Lisa es inteligente y toma una corta respiración antes de tomar la mano de Frankie y decir que irán a comprar algo en la cafetería del hospital. Foggy rápidamente se une a ellos, sabiendo de sobra que su lugar no es al lado de ellos dos en este momento. Cuando Matt siente que los tres se han marchado y que nadie más alrededor de ellos verdaderamente les presta atención, respira una vez más con algo de dificultad.

—Hola, cariño. —murmura con suavidad contra el hombro de Frank, oyendo como él vuelve a sollozar con aún más fuerza esta vez mientras aprieta su abrazo. Matt acaricia su ancha espalda con cariño— Está bien, tranquilo, todo va a estar bien.

Frank se tarda demasiado en calmarse, pero Matt espera con tranquilidad a que aquello pase mientras esperan sentados en las sillas del pasillo. Pasan varias enfermeras, doctores, personas igual de desesperadas como Frank, otras un poco más alegres, otras un poco más tristes. Matt espera pacientemente a que Frank se calme, con sus dedos moviéndose con lentitud sobre el cabello de Frank, transmitiéndole toda la calma que puede.

—Ella estaba bien —comienza a hablar Frank, y lo hace en un murmullo tembloroso, aún sorprendido de todo lo que está pasando—, ayer había tenido dolores muy fuertes pero esta mañana estaba bien. Incluso se había levantado de la cama a hacer el desayuno conmigo, ella estaba bien. Y entonces, estaba en la sala cuando me llamó; se oía tan asustada y adolorida. —Siente la mirada de Frank sobre él, y puede sentir todo el dolor, todo el miedo que siente— Había sangre en la cama, los dolores la tenían quejándose sobre la cama y Matt, te juro que estoy asustado, estoy muy asustado...

—Frank...

—Siento en mi pecho que esto es el final, Matt, y me siento terriblemente mal por perder las esperanzas, pero lo sé. La manera en la que ella me mira, la manera en la que todos me miran... Este es el final.

Matt lo sigue abrazando y se mantienen así por bastante tiempo, el suficiente para que Karen llegué, alterada, y abrace a Frank con fuerza al igual que Matt.

A penas Foggy y los hijos de Frank vuelven, Matt levanta a Frank de la silla y le obliga a caminar a la cafetería del hospital para que coma y beba algo. Frank lo hace, come lentamente algún emparedado con lechuga y pollo al que le falta sal y bebe de a sorbos de un vaso grande con café negro. Matt trata de hacerlo hablar, de lo que sea, pero Frank está taciturno justo ahora, como perdido entre demasiadas cosas.

Matt siente a Frank decaído el resto de la tarde, pero se mantiene lo más cerca que puede. Cuando el médico finalmente sale de la sala operaciones, Matt puede sentir que las cosas solo van peor desde ahí, porque nada de lo que el doctor les dice hace que la situación mejore. Y Matt puede sentirlo de igual manera: este es el fin, y aquello le sienta terriblemente en el estómago.

—Yo me quedo. —murmura Frank con delicadeza contra su oído cuando el doctor dice que ha cesado el horario de visitas— Yo haré guardia. Puedes irte con Foggy y Karen-

—No, no, yo me voy con los niños, ¿okey? —dice Matt, mientras sus manos suben y bajan con cuidado sobre los hombros de Frank. Lo escucha suspirar con pesadez, para después asentir— Todo va a estar bien.

Frank besa sus labios, y Matt casi rompe a llorar por lo mal que puede sentir que está. Un último abrazo que dura lo suficientemente para tranquilizar un poco a Frank y después de que Lisa tomara las llaves del auto (y escuchara a su padre darle un discurso express de que tenga mucho cuidado al conducir), todos se están yendo.

Karen le da un abrazo y después le dice que la llame si algo llega a pasar como una diez veces, antes de subirse en un taxi con Foggy. Frankie toma la mano de Matt con fuerza mientras caminan por el estacionamiento y solamente los suelta para subirse en el asiento trasero del auto.

Lisa no dice nada mientras abrocha el cinturón de Frankie y el de él. El camino al apartamento es silencioso, ni siquiera Lisa se molesta en encender la radio y Matt se siente extrañado de no oírla cambiar la estación agresivamente por varios minutos hasta conseguir una que le guste.

—Gracias por acompañarnos. —Es lo que logra escuchar Matt cuando llegan al estacionamiento del edificio. Matt escucha como Lisa asegura las puertas del auto y como el sonido hace eco en el gran estacionamiento— Creo que si hubiésemos solo sido Frankie y yo esta noche... Dios, me habría vuelto loca.

Matt estira su mano hacía ella y Lisa con rapidez toma de su brazo. Y seguidamente, Frankie toma la mano desocupada de Matt. Por un momento, se siente como una figura paterna. Frank y sus amigos siempre bromeaban con la idea de verlo criando a los hijos de Frank.

Y abraza la idea, al menos por el resto de la noche, donde trata de cocinar algo rápido al lado de Lisa en la cocina y trata de hacer a Frankie hablar sobre cualquier cosa para que pueda pensar en otra cosa y pueda estar menos triste.

Lisa le dice gracias como mil veces más antes de irse a dormir y preparar la habitación de sus padres para que Matt pueda dormir. Matt solo se acuesta en la cama cuando Frankie queda completamente dormido sobre la cama y cuando Lisa lo abraza por última vez antes de irse a dormir.

Debe ser muy tarde, unos pocos minutos en la madrugada cuando Frank lo llama. El sonido de su celular lo hace sentarse en la cama de un salto después de estar casi una hora tratando de dormir y fallando por completo.

— ¿Hola?

Hey. —murmura Frank, con delicadeza, escuchándose increíblemente cansado y abatido. Por un momento, Matt se preocupa.

— ¿Cómo está ella?

Yo... No lo sé. No me dicen nada, todavía está en sala de operaciones. —Matt deja salir la respiración que no recordaba estar aguantando— Solo quería llamar... Saber cómo estás, cómo están los niños-

Por lo menos están durmiendo —Comienza a decir Matt, su mano frotando con suavidad sus ojos, tratando de disipar el cansancio—, Frankie comió algo y se quedó dormido con rapidez y Lisa tomó un baño y se fue a dormir, pero sinceramente no sé si está dormida, probablemente esté dando vueltas en la cama como yo...

Oh, Dios mío...

Frank —dice Matt, con rapidez—, no empieces, esto no es tu culpa. Esto iba a pasar en algún momento.

Tal vez si hubiese insistido un poco más con ella, para que intentara recuperarse y tratarse, esto no estaría pasando. Tú, los niños, nadie tendría que pasar por esto...

Fue su decisión, Frank. Ella decidió que las cosas se llevaran de esta manera-

Y esa fue una decisión estúpida-

Frank. —dice Matt, casi en un gruñido, que hace a Frank dejar de hablar. Matt toma una larga respiración y por un largo momento, no se escucha más que el sonido de los autos y música demasiado fuerte en un apartamento cercano— Esto no es culpa de nadie. Tus hijos sobrevivirán todo esto porque son tus hijos, los hijos de María, ellos son capaces de aguantarlo todo. Son Castle. —Matt lo escucha reír, aunque sea por unos segundos, y es la risa más pura, como agua fresca en temporada seca. No hay nada que Matt desee más que tenerlo cerca y poder abrazarlo una vez más, mostrarle que está ahí para él— Te prometo que todo estará bien, ¿okey?

Si... Bueno, espero que sea así.

—Todo va a estar bien.

Frank no dice nada por otro largo tiempo, hasta que Matt lo oye murmurar: —Debes seguir durmiendo... O intentándolo.

—Muy bien. Estaremos allá en la mañana. Mañana yo me encargaré de hacer guardia.

No tienes por qué-

Yo haré guardia mañana, Frank. Punto. —Matt sonríe cuando Frank vuelve a callarse y suspirar con fuerza— Te amo.

Yo también. Yo también te amo. Nos vemos mañana.

—Nos vemos mañana.

Matt vuelve a recostarse sobre la cama y cierra los ojos, tratando de dormir. El día siguiente no viene como Matt espera que llegué, no hay un ambiente más alegre o positivo.

María fallece esa misma noche.

Red hair, black sweater, blind eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora