Capítulo XXXIV: Keep Yourself Alive (Reprise)

194 25 41
                                        

—¿Ethan?

—¿Se ha despertado?

—Creo que ha movido un poco los ojos.

—Sí, sí. Ya reacciona.

El muchacho abrió lentamente los ojos, con molestia por la luz que entraba por la ventana y llegaba directa a su cara.

—¡Está vivo!

—Oh, vamos, Artie. No seas idiota.

—Ethan, ¿cómo te encuentras?

Cuando se acostumbró al brillo, miró a su alrededor en busca del origen de esas voces. La primera a la que vio fue Maggie, a su lado. Detrás de ella estaban Sammy y Arthur. Las paredes blancas y las cortinas corridas parecían las de un hospital.

—... ¿Qué...? —intentó incorporarse, en la camilla—. ¿Qué... ha pasado...?

—Te desmayaste en la oficina esta mañana —explicó Maggie primero.

—Al parecer te resbalaste con unos papeles, caíste al suelo y golpeaste una mesa con la cabeza en el trayecto. Te encontró tu compañera Zebra y nos llamó —siguió Sammy.

—Probablemente el estrés también ayudó a que lleves seis horas totalmente inconsciente. Llevabas días sin dormir casi nada —le reprendió su hermana.

—Todo por hacer horas extra en ese estudio para comprarte el dichoso bombo nuevo —Artie chasqueó la lengua—. Podríamos habértelo regalado por tu cumpleaños, cretino.

Ethan sacudió levemente la cabeza, asimilando toda la información.

—Pero... El concierto... —murmuró frunciendo el ceño.

—¿Qué concierto? —preguntó Maggie.

—El concierto... La azotea... El suelo estaba...

Arthur se llevó una mano a la cabeza— Oh, no. Se nos ha quedado tonto —Sammy le dio un codazo en la barriga.

—La azotea del edificio —dijo algo más espabilado Ethan—. En el apartamento nuevo.

—¿Apartamento nuevo? No hemos ido a ningún apartamento nuevo —dijo Maggie, empezando a preocuparse un poco.

—Qué va, seguimos viviendo en el viejo de siempre con goteras en el cuarto de baño. Y ese sofá sigue siendo mi cama —apuntó Artie al final.

—Y ese edificio no tiene azotea —Sammy se cruzó de brazos, también algo desorientado ahora.

—Pero —Ethan volvió a sacudir la cabeza—... Arthur era un hacker —dijo señalando a éste—..., y Maggie salía con un tío idiota llamado Jimmy —esta vez la señaló a ella—..., que estaba también con una tal Jenny... Y luego...

Los tres lo miraron, confundidos y preocupados.

—¿¡Un hacker!? —Artie reflexionó un segundo y se echó a reír—. ¡Lo que me faltaba, tío! Bastante tengo con haber aprendido a usar los amplis para el bajo.

—¿Jimmy y Jenny? —Sammy miró a Maggie con duda, pero ella se encogió de hombros negando con la cabeza.

—Ha sido un sueño, Ethan. No nos hemos movido de aquí desde que fuimos a buscarte y te trajeron en la ambulancia —su hermana le puso una mano en el hombro.

—Tal vez ese golpe ha sido más grave de lo que creíamos —sugirió Sam rascándose la nuca.

—No se te ocurra buscar esa azotea fantasma que la liamos, ¿eh, colega? Y tampoco sigas ningún camino de baldosas amarillas, que te haría falta un buen chute de alguna mierda para encontrarlo —dijo ácido Arthur, secándose una lagrimilla de haber reído y poniéndose su chaqueta de cuero.

KEEP YOURSELF ALIVE #4: Crossing the HOT SPACE! ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora