El intercambio [Larry Stylinson]

Capitulo 8.

Dedicado a:  Vale_Moreno,  XochiltWayland  @hoodstop  @fefablahblah y a @_niallxcvb que estuvo de cumpleaños  :)

No alcanzaron a decir nada cuando James ya se encontraba dentro de la habitación. Estaba desconcertado y  miraba de mal gusto a ambos chicos que se encontraban demasiado cerca para él. Harry estaba sorprendido, sus labios estaban despegados a una cierta distancia, no podía creer que su padre se encontraba ahí en ese instante. Tenía que ser muy claro en lo que iba a decirle. Era demasiado tarde y estar allí con Louis de seguro le molestaría.

-¿Se puede saber qué demonios hace Louis aquí?-Preguntó molesto apuntando al menor y mirando a Harry con el ceño fruncido.

Harry miró a Louis con algo de temor en sus ojos. Observó el cabello del chico que todavía seguía desordenado debido a sus fuertes agarres. No podía dejar sacar una divertida sonrisa en ese minuto asi que pensó que debía de hablar lo más rápido posible, no tenía que aparentar estar nervioso.-Nada, él ya se iba.- Dijo mientras le daba un pequeño golpe al hombro del chico.-¿Verdad, Louis?

Louis se encontraba demasiado nervioso y sin decir nada pasó frente a la presencia de James.-Siento haberlo hecho enojar señor, le prometo que esto no volverá a suceder... buenas noches.-Lucía realmente incómodo y ruborizado por la situación. Atravesó la puerta hasta su cuarto y después de varios segundos se sentó sobre su cama. Estaba más tranquilo al ya estar solo. Agradeció porque James no hubiera llegado minutos antes y hubiera encontrado al ''huésped'' mamándosela a su hijo. Se sentía un verdadero puto al estar tragandosela a alguien para después conseguir una máxima suma dinero. No pudo evitar reír al pensar eso. Nunca había estado con un hombre y mucho menos practicar sexo oral a un chico que apenas había conocido el día anterior. Pensó que de igual forma había valido la pena, ahora tendría el dinero que Harry le prometió y ayudaría a su amigo para salir del Hospital lo antes posible. Miró el techo y sonrió negando su cabeza. Louis siempre pensó que viviría experiencias nuevas, pero jamás pensó vivir una de ese estilo. No se encontraba del todo mal al haberlo hecho, para su gusto no había estado tan mal. Se estiró sobre su cama y reflexionó en todo lo que había ocurrido ese día quedándose plácidamente dormido.

El Señor Styles cerró la puerta tras su espalda. La situación no le había gustado para nada. Miró a su hijo lo más desagradable posible, debía de explicarle que había sucedido.-¿Me vas a explicar que hacia Louis aquí y qué diablos estaban conversando a estas horas de la noche?

-Solo conversábamos padre, cosas de chicos, ya sabes.-Harry se encontraba molesto. odiaba el hecho de que su padre controlara su vida y se entrometiera en sus problemas.

James apoyó su brazo sobre un mueble de madera y siguió con la misma postura de segundos antes.-No me parece que lo hablen a estas horas y mucho menos con la puerta cerrada.

Harry frunció sus cejas meditando lo que su padre acababa de decir.-No te entiendo ¿Primero dices que aceptas a Louis para que yo no me sienta solo y ahora no puedo conversar con él mis problemas?-Harry le dio una mirada de odio y caminó pesadamente hacia el baño.

-¡Hijo espera!-James lo detuvo y sin decir nada se dio media vuelta.-No quiero que esto se vuelva a repetir.

Harry asintió de mala forma y volvió al baño dando un fuerte portazo. Ahora estaba frente al espejo observando su rostro. Estaba cansado de su padre, siempre trataba de controlar su vida, estaba cansado de ser el títere de la familia. Cerró su puño con fuerza y golpeó el vidrio que tenía en frente haciendo que se quebrara al instante. Sus ojos se cristalizaron, sentía odio por su familia. Lo tenía todo pero a la vez nada. Recogió los pedazos de vidrios y lavó su mano que estaba sangrando, le dolió y buscó una toalla para detener el flujo de sangre. Tomó una desde un mueble y la amarró a su mano. Salió del baño y se estiró en su cama. El dolor era punzante, pero no se comparaba al dolor que sentía en ese momento. Quería desaparecer de esa familia y olvidarse definitivamente de todos sus problemas.