Untitled Part 1

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¿Cómo salvas del abismo al alma corrompida?

Al alma sucia y llena de odio.

A esa alma que de santa no queda más que el rastro de un viejo brillo.

¿Cómo salvas de la oscuridad a quien reina dentro de ella?

¿Cómo haces para borrar sus recuerdos pasados?, esos que ni siquiera es capaz de recordar con certeza

pero que ahí están para aterrarla en las noches de inconsciencia.

Esos recuerdos que la arrastran de nuevo al vacío de la oscuridad incierta

¿Cómo salvas de si misma a quien no sabe siquiera quién es?

¿Como puedes arrebatarles de las garras esa alma tan querida que no hace más que incendiar el cuerpo de quien posea?

La bailarina gira y gira una y otra vez olvidándose de que no tiene piernas.

El escritor sin manos sigue escribiendo en sangre las memorias de los que no recuerdan.

El artista, sin colores con los que pintar, escupe sobre el lienzo los restos de ignorancia que le quedan dentro de esa repugnante boca suya.

¿Cómo salvas a esas miles de vidas sin sentido?

A esos vagos del mundo.

A esos proxenetas de la alegría.

A esos niños violados por ángeles sin sonrisas.

¿Cómo salvas a los de cuerpos descorazonados?

A esos cuerpos desviscerados.

Torturados hasta el borde de la muerte y que suplican por una mísera porción de su alegría

Que se prostituyen por una sonrisa vacía.

¿No ves lo pobre de sus miradas?

La desnutrición de su mente.

Lo aterrador de sus heridas abiertas.

Supurantes.

Infectadas de bacterias que le regalan, con manos extendidas, la muerte.

¿Cómo salvas de las lenguas del demonio a la mente desgarrada?

Te sonríe desde la oscuridad de su habitación.

Como si el dolor en ella no existiera.

Como si ellos no fueran más que niños aún inocentes.

Todos giran.

Todos bailan como posesos.

Chocando unos contra otros.

Enfermos en su mente.

Libres en su locura.

Atados en esa eterna agonía que los lleva hasta olvidarse que existen.

Porque ellos no existen más que para morir entre las sombras.

Sus cuerpos cansados no paran de girar.

Sus mentes les juegan malas pasadas haciéndoles creer que son algo más que simples sobras de una sociedad inmunda.

La bailarina sin piernas sigue girando mientras el escritor sin manos escribe, con la sangre de ella, en la espalda del pintor que ahora usa la podredumbre de tu boca para crear un mundo para nosotros.

Para nosotros los de ojos de cristal y boca cocida con el hilo del destino de las parcas.

Para nosotros, los que vacíos seguimos llenando nuestro cuerpo de los deshechos de este mundo podrido.

5 de Agosto 2015Where stories live. Discover now