Blossom { hyunin }

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Eran alrededor de las 6 y media cuando la alarma finalmente lo despierta de su sueño, aunque a decir verdad no cree que haya dormido nada esa noche, y eso en él era raro. Hyunjin era de esas personas que una vez que se dormía, le era imposible despertarse, simplemente le encantaba dormir. No era habitual no conseguir descansar de esta manera, solamente pasaba cuando estaba enfermando, lo cual estaba seguro que no estaba.

Decidió salir de la cama y prepararse algo para desayunar, su cuerpo se sentía realmente pesado y necesitaba algo de energía.

Aún medio dormido se vistió rápidamente, se puso una de sus sudaderas más cómodas y un par de jeans no muy ajustados. Mientras se vestía no podía dejar de rascar su brazo derecho, en el cual sentía un picor extraño desde que se levantó. No le dio mucha importancia y pensó que seguramente había sido un mosquito.

Una vez listo, salió del apartamento para dirigirse a clase y encontrarse con Jisung.

Jisung lo esperaba al final de la clase como siempre. Llego algo tarde lo cual hizo que su profesor le dedicara una de sus miradas, asintió levemente y se disculpó mientras rápidamente iba a su lugar del final junto a su amigo.

—¿Algún día llegarás pronto? O eso es otro mito como lo de los soulmate—susurró Jisung mientras intentaba no reír muy fuertemente.
Hyunjin le golpeó ligeramente y sacó su cuaderno para comenzar a tomar apuntes.
De alguna manera el brazo derecho aún le molestaba e inconscientemente se rascaba de vez en cuando, algo que seguro no pasó desapercibido por su amigo, el cual lo miraba algo curioso.

—¿Qué le pasa a tu brazo?—pregunto finalmente el rubio cuando el profesor les dio un descanso.

—¿Esto? La verdad no tengo ni idea, creo que algo me pico por la noche, me estuvo molestando todo el día.

Jisung asintió y miró extrañado una vez más el brazo de su amigo, pero antes de que pudiera decir nada más, el profesor reanudó las clases y continuaron escribiendo.

A la hora del almuerzo solían juntarse con Chan, el cual trabajaba en una agradable cafetería que paraba cerca de su universidad.

Chan era seguramente la persona más romántica que Hyunjin conocía, incluso puede si más que Jisung.

El australiano conoció a su soulmate cuando estos eran solo unos niños y crecieron juntos.
Minho, su pareja, siempre había tenido pasión por los dulces y la cocina, pero como su familia había sido algo pobre jamás pudo cumplir su sueño de montar un negocio. Por esa razón Chan decidió estudiar empresa mientras trabajaba, y le prometió al más joven que le ayudaría a cumplir su sueño y que lo harían juntos.
Lo que más preocupaba a Hyunjin es que no fue hasta su Segundo año de carrera que la marca de soulmate se manifestó, por lo tanto, el australiano había decidido dedicar su vida completa a alguien quien podría no ser su destinado.

Hyunjin aveces sentía celos de su relación.

—¿Lo mismo de siempre?—preguntó su amigo, sabiendo perfectamente que dirían que si, simplemente era algo que le era habitual preguntar.

—Hoy no quiero un café, no sé porque me apetece algo dulce, ¿batido de frutas?—dijo el más alto de los tres con algo de duda.

Tanto Jisung como Chan se quedaron mirando sorprendidos a su amigo. Si era cierto que a su amigo le encantaba comer y cualquier tipo de alimento, algo que no soportaba de ninguna manera eran las bebidas dulces. Definitivamente algo pasaba con el moreno.

—Hyunjin, tú odias los batidos de fruta, ¿recuerdas?—Jisung puso una mano preocupada sobre su hombro.

—No lo sé, simplemente me apetece muchísimo, solamente tráeme uno.

Chan lo miro una vez antes de asentir levemente e ir a preparar sus bebidas.

—¿Estas enfermo? ¿Crees que tiene algo que ver con la picadura?—pregunto el más joven.

—Que te crees, que me voy a convertir en Spiderman o qué. Simplemente es una picadura de mosquito y hoy me apetece algo nuevo, no es tan raro Sunggie.

Jisung dejó caer un leve suspiro y tomaron sus bebidas sin volver a comentar sobre el tema.

Cuando Hyunjin volvió a su dormitorio se encontró a su compañero de piso sumergido en la pantalla de su móvil. Se sorprendió ligeramente, ya que hacía semanas que el más mayor no pasaba por ahí a no ser que fuera para dormir.

Hizo una leve reverencia y fue directamente a su cuarto, donde sacó ropa más cómoda para cambiarse.

Fue al quitarse la sudadera que lo vio.

Vio como aquellos pétalos envolvían todo su brazo, pétalos de diferentes tamaños y colores. Algunos de un color intenso y otros casi desvaneciéndose.

Hyunjin no lo pensó dos veces antes de empezar a rascar con fuerza su brazo, intentando borrar esas horribles marcas que solo significaban una cosa.
Se negaba, se negaba a vivir su vida buscando a alguien quien quizás nunca encontrase o quizás ya era feliz con alguien más.

Un fuerte dolor en el brazo le hizo pararse de inmediato y vio como uno de los pétalos perdía su color intenso.

Pero en vez de sentirse aliviado, un sentimiento de vacío enorme lo atrapó por completo, haciendo que se cayera al suelo, sosteniendo su brazo.