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Smut.

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No era necesariamente que te arrepintieras de tu decisión de volar a Los Ángeles para sorprender a Niall, era sólo el hecho de que la emoción de reservar a último minuto un boleto de avión se había apoderado de ti, y realmente no habías pensado en el vuelo, en el tener que viajar tu sola, sin nadie que sostuviera tu mano y te asegurara de que el avión no estaba a punto de caer al suelo en cualquier momento como si de una lata de basura se tratara.

Unas pocas horas después de despegar y el par de ginebras y limonadas premezcladas que ordenaste ciertamente te habían ayudado a relajarte un poco. Enfocando tu atención en una película, la emoción de estar finalmente en los brazos de tu chico nuevamente se estaba imponiendo sobre ti rápidamente. Había pasado casi dos meses desde la última vez que lo viste mientras recorría Estados Unidos con la gira de su segundo tour, siempre era difícil, y a pesar de que se habían separados antes debido a sus compromisos de trabajo, este período había sido el más largo y comenzaba a agobiarlos a ambos. Incapaz de ocultar la sonrisa en tu rostro cuando pensaste en tu novio castaño y totalmente desprevenido de que ibas camino a visitarlo, dejaste que tu mente divagara en todo lo que habías extrañado de él.

Casi dos meses sin despertarte junto a su cálido cuerpo en la cama, sin verlo acurrucado en el sofá mirando Netflix mientras pasabas tus manos por su cabello; y también significaba casi dos meses sin sexo.

El calor comenzó a florecer entre tus piernas cuando pensaste en finalmente poder poner tus manos sobre su cuerpo fuerte, besando cada centímetro de su piel hasta que estuviera temblando debajo de ti. Apretando tus muslos juntos, dejaste escapar un suspiro, sabiendo que en solo unas horas todas tus frustraciones acumuladas de estar separada del hombre que amabas, fluirían libremente de tu cuerpo.

Después de un vuelo bastante tranquilo, dejando de lado la pequeña cantidad de turbulencia que te hizo tomar de la mano, como si tu vida dependiera de ello, a la mujer de edad mayor que estaba sentada a tu lado, eventualmente el avión aterrizó en Los Ángeles. Después de unos minutos de esperar por tu equipaje, finalmente lo tomaste y saliste del aeropuerto, prácticamente saltando mientras tu mente se enfocaba en una cosa solamente: llegar a casa con Niall.

Esperando tu uber, enviste un mensaje de texto rápido a Niall, queriendo asegurarte de que definitivamente siguiera en casa. Habías hablado con él esa mañana, te había contado sus planes para el día los cuales solo incluían unas pocas entrevistas por teléfono rápidas y después tenía la intención de pasar el resto del día tomando el sol en el jardín trasero de su casa.

"Hey, amor. Te extraño. ¿Estás disfrutando del sol todavía?"

Justo cuando el auto se detuvo frente a ti y el conductor bajo para guardar tu equipaje en la maleta, tu celular sonó avisando una respuesta por parte de Niall. Abriendo el mensaje rápidamente, tu corazón comenzó a latir con fuerza cuando miraste la selfie que envió. Estaba recostado sobre uno de los camastros del jardín con sus Raybans sobre tu nariz.

"Bastante. Aunque lo disfrutarías mucho más si estuvieras aquí conmigo."

El mensaje que acompañaba la foto te hizo sonreír mientras mirabas la pantalla del celular, al darte cuenta de que el conductor había guardado tu equipaje y te había abierto la puerta, le murmuraste un rápido agradecimiento, mostrándole una sonrisa y te deslizaste en el asiento trasero, ahora tan solo a unos veinte minutos de tu encuentro con Niall.

Cuando el auto se detuvo frente a la enorme casa en Los Ángeles, podías sentir tu cuerpo temblando de emoción y anticipación. Apenas y podías contenerte a ti misma mientras abrías la puerta, dejando tu maleta en el pasillo de entrada y comenzando tu misión de encontrar al hermoso irlandés al que tenías la fortuna de llamar tu novio.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora