"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Taehyung descansaba cómodamente en su sofá, sin embargo, no podía alejar de su rostro aquel entrecejo fruncido, al menos desde que todos irrumpieron en su casa.
No es que se sintiera perturbado o un poco abrumado, más bien le llamaba la atención el gran alboroto que había a su alrededor desde que abandonó el hospital.
Jimin se encontraba cocinado parte de la dieta de recuperación de su amigo. Sabía que por si sólo Taehyung no la haría, por el simple hecho de que no se le daba muy bien cocinar. Por ésta razón pensó en prepararle el menú de almuerzo para dos días, así tendría tiempo para sus propias cosas.
Yoongi por otro lado, estaba sentado en el sofá con los pies de Taehyung sobre sus piernas y mirando la televisión sin mucho interés. De vez en cuando se dedicaba a masajear los pies de su amigo, causándole una que otra risita de manera inconsciente.
Situación que para ellos era natural y normal desde que se conocieron, pero que tenía al borde de los celos a quien observaba todo desde la mesa del comedor. Jungkook no podía alejar sus ojos de aquellos dos amigos.
Quería estar a solas con él, brindarle uno que otro mimo y si Taehyung se lo permitía, tal vez dormir abrazados. No pedía mucho, sólo un par de migajas, pero la vida se encargaba de dictarle a gritos que las cosas entre ellos, no serían para nada fáciles.
Había salido con la ilusión de pasar una tarde completa cuidando al castaño pero al llegar, no había alcanzado a tocar el timbre cuando la puerta se abrió de golpe, saliendo de su interior un apresurado Seokjin.
Él psiquiatra al verlo parado fuera del lugar, optó por dedicarle una sonrisa amable, invitándolo a pasar minutos después. No sin antes, dedicarle un par de palabras y solicitarle el número de teléfono para contactarlo más tarde. Había sido una muy mala excusa de parte del mayor, pero ya tendría tiempo de explicarle a Jeon el por qué le pidió guardar ese secreto, respecto a la petición de su contacto.
Llevaba cerca de una hora mirando a su gran amor con su mejor amigo en plan pareja. Y si no fuese por la existencia de Jimin, estaba más que seguro que no hubiese tardado en tener a Min arrodillado frente a él, casi al punto de decapitado. No obstante, sabía muy en el fondo que sus celos eran infundados.
Recordaba la única vez que Taehyung le había susurrado un suave Te amo tras la intimidad, esa era la única manera de calmar sus inseguridades y disipar la intensidad de su mirada que ya empezaba a incomodar.
Su ánimo cambiando rotundamente cuando Jimin salió de la cocina para pararse frente a los chicos en el sofá, señalando que ya estaba todo listo, y guardado además en el refrigerador, las porciones para los siguientes dos días.
Yoongi tras escucharlo, se levantó con cuidado para no ocasionar molestias en su amigo, depositando un casto beso en la frente de su novio. No tardando en arreglar sus cosas para poder retirarse del lugar.
Ambos chicos se despidieron con cariño del castaño, indicando que volverían en dos días más, luego de que Jimin presentara su primera función con el cuerpo de baile de la academia.
Taehyung refunfuñaba en su lugar, había anhelado por tanto tiempo poder ver a su amigo que, no podía evitar que su corazón se apretara por la molestia de no estar en buenas condiciones para poder hacerlo. Si bien Yoongi lo grabaría, sabía que no era lo mismo que verlo con sus propios ojos.
Se cruzó de manos entonces, como un niño pequeño y sin dejar de observar al azabache que se aproximaba hasta él.
—¿Qué haces idiota? —cuestionó cuando Jungkook pasó sus manos por debajo de su cuerpo para tomarlo entre sus brazos y así levantarlo del sofá.
De manera automática sus brazos se aferraron al cuello del menor, sin apartar la mirada de extrañeza al confirmar que lo llevaba hacia el interior de su habitación.
—Tienes que guardar reposo, dijo tu doctor. —respondió con seriedad. —No me quedaré tranquilo hasta que te vea en la cama.
Taehyung alzó una ceja mientras aún lo cargaba él azabache, sonriendo ladino cuando decidió molestar al menor. —¿Me quieres ver en la cama? —susurró en un cuota de sensualidad que erizó la piel del contrario.
Jeon se detuvo tras llegar a la cama, sin poder esconder suave tinte rosa que adornaba sus mejillas. —Me gustaría verte en mi cama todos los días, durante toda mi vida Tae, pero para que eso sea posible, tienes que recuperarte. —respondió luego de dejar al mayor sobre la cama.
—Para que eso pase... —intentó tomar la palabra.
—Tengo que hacer las cosas bien... —continuó al interrumpir la frase del castaño. Luego caminó hasta el otro extremo de la cama y se metió entre las sábanas a vista y paciencia del castaño.
—T-tú... ¿Qué haces? —preguntó tartamudeando ante la sorpresa.
—Me quedaré a dormir junto al señor drama adolescente, así que ven aquí y no quiero un no por respuesta. —indicó tras acomodarse para dormir, dando golpecitos al espacio bajo su brazo para que se acomodará allí.
Y lo hizo, Taehyung a regañadientes se apegó a su cuerpo, apoyando su rostro y una de sus manos sobre el pecho de Jungkook mientras éste, intentaba cubrir a los dos con la sábana. —Buenas Noches, mi amor. —señaló tras depositar un suave beso en la cabellera del mayor.
—Buenas Noches... —musitó bajito el castaño.
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Ya, recuperé las ganas de seguir escribiendo Revenge después de tanta comparación. Mis disculpas por tardar, nos leemos el jueves.