‹‹ Sesenta y dos ››

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— ¿Y qué piensas hacer?— Yoongi tomo el puente de su nariz con sus dedos pulgar e índice, estresado de la situación.

—No lo sé— se levantó de su silla perteneciente al escritorio oscuro, que se encontraba cerca del armario con los mismos tonos de colores. Marrón, gris, negro.

—¿No sabes?— ella tomó su cintura y se apoyó en una pierna, como si quisiera descansar la otra. —¿Por lo menos estás consciente de lo que has hecho?

—¡No! ¡No lo estoy! ¡Estaba ebrio! ¡¿Okey?!— Yoongi se apoyó en el escritorio y despeinó su cabello negro.

—¡¿Estás bromeando?! ¡No puedes beber alcohol!

—¡Me descontrolé!— Minha saltó a la cama y comenzó a rodar, frustrada y furiosa.

—Está bien, está bien. Pero esto es grave— se sentó en las colchas que hacían juego con la habitación.—Un maldito paparazzi te grabó, admitiste que salías con alguien y hasta mostraste una maldita foto mía. Tuve suerte de que no hayas dicho mi nombre, ¡O estaría A-CA-BA-DA!

—Oh créeme, ya deben saber hasta que otro nombre te querrían haber puesto tus padres cuando ni siquiera habías nacido.

—Estamos jodidos Yoongi, muy jodidos— Suga se le quedó mirando, cómo daba vueltas en la habitación. Un segundo era un paso, empezó a contar. Uno, un paso. Tres, tres pasos. Sñeis, seis pasos.

Al fin se dió cuenta de que lo había arruinado, por completo. Le jodió la maldita vida a ella, que tanto le costaba salir adelante. Que tanto le costó superar la perdida de su hermano.

Lo único que podían hacer, era apoyar sus espaldas y esperar a que todo pase.

La tiró del brazo a su pecho, la estatura de ella le llegaba al mentón.
Ella se calmó al instante.

—¿Qué va a pasar ahora, Blancanieves?— Minha lo apodó así cuando eran niños. Yoongi se quejaba, y de excusa decía que no era su culpa nacer blanquito con cabello negro.

—No lo sé— él apoyó su mejilla en la cima de su cabeza— Pero pase lo que pase, prométeme que no va a importar lo que digan y qué vas a estar a mi lado.

Minha acarició su espalda con delicadeza, y luego despegó su rostro de la camiseta negra con estampado de Queen.

Disfrutó unos segundos de su rostro serio y asintió.

—Voy a estar aquí, Yoongi, contigo.

Tomó su rostro entre sus pequeñas manos y lo besó, suave y sin apurarse.

Porque sabía que iba a estar con el, y tenía bastante tiempo para disfrutarlo.







Me sacaron mi teléfono, por beber alcohol en el colegio.

Lxs amo ♥️

❝𝐁𝐓𝐒 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora