Capítulo XXXIII: God Save The Queen

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Ethan se asomó abajo desde el bordillo que rodeaba la azotea. Pensó en lo rápido que había sucedido todo. Aquello parecía irreal. Se sentía soñando la cosa más increíble que jamás habría sido capaz de imaginar en su vida.

—¡Todo listo! —exclamó Maggie con unos cascos al cuello para avisar a todos.

Allí estaban Sammy y Arthur, dispuestos a ayudarles con lo que tenían entre manos. El plan de la chica consistía en que los cuatro a la vez realizaran una retransmisión en directo del concierto. Avisaron con antelación por redes sociales, y ya habían recibido miles de respuestas de interesados.

—¡Lo vamos a petar! —dijo Roger, afianzando sus palabras con un redoble de tambores. Habían colocado la batería al fondo, para repartirse los otros tres por el resto de la superficie como si de un escenario se tratara.

—Esto es una locura, pero una de las buenas —comentó con sorna John, que parecía incluso mareado.

—Estamos listos para esto, ¿verdad? —Brian resoplaba con vértigo.

Ethan terminó de conectar los amplificadores que había tomado prestados de su trabajo en la guitarra y el bajo. Freddie miraba al suelo sacudiendo los brazos y la cabeza. Alzó la vista y se aproximó a sus compañeros con un micrófono en la mano y un palo pegado a este, imitando al que solía utilizar. Se había maquillado y había conseguido un traje de licra blanco y negro igualito al que pensaba llevar en su propio tiempo. Ethan y Maggie, Sammy y Artie habían juntado el dinero para comprarlo.

—Vamos a romper el suelo, queridos —dijo con rotundidad a sus amigos. Todos asintieron con la misma expresión de confianza.

Arthur se dirigió a Maggie y Sammy— Después de lo que ha pasado en Twitter, capaces son de romper el suelo de verdad.

—¿De dónde han salido, Maggie? Porque son una pasada.

Maggie esbozó una sonrisa y le miró enigmática— ... Vienen del pasado.

Sammy se echó a reír, pero Ethan y Arthur, que la habían oído, compartieron una mirada cómplice con ella. Ethan conectó finalmente el piano de Freddie y un micrófono más sobre este.

—Ahora sí está todo listo —juntó las manos y se dirigió a la banda—. No tengo ni idea de cómo hemos llegado hasta aquí en... ¿cuánto? ¿Un mes? ¿Dos? ¿Tres? ¿Cuatro?

Freddie le puso una mano en el hombro para que se detuviera— ¡Eso no importa, querido! Lo que importa es que ahora vamos a demostrarle a este siglo lo que es la verdadera música.

—Y demostrarte a ti que elegiste el grupo correcto para ser fan... incondicional —dijo bromista Brian, sin dejar de estar nervioso.

—Incluso cuando no existimos —añadió John con una risotada.

—Sólo observa, pequeño ayudante —Freddie le guiñó el ojo y se puso junto a sus tres compañeros.

Ethan esbozó una sonrisa y suspiró un poco— Adelante, Queen. Enseñadles de qué sois capaces.

—¡YES, SIR! —gritó Roger alzando las baquetas.

El chico se alejó de los cuatro y se colocó donde estaban su hermana y los demás. Habían conectado el sonido de los instrumentos y los micrófonos a los móviles para que el audio retransmitido fuera más limpio. Todo estaba preparado. Sin más dilación, contaron hasta tres. El concierto dio comienzo. Ethan cogió aire mientras podía.

Freddie se sentó al piano, y comenzó a tocar la versión instrumental de Seven Seas Of Rhye. El número de espectadores en directo comenzó a subir como la espuma tan solo con las primeras notas del instrumento. Cuando aún no llegaba a la mitad de la composición, ya había más de dos mil personas viéndoles.

KEEP YOURSELF ALIVE #4: Crossing the HOT SPACE! ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora