- Te podría haber llevado Nash. - dice él con voz celosa. Está claro que no le ha sentado bien. Pero ahora ya he dado mi primer beso, y estoy completamente segura de que me siento menos insegura que antes.

- Sólo ha sido un juego.

- ¿Os habéis besado?

- No. - miento. Él sonríe aliviado.

- ¿Nos vamos?

- Si.

En el camino de vuelta me agarro a él como si no tuviera otro agarre en la moto. Mi pelo vuela por debajo del casco. Cuando llegamos no me doy cuenta. Shawn tiene que despertarme de mi sueño - despierta. 

- Nos vemos mañana. - digo entrando en mi casa.

- ¡Hey, Clarke! 

- ¿Qué?

- ¿Mañana tienes algo qué hacer?

- No. ¿Por qué?

- Para que me ayudes a pintar mi cuarto.

- Claro.

Durante toda la mañana siguiente estoy nerviosa por lo que pueda pasar en la tarde. No son esos típicos nervios de miedo, sino esos típicos nervios de espera. 

A la hora de la comida me siento sola en una mesa a leer. Todos mis amigos están en el partido de baloncesto. El primero del año. Un total aburrimiento. Mahogany y Fanny están en la banda de música, y todos los chicos menos Aaron y Jacob están en el equipo de baloncesto.

- No deberías de estar aquí sola. - miro hacia la voz que me habla. Esos ojos azules vuelven a incordiarme de nuevo.

- No me gusta el baloncesto, Nash, y lo sabes.

- No se trata de ver baloncesto, se trata de animar a tus amigos.

- Para eso están las animadoras.

- ¿Acaso Diana o Cris lo harían mejor que tú? - me mira con cara de perrito degollado. ¡Maldito Nash! ¿Por qué tiene que ser tan mono?

- No pienso ir. - que sea mono no va a cambiar mi opinión sobre que los partidos de baloncesto de mi instituto son una manera de pegarse los unos con los otros por cosas pasadas.

- Te obligaré.

Nash me quita el libro de las manos y lo mete en mi mochila. Después me coge de la cintura y me monta en sus hombros como si fuera un saco de patatas. Pataleo y le grito, exigiéndole que me suelte. No me hace caso. Entramos en el pabellón y todo el mundo nos mira. Hay un descanso y el que no se está liando está hablando del partido. Nash me sienta al lado de Jacob y Aaron, los cuáles se están riendo a carcajada vida.

- Menudos pelos. - dice Jacob, que siempre se mete con mis pelos.

- Yo creo que estás preciosa. - dice Aaron con ojos de cordero.

- ¡Te quiero ve animar! - me grita Nash mientras vuelve al juego.

Con la emoción del momento, cada vez que el equipo de mis amigos mete canasta, me levanto y comienzo a gritar. Shawn me ve y me saluda con una sonrisa. Yo se la devuelvo. Está completamente sudado y aún así es el más guapo de todos los que hay en la cancha.

Cuando el partido termina todos los chicos, tanto de las gradas como de la cancha, se marchan. Yo me quedo esperando a que los de la banda salgan. Estoy sola en un pabellón lleno de comida y confeti. Los chicos han vuelto a ganar.

Nash aparece con una sonrisa y sin ducharse. Se sienta a mi lado y sonríe.

- Buen partido. - digo yo sonriendo.

- Te dije que te gustaría.

- Tendré que venir más a menudo.

- Oye, ¿tienes algo qué hacer esta tarde?

- Si. ¿Por qué?

- Nada... Es que había alquilado El Diario de Noah. Sabía que te gustaba y...

- Tú odias esa película.

- Pero a ti te gusta, ¿no? - dice él nervioso. Su sudor bastante notable se vuelve más notable en estos momentos.

- Esta tarde he quedado con Shawn, podemos ir a ver una película.

- ¿Los tres?

- Si, ¿por qué no? - ¿Por qué no? ¡Clarke Aplin, eres gilipollas!

- Claro. Van a estrenar la nueva de Transformer...

- No. - me niego yo.

- También está Bajo la Misma Estrella.

- ¡Decidido! Esa.

- Siempre eliges tú la película. - se queja él.

- Porque tú me dejas. - al ver salir a las chicas de los vestuarios me levanto y me despido - Te espero esta tarde a las siete en el cine. 

- Hay que mirar la hora de estreno.

- Es a las ocho. Ya he ido a verla.

- ¿Y la vas a ver otra vez?

- ¡Todo por August Walters! - él se ríe sin entender lo que digo.

Al llegar a mi casa Anaí no para de hablar de lo buen alumno que es Shawn. Que sus notas son impresionantes, superan las de Nash y Jacob, los empollones - populares - ligones. 

Cuando llegan las cinco, a la hora que he quedado con Shawn, me pongo un chándal medio en condiciones para, primero, si me mancho poder tirar la ropa sin ningún esfuerzo y, dos, no parecer que voy a una cita. Aunque tampoco es que pintar una habitación sea signo de cita.

Toco la puerta de la casa de Shawn hasta que me abre. Sale con una camiseta blanca y unos pantalones cortos negros.

- ¿Qué es eso del cine? - me pregunta en cuanto me ve.

- Nash me invitó y como quedé contigo... - y como quedé contigo, Shawn, no se me ocurrió otra cosa mejor que quedar con el chico que me llega gustando desde que tengo uso de razón y contigo al vez. ¡Qué me den un premio por ser la mente más inteligente del planeta tierra!

- Genial. Me encantaría ver esa película. 

- ¿Dónde está tu cuarto?

- ¿Ya vas con esas, Clarke? No sabía que eras así... - bromea Shawn.

- Pues sí, soy una salida empedernida. No hago otra cosa que pensar en sexo. Así que a tu cuarto ahora...

¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡MIERDA! La madre de Shawn aparece con un cubo de pintura desde el salón. Me ha escuchado decir mi discurso sobre lo guarra que soy, así que ahora he quedado como la guarra más guarra del vecindario. Genial.

- Hola, Clarke. - dice su madre - Usar protección.

En cuanto dice eso entra en la cocina. Shawn y yo nos miramos y comenzamos a reírnos.

- Bueno, ahora podemos ir a pintar. - dice él.

- Con protección. - los dos nos reímos.

Su habitación está desierta. Según me ha dicho duerme con su hermana hasta que pinten la habitación. Ha escogido el color verde claro. Es muy bonito. Mientras pintamos a mí se me ocurre la genial idea de llenar la cara de Shawn de pintura verde, entonces él coge y mete su mano en el cubo, acto seguido me la estampa en la cara llenándomela entera. Yo le mancho la camiseta y el cuello y él a mi por completo.

Al final, gracias a mi aguda torpeza, me acabo cayendo en el suelo lleno de periódicos. Shawn se resbala y de cae encima mía. Sus ojos me miran expectantes. Entonces pasa. Me besa.

CATCH ME (SHAWN MENDES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora