En la locura vaga la verdad... [EDITADO]

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-No me malinterpretes. Me pone feliz verte asi. Es solo que me encantaria poder asegurarme que nadie te lastime. No me hagas caso, cosa de padre celoso. Te amo nena. -me dijo, dandome un calido beso en la frente. 

Le sonrei abiertamente. Ese tipo de cariño era algo que me habia hecho falta durante dos años, ese cuidado, esas palabras, eran como un bálsamo para mi cansado corazon que ansiaba una familia que penso, le faltaba. 

John se fue a trabajar, no sin antes darme muy a mi pesar, un telefono nuevo. Lo habia cargado toda la noche para que estuviera listo cuando el tuviera que dejarme. Me dio el numero que le correspondia y yo diria que feliz, emprendio la marcha.

Corri con prisa a cambiarme. No tenia idea de lo que tenia en el guardarropa, asi que meti la cabeza de lleno a ver que podia rescatar. Estaba muy nerviosa, podria pensar que esta era "una primera cita". Queria estar perfecta, sentia esa necesidad de verme hermosa, de que no sea capaz de quitarme los ojos de encima. Sonrei tontamente ante la idea... Mi estomago vibro sonoramente y me sonroje. Me desconocia, aunque pensandolo bien, ¿en que momento me habia conocido?

Opte por usar una falda de jean claro, una blusa blanca combinada con unas converse del mismo tono. Solte mi pelo, que al tenerlo atado al dormir, caia en ondas suaves y delicadas. Corri al baño a mirarme al espejo y rogue porque hubiera algo que sirviera, algun delineador o algun brillo labial, pero nada. Volvi a mi cuarto y revolvi todo, al fondo de uno de los cajones habia un estuche pequeño con algunos maquillajes. No quise pintarme mucho, ademas, todos los productos se veian un tanto viejos. Use un poco de delineador negro simplemente para enmarcar finamente los ojos y un palido labial rosa, para darle un poco de color al rostro. Al ser de dia, no podia usar otras cosas o quedaria como una pintura de Dalí.

Me sente en el living a esperar, queria relajarme pero los nervios me estaban matando. Me sentia hiperactiva, no me podia quedar quieta y el tiempo pasaba como si los minutos fueran años. No toleraba estar ni cinco segundos sentada. Ya cuando creia estar al borde de la locura, el timbre sonó.

Respire profundo antes de abrir, no queria que Sean me viera en ese estado o pensaria quien sabe que cosas de mi.

-Hola. -le dije timidamente al recibirlo.

-India... Estas... hermosa. -respondio el, abriendo los ojos de par en par. Tuve que controlarme internamente para no arrojarme a sus brazos como una estupida.

-Gracias... em... ¿quieres... pasar? -pregunte timidamente.

-No, creo que no sera necesario. ¿Vamos? Quiero pasear un poco contigo. 

Sonrei ante la propuesta. Algo normal no me vendria nada mal. Cerre la puerta con llave al salir y me dirigi a su coche. Aun sentia nervios, pero estaba mas calmada al tenerlo conmigo. Sentia que no importaba el lugar ni la gente, siempre y cuando estuviera con el, me encontraria a salvo. No comprendia del todo el sentimiento, habia alli una vaga sensación de deja vu, pero no me molestaba. Ni siquiera lograba concentrarme en lo importante, en develar nuestro misterio. Sean ejercia un poder magnetico sobre mi, abrumador  e hipnotico, al punto de hacerme olvidar el resto del mundo.

-Estas nerviosa. -me dijo con una media sonrisa al encender el auto. Lo mire con timidez y sorpresa, pues no esperaba ser tan evidente. -Te ves aun mas hermosa cuando te sonrojas...

Me parecio sentir que mi corazon habia desaparecido, pero luego volvio a mi retumbando como si de la bateria de un concierto se tratara.

-Yo... y-yo... Sean, es que... -comence a balbucear como una idiota. Es que me miraba profundamente a los ojos, yo no sabia que hacer. Que decir.

Cronicas Elementales: El altar del druida (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora