Capitulo XVII

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Perséfone

Desperté al sentir las caricias de Damián en mi espalda, luego de nuestro primer encuentro lo repetimos otras tres veces, razón por la que ahora sentía una molestia en mi entrepierna, pero había valido totalmente la pena.

Gire la cabeza para poder ver al castaño, el cual me sonrió al verme despierta, se inclinó y me dio un pequeño beso en los labios.

- ¿Descansaste? - cuestiono siguiendo con las caricias en mi espalda

-Sí, ¿llevas mucho despierto?

-También tengo poco de haberme levantado.

Mi estomago hizo acto de presencia haciendo ruido para avisarme que ya debía comer y la verdad después de mi sesión de cardio con Damián me estaba muriendo del hambre.

-Iré a prepararnos algo de comer. - hablo el castaño poniéndose de pie, me mordí el labio al verlo, creo que mis ganas por el crecieron más ahora que lo había probado

- Te acompaño. - sentencié, pero al moverme sentí una leve molestia en la entrepierna

- ¿estas bien? – pregunto con gesto preocupado

- sí, solo fue la falta de costumbre. – conteste levantándome con la ayuda de Damián

Desde que mi relación con Abraham había terminado no estuve con nadie más, pero por obvias razones no iba a decirle eso a Damián.

Luego de colocarnos nuestra ropa bajamos a preparar algo, por la hora decidimos hacer algo más sencillo que la lasaña.

-Podemos hacer unos sándwiches. - propuso Damián mirando dentro del refrigerador

-Por mi está bien.

Intente acercarme a él para ayudarle a prepararlos, pero me mando de nuevo a mi lugar, estaba tan concentrada viéndolo que no escuche la puerta abrirse fue hasta que Damián hizo un gesto con la cabeza para saludar a Eros que me percate de su presencia.

- ¿Cómo te fue? - pregunte con una sonrisa, luego de que dejara un beso en mi mejilla

Mi hermano observo mi cuello con una sonrisa para luego pasar su vista hacia Damián.

Me fue inevitable no reírme al ver que el rostro del castaño adquiría un leve pero perceptible sonrojo por la mirada de Eros, si bien no presentaba marcas significativas en el cuello, si eran evidentes unas pequeñas líneas rojas por los besos y dedos de Damián.

-Bien, el enano se cansó bastante. - contesto desviando la vista hacia Oreo que se encontraba acostado con la panza hacia arriba en su cama

Ni siquiera se había acercado a saludarme así que en definitiva estaba cansado.

Luego de comer la madre de Damián le llamo para que fuera a su casa a ayudarle con algunas cosas así que ahora me encontraba en la sala viendo Supernatural, gire el rostro hacia las escaleras al escuchar los pasos de mis hermanos.

Ya se habían tardado en hablar conmigo.

Ares había llegado minutos después de la partida de Damián, ambos se sentaron a mi lado en el sillón.

-Falta una semana. - susurro Eros tomando mi mano

-Lo sé. - aprete su mano para mostrarle apoyo,

Recargue mi cabeza en el hombro de Ares, a pesar de que mi hermano no era muy expresivo sabía que al igual que a mi esta fecha nos afectaban muchísimo.

-Será una semana dura así que debemos evitar exaltarnos con pequeñeces. - murmure, aunque era más una advertencia para Ares y para mí ya que éramos los que peor llevábamos estas fechas.

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⏰ Poslední aktualizace: Oct 22, 2023 ⏰

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