Al verlo todavía descansando junto a la piscina, con una botella de cerveza vacía descansando en la pequeña mesa junto a él, tu estómago estalló en mariposas. Silenciosamente tomaste otra botella del refrigerador, la abriste y te deslizaste en silencio por las puertas que daban hacia el jardín.

-Hey, amor. Pensé que querrías otra.- Dijiste, parada a solo unos metros de Niall. Su cabeza se levantó, su boca se abrió de golpe cuando te miró, sentándose en un solo movimiento.

-_______... ¡estás aquí! ¿Qué estás... cuándo, cómo... Jesucristo, ¡ven aquí!- Él se rió, mientras te arrojabas encima de él, olvidando la cerveza, misma que cayó sobre el pasto, derramando gran parte de su contenido. Niall se recostó en su silla, tirando de ti completamente encima de él mientras sus brazos se aseguraban alrededor de tu cintura, sosteniéndote lo más cerca posible de su cuerpo.

-Me las arreglé para conseguir unas vacaciones en el trabajo de última hora. Conseguí un boleto en el primer vuelo que pude encontrar. Te extrañé muchísimo.- Murmuraste, enterrando tu rostro en su cuello y captando su aroma.

-Maldición, yo también te extrañé. Me he estado volviendo loco aquí sin ti.- Dijo en voz baja, llevando un dedo debajo de tu barbilla para mover tu rostro hacia el suyo, presionando sus labios con los tuyos suavemente. Un gemido pequeño escapó de tu garganta mientras sus labios se movían contra los tuyos. Moviste tus manos sobre su pecho, mientras su agarre en tu cintura se intensificaba. Fue su turno de dejar salir un gemido sobre tu boca mientras sus labios seguían moviéndose, ahora con más intensidad.

Cambiaste tu posición, ahora estando sentada a horcajadas sobre sus caderas, apretando suavemente su entrepierna, lo que causo que se separara del beso con un jadeo profundo.

-Mierda. Te necesito, ha pasado demasiado tiempo.- Jadeó mientras sus manos descansaban sobre tu cadera, usando un poco de fuerza para causar más fricción. Ambos soltaron un quejido de placer, cruzando los brazos sobre tu cuerpo y tomando el dobladillo de tu camisa sin mangas delgada, la levantaste sobre tu cabeza. Arrojándola en algún lugar del jardín, a ninguno de los dos realmente le importaba dónde.

Las manos de Niall se deslizaban por tu cuerpo, asimilando frenéticamente la sensación de tu piel caliente y su cuerpo retorciéndose como si lo estuviera experimentando por primera vez. Sus manos llegaron a la parte posterior de tu cuello y te acercó para un beso descuidado, el sonido de sus labios chocando entre sí mezclándose con su respiración agitada. Tus caderas continuaban apretando contra las suyas, solo que ahora él también se estaba moviendo para causar más fricción en ambos.

Te agradeciste a ti misma internamente por haber decidido usar una falda el día de hoy, pues la falta de una barrera solo significaba que su longitud se apretaba contra tu centro, tan solo se interponía la delgada tela de tus panties y su short.

Moviéndote un poco hacia atrás, trabajaste rápidamente en el cordón de su short y lo bajaste por su cadera, lo suficiente como para llegar a tu objetivo. Soltaste una risita al verlo, duro como una roca y reluciente para ti. Te inclinaste hacia adelante, lista para tomarlo en la cantidad que tu boca te permitiera, pero Niall puso una mano sobre tu hombro, deteniéndote.

-A pesar de lo mucho que quiero sentir tu boca sobre mi, nena, esto terminará en segundos si lo haces. Necesito estar dentro de ti, por favor, solo déjame mostrarte lo mucho que te extrañé.- Suplicó, deslizando una de sus manos hacia tus panties y empujando dos dedos más allá del material. Jadeaste y echaste la cabeza hacia atrás mordiendo tu labio inferior cuando él inmediatamente comenzó a frotar círculos, apretando contra tu centro.

-Te necesito, Dios, te necesito.- Jadeaste, poniendo tus caderas en sus manos. Niall sonrió, usando una mano para tirar de tus panties hacia un lado y la otra para tomar su miembro, permitiéndote levantar las caderas y acomodarte debajo de él. Rápidamente te acomodaste, sin detenerte hasta que estuvo dentro de ti por completo.

Ambos soltaron un suspiro de alivio, la sensación de que estuviera dentro de ti nuevamente enviando ondas a través de todo tu cuerpo. Inmediatamente moviste tus caderas, el placer llegando a ambos al instante.

Ninguno de los dos podía evitar los sonidos y gemidos que salían de sus bocas, la sensación de estar conectados así nuevamente después de lo que parecía una eternidad era demasiado.

La mano de Niall recorrió tus costados, tocando tus pechos cubiertos por tu sostén.- No voy a durar mucho, nena. Estoy muy cerca.- Jadeó, una delgada capa de sudor cubriendo su frente.

Echaste la cabeza hacia atrás mientras sus caderas se movían con más fuerza sobre ti. Sentiste esa sensación de calor en tu vientre extenderse y dispararse por todo tu cuerpo a medida que comenzabas a llegar a lo más alto. Segundos después un quejido dejó la garganta de Niall mientras su propia liberación comenzaba a fluir a través de su cuerpo.

Justo cuando tu orgasmo se estaba apoderando de ti, apenas y alcanzaste a escuchar una puerta cerrarse dentro de la casa, una especie de recordatorio de un dormitorio perfectamente acomodado en la planta alta. Pero los dos estaban demasiado ocupados, tanto cuerpo y mente completamente dominados por el placer que los atravesaba.

Todo tu cuerpo temblaba cuando lentamente comenzaste a regresar a la normalidad, colapsando sobre el pecho de Niall. Envolvió sus brazos alrededor de tu espalda, su pecho estaba agitado, tratando desesperadamente de recuperar el aliento mientras dejabas alguno que otro beso húmedo sobre su pecho.

Una vez que lograste calmar tu ritmo cardíaco, te sentaste de nuevo sobre sus muslos, dándole oportunidad de volver a acomodar su short mientras tu ajustabas tus panties para cubrirte de nuevo. Te moviste para estar acostada, acurrucada a su lado, con la cabeza apoyada sobre su pecho, sus piernas entrelazadas y tus pies jugando con los de él.

-Bueno, a pesar de lo bueno que fue... olvidé decirte que Mully está en su habitación, y si hizo el intento de mirar por la ventana o bajar las escaleras, probablemente lo hemos traumado. - Niall sonrió, mirándote con diversión. Soltaste una risa, cubriendo tu rostro con su pecho mientras una carcajada de Niall llenó el jardín trasero.

-Pobre Mully.- Reíste, acurrucándote aún más en el pecho de tu novio, tus dedos jugando con el vello que se extendía por su torso.

-Ah, bueno, pero valió la pena. Me alegro de que estés aquí, nena.- Niall volvió a sonreír, inclinándose para dejar un beso pequeño sobre tu frente, un zumbido de satisfacción dejando tus labios mientras se acurrucaban más juntos, más que felices de estar de vuelta en los brazos del otro.

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