Poema I : Flébilmente

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Recuerdo, los filos apuntándome
esas hojas afiladas señalándome.
Nuestras lágrimas deslizándose,
nuestro amor devaneciéndose.

Aquéllas bailarinas trazando tu piel,
esas que bailaron después en la mía.
Aquéllas que acariciando la carne,
esas que desgarraron nuestra piel.

Nuestros cuerpos en lienzo tornaron,
y la sangre convertida en pintura.
Nuestros gritos inundan la estancia,
y silencian al amor en llanto.

Las caricias que se volvieron golpes,
ya no las tengo, ya no hay moratones.
Lo único que guardo son los trazos,
las cicatrices de lo que fue mi pasado.

Aunque aparecieron las bailarinas,
sangrando tu nombre en mi piel.
Aunque me duela su vil danzar,
permitiré que claven en mi su pisar.

Recuerdo al frío hierro esa noche,
surcando a sus anchas por mi cuerpo.
Recuerdo la fría hoja de los cuchillos,
agarrada en la palma de mis manos.

Sentí el deslizar de su filo en mi ser,
fue ahí cuando hiciste arte de mí.
Teñiste de rojo mi lienzo una vez más,
plagaste en mi tus rojas pinceladas.

Incluso la más bella de las rosas
es poseedora de la corona de espinas.
Incluso la persona más enamorada
puede confundir amor por aflicción.

Lo peor de todo es que volvería ahí,
volvería contigo a esos días oscuros.
Pero también desprendian tanta luz,
la belleza del dolor es, que es inefable.

Si mi sangre vino era para ti,
córteme ¿A qué espera?
Si mis gritos música para ti eran,
Enloquezcame ya, no aguarde.

No sé qué me hiere más,
estar contigo o vivir sin ti.
Tampoco sé el sentido de la vida,
si junto a ella tú no estás a mi lado.

Quisiera más días de sol,
de los que pudimos obtener.
Quisiera más noches de luna,
de las que pudimos soñar.

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⏰ Last updated: Nov 27, 2018 ⏰

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