traté de no hundirme en lo que era mi mente,
traté ignorar lo que no sabía que sentía,
pero cada noche una nueva herida se abría,
y cada día era una salida que no encontraría.entre el mar divagaba,
entre las olas me perdía,
mi alma se hundía porque mis sentimientos no sabían nadar,
y yo no sabía cómo reaccionar;
no tomaría la mano de alguien que no sabía que me ahogaba, solo era mi alma
la que pronto lamentaba.
luce como un horizonte roto,
y la mirada perdida.
el control lo perdía,
porque yo sola me consumía.mis manos temblaban, la marea lloraba
no sabía si era yo la que fallaba, o que mi mar compulsivo era el que lo creaba.gritaba cuando no comprendía,
pero solo aumentaría.no hay una sensación que recuerde,
más bien un sentimiento recurrente
que siempre vuelve,
de noche y día divaga en mi mente
como una ola con gritos
y lágrimas entre un espejo roto y
una mirada vacía que lamenta verte.
