El intercambio [Larry Stylinson]

Capitulo 7.

Harry estaba dispuesto a hablar con su padre para que expulsara de una vez por todas a Louis de la casa y definitivamente de sus pensamientos. Estaba decidido en decirle a su padre sobre el fuerte golpe que Louis le había ocasionado. El chico le atraía pero no estaría dispuesto a tenerlo allí todos los días. No era fácil para Harry controlar sus impulsos y menos ahora que Louis sabía cómo ponerlo en una situación incómoda. No dejaba de pensar en lo tonto que había actuado. Estaba nervioso y no lograba ordenar sus pensamientos. Necesitaba distraerse por un momento. Encendió la TV y se estiró sobre su cama. Estuvo largos minutos buscando un programa que le hiciera olvidarse de todo la mierda que pensaba. De un momento a otro se detuvo en un noticiero en donde una mujer anunciaba un grave accidente, subió el volumen y se acomodó en su cama sin dejar de captar toda su atención en la televisión.

"Joven sufre un brutal accidente en pleno centro de Londres"

''Se trata de un chico de nacionalidad americana y de identidad aún desconocida. Se dice que al parecer actuó para salvar la vida a su amigo y ahora se encuentra en difíciles condiciones...''

-¡LOUIS!-gritó al momento. Un miedo inundó su cuerpo al mismo tiempo que su corazón comenzaba a latir a mil por hora. Pensó en Louis y de un salto salió de la cama. Temblaba y no lograba estar quieto. Pensó por un momento que quizás no se trataba de él. Habían cientos de chicos americanos en Londres y eso lo ponía más tranquilo, pero de igual forma estaba muy preocupado por sus palabras anteriores. Recordó cuando gritaba sin conciencia que Louis muriera y eso ahora le estaba afectando. Miró el reloj de pared. Marcaban exactamente las 11:22 pm. Era tarde y Louis aún no llegaba. Estaba realmente nervioso, si algo le llegaba a pasar a ese chico no se lo perdonaría. Se sentía culpable de haber tratado a Louis de la manera que lo hizo. Salió del cuarto rumbo al baño. Tomaría una ducha para estar tranquilo y relajarse mediante a cualquier cosa que pudiera pasar más adelante. Esperaría hasta la medianoche, si Louis no se dignaba a aparecer, haría lo que fuera por saber de él e ingeniárselas para localizarlo.

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Louis se encontraba en la habitación de Mike, el Doctor Steve le permitió ver a su amigo por unos minutos obviamente con una condición de por medio la cual se trataba de no hacer tanto escándalo al momento de verlo. Éste estaba conectado a un tubo que lo mantenía con respiración. No había abierto los ojos durante todo el tiempo que estuvo allí. Tenía marcas en su cara, claros moretones en diversas partes de sus brazos al mismo tiempo que no podía ver sus piernas ya que éste se encontraba totalmente cubierto por una seda suave que cubría la mayor parte de su pecho hasta sus pies. Louis no creía lo que estaba presenciando, prácticamente su amigo había sacrificado su propia vida por él y ahora se encontraba en ese estado. Le dolió al pensar que todo podría haber terminado en una muerte, pero oportunamente no ocurrió así. Ahora su amigo lo necesitaba y haría lo imposible por verlo recuperado.

-Prometo sacarte de aquí Mike. Ya verás que en un par de días estaremos juntos riéndo de nuestras estupideces como ha sido siempre.-susurró a su oído, estaba totalmente devastado. Caminó hasta la puerta del cuarto sin antes observar a su amigo por última vez en el día y se dirigió a la salida del Hospital. Ya eran casi las 12 de la noche y pensó que lo mejor sería volver cuanto antes a la casa de la familia Styles, no quería preocuparlos ni menos formar algún tipo de problema. Tomó un taxi y se dejó caer en el asiento trasero pensando en lo estúpido que se sentiría al acudir a la ayuda de Harry después de como se había comportado frente a él ese día.

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Harry se encontraba tendido en el sofá del salón. Estaba inquieto, movía sus manos y sus piernas temblaban, necesitaba saber algún rastro de Louis. Todos aquellos planes que tenía para no volver a ver nunca más al ojiazul se esfumaron. Sentía unas ganas tremendas de verlo, ver su presencia, su admirable rostro con perfectas facciones y también ver esos pequeños ojos zafiros mirarle con fastidio y a la misma vez con lujuria. Saber que se encontraba bien y no alejarse nunca de aquel chico que le causaba ese "algo" especial. Comenzó a frotar sus manos cerca de su boca logrando tomar un cálido calor para después cubrír su rostro con ambas manos.