un centro de día o en su domicilio. Por su vulnerabilidad merecen respeto y dignidad. Queda mucho por hacer, dice Eva Nasarre en su cuenta de twitter. No puedo estar más de acuerdo, incido en que las políticas públicas tienen que tener en cuenta las desigualdades de género, eliminar dichas desigualdades, no potenciarlas.

Mariana Flores Melo: Derechos de la MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora