Las copistas

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- Tres soles por cuaderno

Laura Mejía conseguiría las entradas para el concierto, solo era cuestión de ayudar a quienes tenían el cuaderno atrasado (la mayoría del salón). Si lograba poner al día a los 30 alumnos con cuadernos vacíos podría conseguir hasta 90 soles solo en un curso.

- Está bien, pero que no pase de esta semana.

El secreto para cumplir con todo el trabajo era aprovechar las horas de Matemática, pues ningún profesor de esta área revisaba cuadernos sino hasta el último día previo a los exámenes bimestrales. Salvo la primera fila, el resto solía jugar "Clash Royal", mandarse mensajes, chatear en facebook, pedir permiso para ir al baño, tomarse fotos prohibidas, etc. El trabajo debía ser rápido, a dos colores. "Tres colores más carátula es otro costo" – anticipaba. Era muy importante hacer la advertencia y sobretodo cobrar por adelantado, ya que anteriormente perdió mucho dinero, y amistades, haciendo un trabajo que nunca fue remunerado.

- Laura, la gente del salón de al costado también quiere.

Sus amigas, quienes también querían ir al concierto, tomaron el ejemplo de Laura y empezaron el mismo trabajo dado que su amiga solo tenía tiempo suficiente para su salón. Pronto, sus compañeras iniciaron también un próspero y exitoso negocio, que dependía también de la capacidad para imitar diversos tipos de letras.

El día de la revisión, todos los estudiantes de las diversas aulas del Segundo grado de educación secundaria tenían los cuadernos al día en todos los cursos. Cada profesor, feliz y satisfecho, celebraba que por fin su labor se viera recompensada con tan alto nivel de responsabilidad.

Con mucha alegría, los docentes informaron a los coordinadores la grata noticia de la totalidad de los cuadernos al día, estos a su vez informaron a los dueños para así asegurar su puesto un año más. La institución educativa, orgullosa, difundió la noticia en la reunión de padres de familia y ordenó a las secretarias informar a quienes quisieran matricular a sus hijos sobre el "alto nivel de responsabilidad y valores de la institución", lo cual atraería a más estudiantes y así un mayor ingreso al colegio.

Ya en el concierto, las "copistas" gritaban a viva voz las canciones de su cantante favorito, mientras pensaban en cuanto ganarían el próximo bimestre y si esto alcanzaría para ingresar la próxima vez a la zona VIP.

- ¡Claro, pero tenemos que extendernos a Cuarto y Quinto de secundaria! Exclamó una de ellas mientras bebía una botella de cerveza clandestinamente ingresada.

Expedientes secretos :)Where stories live. Discover now