CDU 1 - El despertar de Ilora [GRATIS]

P2: Capítulo 19

—¿Está mal si no quiero verlo? —cuestioné en voz muy baja, esquivando una de las pilastras reunidas a las puertas del castillo para bordear su estructura.

Mi dragón, o al menos creía que así podía llamarlo, seguía observando cada movimiento que daba como si fuese una muñeca de porcelana que pudiese romperse en millones de pedazos y quizás no estaba tan equivocado. Con cada paso que daba entre los escombros, sentía que algo en mí se quebraba y se revelaba, generando un gran nudo en mi garganta.

—Mis padres... me refiero a los biológicos, ¿fueron felices? Los conociste bien, ¿cierto? —pregunté, volviéndome hacía él, con temor.

Los ojos de Alhaster se posaron en los míos con tal intensidad que de una u otra forma parecía ser importante lo que diría

—Tus padres eran las personas más armoniosas que llegué a conocer —Hizo una pausa y se dejó caer en el amplio terreno pedregoso, mirándome con atención—. Eran tan felices que era envidiable.

—Así parecían —asentí, acariciando una de las viejas pilastras con la palma de mi mano. Esa estaba deteriorada, pero seguí en pie—. ¿Por qué nadie vive aquí? ¿Qué pasó con el pueblo? ¿Qué tiene de diferente esta ciudad de las otras que mencionaste?

—Maxine no está del todo sola, nosotros estamos en los terrenos del castillo. Salvo los saqueadores, en su momento, nadie más viene aquí, ya sea por respeto o por miedo.

—¿Por qué Lía no restauró todo? ¿Por qué no está ella aquí?

—Porque Lordania la tomó bajo su ala. No podía reinar con menos de 18 años y tampoco había familiares a los que legarle la corona —explicó—. No había mucho que hacer. Cuando Lordania ganó la guerra, reclamaron a las princesas para mantener el trono, pero solo pudieron alcanzar a Lía.

—Entonces fue secuestrada —concluí asustada—. Me dijiste que estaba bien, pero tienen a mi hermana contra su voluntad.

—Sí y no —confirmó. Tuve que haber reaccionado de muy mala forma porque se levantó sobre sus cuatro patas—. Es decir, sí, fue llevada contra su volunta; pero tenía menos de un año cuando se la llevaron. Ella fue tomada bajo el ala de los regentes de Lordania y educada como a una princesa.

—Pero ellos mataron a nuestros padres, Lía no puede estar bien ahí —insistí.

—En realidad, creo que sí lo está. Nunca se ha mostrado descontenta y parece entusiasmada por su próxima boda con el príncipe lordino. Se comprometerán, una vez sea coronada.

—No tiene sentido —declaré, frunciendo el ceño, porque no lo entendía. Nadie podía estar tranquila en una situación tan horrible. Tenía que haber una explicación y tenía que incluir a Lía siendo engañada.

Recordé a Alina diciendo que mi hermana y yo éramos la esperanza del pueblo y entonces menos segura estuve de lo que decía Alhaster.

—¿Qué hay del pueblo? ¿Quién regenta Normandia?

—Cut Inferos o la Corte de hechiceros de Normandia, como le quieras llamar. Ellos administran las tierras asociadas al reino y velan por el correcto cumplimiento de la Ley. No son reyes y no pueden levantar el castillo o crear leyes, pero tienen potestad durante la caída de la corona y, con Lía siendo menor y contigo desaparecida, el pueblo debió someterse.

—¿Por qué no suena bien?

—Porque no lo es, porque la ley es la lordania y los nigromantes se encargan de que se cumplan. —Sus ojos se cerraron con fuerza. Sabía que, para no asustarme, había contenido un gruñido.