Juliet The Psychopath (Creepypasta)

249 8 2
                                    

Caminaba lentamente por el pasillo hacia el cuarto de mi hermano menor. La madera rechinaba con cada paso que daba a la vez que era silenciado por el movimiento de ramas y hojas de los árboles. La luz de la luna frágilmente con su color pálido entraba apenas por las ventanas iluminando mi camino, en eso escuché el grito de mi madre.

Corrí hasta su cuarto pero, apenas iba a entrar, la puerta se cerró con fuerza sin nadie al otro lado. Un escalofrío me recorrió por toda la espalda, mi respiración se volvió leve y veloz, el espacio cada vez era más pesado y frío. Temblaba, no sé si de miedo o de frío. Los gritos de mi madre eran más altos y desesperantes, golpeaba la puerta cada rato.

-¡Madre! ¡Por favor ábreme! – le grité del otro lado, los gritos cesaron.

Otra vez traté de abrir la puerta pero no lo conseguía, al parecer estaba trabada. Sentí un terrible olor, olor a muerto y debajo de mis pies, por el borde debajo de la puerta, salía de una exagerada manera un gran charco de líquido rojo espeso. Tapé mi boca, mirando hacia otro lado evitando vomitar. Sentía mareos a la vez que asco.

Me dirigí corriendo al baño, pasando a mirarme al espejo notando que mi nariz, boca, oídos y ojos sangraban manchando completamente mi cara y parte de mi pijama. Los mareos se volvieron mas fuertes, me caí y al tratar de levantarme me tambaleé volviendo a caer, miré a mi alrededor y era una extraña sensación, como si todo se moviese de un lado hacia otro, las paredes estaban cada vez más cerca de mi, casi aplastándome.

Parpadeé unas cuantas veces arrastrándome hasta el cuarto de mi hermano, pero al estar a penas a mitad de camino, una extraña fuerza invisible me agarró de las piernas llevándome atrás, lejos de mi hermano, mi corazón palpitaba rápido y me híper ventilaba.

- ¡NO! ¡DÉJAME! – grité desesperada tratando de agarrar algo para detener la fuerza sin tener ningún éxito.

Escuché una fuerte carcajada enferma en un sonido algo fantasmal, no había nadie. La fuerza dejó de arrastrarme hacia atrás haciéndome pensar que se había ido, traté de levantarme pero ningún músculo se movió. En el momento mi hermano chilló con mucho miedo, me desesperé y lloré sin parar.

- ¡Matt! ¡Matt! – gritaba desde el piso pero no recibía ninguna respuesta. - ¡MATT! – grité otra vez aún más fuerte.

- ¡E-Elizabeth! ¡Di-dile que me deje en paz! – le escuché en sollozos con voz temblorosa.

Otra vez traté de pararme, pero no podía. Me quedé ahí hasta que sentí que no había nada debajo de mí, estaba en el aire flotando como si nada, sintiendo que algo me agarra fuertemente del cuello ahogándome.

– ¿Por qué tan triste? – dijo una voz fantasmal en forma de eco seguida de una risa muy enferma.

Miré hacia todos lados y frente a mi aparecieron unas sombras oscuras dando forma a un cuerpo que resulto ser una chica, no tan alta, de pelo negro en el cual salían unos grandes cachos café rojizo con franjas rojo lava cerca de la frente, su cuerpo se cubría por un corto vestido negro y una capa también negra, en su cara llevaba una mascara blanca, de ojos cubiertos con tela negra y unas profundas marcas de rasguños color rojizo oscuro con manchas rojas más claras sobre la boca y el ojo izquierdo.

Lentamente se acercó a mi sacando su mano, noté que no eran normales, ya que sus uñas eran unas largas garras gruesas y filosas, capaces de atravesar un cuerpo completo. Sentí que mi sangre corría por mi nariz con su presencia, toda mi vista se distorsionaba extrañamente, los mareos y dolor de cabeza cada vez se hacían más fuertes e insoportables. Pasó una de sus garras por mi garganta haciendo un tajo no tan profundo, miro un rato la sangre y por ultimo soltó de nuevo su risa enferma.

– ¡¿Dó-Dónde esta Matt?! – le pregunté a gritos con ira.

Ella solo me pegó una bofetada rasguñando toda mi cara mientras el líquido rojo se esparcía, se alejo chasqueando los dedos y me caí de boca al piso. Escupí un poco de sangre a la vez que tosiendo.

– No te preocupes por él, ahora está en buenas manos – dijo con una voz psicópata doblando su cuello, yo solo la miré con mis ojos bien abiertos tratando de alejarme de ella. - ¿Por qué me tienes miedo? – volvió a hablar con su mismo tono que me erizaba los pelos, sentí que otra vez la misma fuerza de antes agarraba mis brazos apretándolos con fuerza, solté un grito mirándola de manera desesperante rogando en mi mente que me dejara en paz y a mi hermano, ella solo se quedó parada ahí, con su cuello doblándolo de un lado a otro y tarareando la canción de Estrellita.

Todo después se volvió una oscura sombra, ella ya no estaba ahí, la oscuridad cada vez me cubría más y más, tomándome con fuerza sin dejarme mover. Las sombras me envolvían hasta que ya ni podía respirar. Solo cerré mis ojos escuchando a la chica otra vez tarareando la canción con su risa enferma.

– Déjame en paz... déjame en paz... déjame en paz... - susurraba colocando mis manos en mis orejas, moviéndome hacia delante y atrás sentada con mis rodillas dobladas hacia arriba hasta llegar a la altura de mi mentón.

Sentí una fría brisa pasar por mi cara, abrí los ojos, notando que estaba en un oscuro y tenebroso bosque de árboles muy altos. Me sentía muy vigilada, demasiado, temía que me tocara algo peor que lo de antes. Caminé estando alerta constantemente, esperando a que algo pasara. Me tiré al suelo, sintiendo el pasto y las hojas marchitas. Lloré desconsoladamente, hasta que creí escuchar la voz de Matt, las esperanzas volvieron a mi. Optimista me levanté del piso y seguí las risas de Matt.

- ¡Matt, Matt! – gritaba hacia todos lados.

Entonces frente a mis ojos, en las mismas sombras de antes, apareció la chica tomando de los hombros a Matt.

- ¡Suéltalo! – grité amenazadoramente, ella volvió a reírse como loca y se agachó hasta estar solo unos pocos centímetros más alta que mi hermano, note que en su frente tenia marcado un circulo con una x encima.

Al momento desapareció en una nube negra dejándonos sola a la chica y a mí. Soltó una gran carcajada psicópata.

– Morirá pero no no lo haré yo – dijo con una risita.

Yo no dije nada, solo me quedé ahí, mirándola. En un parpadear, sentí que algo me atravesó, ni si quiera tuve tiempo de gritar. Tosí liquido rojo mientras que mi ropa se manchaba, miré y las garras de la chica, las cuales estaban atravesando mi cuerpo. Con más fuerza me las volvió a enterrar levantándome y haciendo que colgara de ellas, la sangre goteaba por mis aberturas pero seguía con vida. Sacó las garras y caí al piso, se sentó sobre mi, abriendo mi ropa por la zona del estomago en el cual estaba las apuñaladas, yo respiraba entre cortado, mirando hacia el oscuro cielo.

Hizo un tajo y saco mis tripas, lloré gritando de dolor, me arrastró enterrando sus garras por mi espalda y con las tripas me colgó de un árbol amarrada al cuello, ya no había mas sangre que pudiera gotear, gritaba y gritaba pero ella no tenia piedad. Por ultimo con sus garras corto mis brazos y piernas, abrió con fuerza mi boca quebrando mi mandíbula y metió los brazos en mi cavidad bucal, dejando que colgaran abriendo mas mi boca, yo seguía viva, por la mierda no me moría de una puta vez y tenia que esta ahí colgada sufriendo de dolor llorando desconsoladamente.

Ella se fue dejándome allí y, entonces... después de estar un buen rato sintiendo el ardor de mis venas y músculos cortados, mientras mi sangre se desparramaba por toda la zona en la que estaba, di mi último respiro, cerrando por siempre mis ojos. Soñando por última vez con mi hermano, cuando jugamos desde pequeños en el bosque, solo que esta vez, algo diferente tenía.

¿Te atreves a intentarlo? - {Terror psicológico, rituales, creepypastas}  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora