Enamorado De Mi Hermana -SEGUNDA TEMPORADA-

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___podía ser feliz con cualquier otro, pero él no quería verla con nadie más que no sea él. Era egoísta. Pero debía de decirle que era mejor que busque a alguien que la pueda hacer feliz. Como él lo hubiese hecho si no fuera su hermano. Pero no se atrevía. 

Aparcó su auto en la entrada del departamento de Eduardo. Estaba viviendo con Marina. Al parecer iban enserio. Su amigo también estaba a cargo de la compañía de su padre. Pero no tenia tanto trabajo como él. A veces deseaba estar en su lugar.

Después de haber tocado el timbre apareció en el umbral un Eduardo que él no conocía. Llevaba un delantal, al parecer estaba cocinando. Eduardo rio a carcajadas hasta más no poder. ¿Su amigo cocinando? Eso nunca se lo podía haber imaginado. Eduardo no sabía preparar siquiera un café, esto debería ser obra de Marina, pensó. Su amigo lo miro mal.

-Oye cálmate, que fue obra de Marina–lo sabía, pensó- ¿Y qué te trae por aquí? –Christian paró de reír y se puso melancólico en un abrir y cerrar de ojos- ¿Qué paso Christian? Entra – Christian entro y vio a Marina en la cocina. 

-Hola Christian –le sonrió ella y se acercó a saludarlo -¿Estás bien? –el negó- oh… espérenme apago la estufa y vengo con ustedes. Ambos asintieron. 

Se habían convertido en sus amigos de confianza. Marina ya sabía lo que él había tenido con ___. Se había enterado por Eduardo, es que su amigo no le ocultaba nada a su novia y ella los había pillado hablando sobre su hermana. Marina se había puesto muy celosa aquella vez pensando que Eduardo estaba tras ____, pero al enterarse de la verdad lo había perdonado y había decidido ayudar a Christian. Después de todo era su amigo y le agradaba mucho. 

-Espero que no les haya molestado –dijo apenado- pero no tenía adonde ir 

-Claro que no es molestia –le sonrió Marina- por tu hermana estás así ¿no? –Christian asintió. 

-Es que hoy me llamo –los miro- sonaba muy triste, me partió el corazón. Yo no quiero mentirle, pero tampoco quiero perderla. 

-Pero la haces sufrir Christian, dile la verdad o ve a verla –dijo Marina.

-Yo concuerdo con mi novia – “novia” que lindo sonaba para Christian. Quería llamar de aquella forma a ___, pero nunca podría. Nunca. 

-Pero sabes que no puedo, parece como si mi padre se diese cuenta –pensó una vez más en ello. Siempre que ___ lo llamaba le llenaba de trabajos, y cada vez que salía por días le preguntaba dónde y con quien iba. Siempre había salido nada más que con sus amigos. Esa actitud que tomaba su padre lo enfurecía.

-¿Crees que lo sepa? –preguntó Eduardo. Christian lo miro.

-No lo sé, pero anda raro con mi mamá. Algo me oculta y no sé que es. –Eduardo frunció el ceño. 

-Yo creo que debes de conseguirte una novia –Christian la miro como diciendo: ¿Me estás hablando enserio?- vamos Christian… de esa manera tu padre evitará preguntarte cosas, podrás ponerle de pretexto que sales con tu novia y vas a solucionar las cosas con tu hermana. Nadie se enterará – su amigo tenía razón, pensó Christian. 

-Pero sabes que no puedo tener nada con nadie y nadie querrá ayudarme con esto. ¡Maldita sea! No le puedo decir a nadie más –se agarró del pelo frustrado. 

Christian pensó y pensó. ¡Demonios! Miro a ambos amigos que tenía enfrente de él. Sonrió. Eduardo lo miro con el ceño fruncido. Eduardo se dio cuenta de lo que estaba pensando y negó.

-No cuentes con eso –le dijo antes de que se lo propusiera. Christian decayó de nuevo.

-¿Por qué no Eduardo? Solo será por la próxima semana, solo un par de veces –Marina los miro confundida.

Novelas De Christian OrdazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora