39 - Vale...

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Minutos después, todo era inundando por los gemidos y gruñidos de ambos chicos.

Taehyung se encontraba recostado en el sofá, siendo aprisionado por el cuerpo trabajado de Jungkook. Estaban ambos con sus torsos descubiertos más no, desnudos.

Él menor dejando rastro por toda la extensión del cuello de su castaño. Lamidas y mordidas que, más tarde se convertirían en pequeñas marcas de tonalidades violetas.

Su lengua recorriendo la zona oculta tras la oreja y mordisqueando el lóbulo cuando logró llegar allí, sintiendo cómo el cuerpo del mayor se tensaba bajo cada toque suyo.

Continuó más allá. Sus besos ahora trazaban otro camino, uno sobre el pecho descubierto de su amado. Pellizcando un poco más fuerte la areola, cuando Taehyung gruñó en respuesta.

Bajó su mano hasta uno de los glúteos del contrario, dando un suave agarre cuando él mayor mordió su labio para acercarlo con cierta brusquedad.

Con la misma mano intentó comenzar a desabrochar el botón del pantalón del castaño sin dificultad, recibiendo un rasguño en su espalda que más allá de dolerle, lo había terminado de elevar.

Intentó internar sus dedos poco a poco dentro de la ropa interior del mayor, sintiendo como su lujuria aumentaba al escuchar un suave suspiro que le erizó la piel. Atrapó nuevamente los labios de Taehyung para intensificar el beso pero cuando su mano tocó la zona viril de éste, terminó siendo empujado lo suficiente como para quedar otra vez sentado en el sillón.

Limpió con una de sus manos el hilo fino de saliva tras el beso. Mirando con extrañeza al castaño que estaba con el rostro cubierto por ambas manos. Se acercó para tomar de ambas muñecas y poder dejar al descubierto aquello que él otro, quería ocultar.

Taehyung mordió su propio labio, con lágrimas en los ojos y tapándose su torso desnudo con un pequeño cojín. —Lo siento, yo...yo no puedo... —indicó hipando por la creciente angustia.

—¿Sucede algo, Tae? —intentó indagar más allá. —Sabes que estoy aquí para ti, para lo que necesites.

Él castaño asintió bajito, intentando respirar lo más profundo para poder responder. —Es sólo que quiero hacer las cosas bien, no estoy preparado. Lo qué ha pasó ha sido apresurado, yo ni siquiera me siento cómodo con mi propio cuerpo, ni antes ni ahora mismo. —confesó mientras se secaba el rostro con su camiseta, aquella que había recogido a los pies del sofá.

—Tae... —suspiró. —Eres perfecto. Sé que quizás mis palabras no tengan validez alguna pero antes, ahora o en el futuro, siempre serás perfecto ante mis ojos. Y está bien si no quieres algo ahora, no te sientas culpable. Esperé por ti durante tres años, puedo seguir haciéndolo el tiempo necesario, si con eso estarás bien. —señaló, tragando un poco de su propia saliva para luego abrazar a Taehyung y acurrucarlo a su lado. —Podemos simplemente estar así, incluso si los besos te incomodan, podemos dejarlos atrás hasta cuando quieras volver a hacerlo. No quiero que te sientas obligado porque no estoy aquí por eso. Estoy porque quiero y porque te amo, te amo tanto qué anhelo verte recuperado. —continuó, dejando un beso sobre la frente descubierta del mayor. —Ahora, vas a ir a acostarte mientras preparo algo liviano para que puedas comer. Hoy me quedaré otra vez y no quiero un no de tu parte ¿Vale?

—Vale... —respondió él castaño ya más calmado. Volviendo a vestirse para ir de inmediato a la habitación pero antes de internarse, se volteó para dirigirse una vez más al azabache. —Lo de los besos... —se armó de coraje. —No me molestan. —musitó tras cerrar la puerta.

Era difícil, Kim Taehyung y sus inseguridad era algo complicado de resolver. Sabía que en parte se debía a él, a cómo lo trató en el pasado, pero también tenía la convicción de que podía y debía remediarlo. Porque se había propuesto desde siempre, pasar el resto de su vida junto al bonito de sus ojos.

Aunque le costara, sabía que la única lucha que se pierde es la que no se intenta. Y él agotaría todo sus medios por ver sonreír sin complejos, a quien más amaba.

Tengo hambre y sueño, más sueño que vida, más vida que dinero, pero hoy estoy feliz

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Tengo hambre y sueño, más sueño que vida, más vida que dinero, pero hoy estoy feliz. Gracias a todos quienes hicieron posible que ganara los Wattys 2018.

Revenge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora