El niño de la máscara de Catrín

Capítulo 6

El cuerpo de un hombre de aproximadamente cuarenta años yacía recostado boca abajo sobre el lodo de aquel sucio callejón, justo en las calles más problemáticas de la ciudad donde no sólo se sufría de asaltos, peleas y ajustes de cuentas; también de prostitución. Era una zona que aparentemente se había calmado desde que el grupo de súper héroes se formó, pero donde la delincuencia seguía existiendo por "debajo de la mesa".

El hombre era fácilmente identificable por tener nexos con la mafia, había fuertes rumores de que era propietario de un burdel donde se manejaba trata de blancas y a pesar de que había sido detenido varias veces, siempre encontraba la manera de salir invicto. Al verlo ahí, Hiro imaginó que aquel hombre buscaba ser victimario y terminó víctima.

Engrapada a su cabeza venía una nota donde se leía una dirección, era el sitio donde se encontraba el prostíbulo. Con esa prueba seguro aquel sujeto y todo su séquito quedarían refundidos en prisión. Sonrió por la ironía, Marco no parecía ser sujeto de buenas intensiones, pero al parecer tampoco le gustaba la idea de "trabajar" para nada: si había cazado a este tipo, al menos se aseguraría de que no fuera en vano.

–Baymax, llevemos a este hombre ante las autoridades – Baymax acató la orden y se dispuso a esposar al sujeto.

Habría querido agradecer a Miguel personalmente, o a Marco, pero hacía días que no lo veía y eso le estaba afectando un poco. Apenas vio a Marco en tres ocasiones después del día que habían pasado juntos Miguel y él, posteriormente sólo recibía las direcciones donde encontraría a la víctima sola e inconsciente. Después de esos tres días no había vuelto a verlo. Miguel ya no acompañaba a Honey a la universidad ni le había visto el fin de semana. Hamada le mandaba mensajes, pero sus respuestas eran tajantes, sin opción de emprender una conversación, y cuando se armaba de valor y decidía marcarle no recibía contestación. No sabía si había hecho algo mal y Miguel le estaba evitando, aunque eso sería darse mucha importancia.

Cuando el hombre despertó se encontraba cautivo en los brazos del robot a veinte metros sobre el suelo, no había manera de pelear si no quería sufrir una muerte segura. No tardó en entender que estaba a merced de los Big Hero 6.

Hamada entregó al criminal y pidió ayuda a su equipo para ir al burdel a destapar el crimen, atrapar a los demás culpables y liberar a las víctimas, lo que les llevó toda la noche y momentos críticos, sin embargo todo salió bien y las víctimas fueron puestas bajo protección para posteriormente regresarlas con sus familias.

Cuando llegó a casa se dejó caer en su cama exhausto, para su mala suerte sólo tendría una hora para dormir antes de ir a la universidad. Cerró los ojos y como si hubiera pasado apenas un segundo, la alarma de su celular se burlaba a carcajadas de su triste situación. <<Tal vez debería tomar unas vacaciones de esto de salvar al mundo>> pensó mientras reunía su poca energía y se metía a la ducha.

***

No entendía nada de lo que estaba explicando su profesor, tal vez fue mala idea asistir a la escuela ese día, de cualquier manera parecía estar ausente a todo. Después de un pronunciado bostezo revisó su celular, no había mensajes ni llamadas perdidas; y tampoco razón para que las hubiera en todo caso.

A noche su corazón dio un vuelco al recibir una notificación proveniente del Rivera, pero rápidamente se decepcionó cuando vio que lo único escrito era la dirección donde encontraría al criminal.

Se recostó en el pupitre releyendo las "conversaciones" que habían tenido en la semana intentando convencerse de que esos "sí" "no" "estoy bien" "no me pasa nada" "Jaja" "hola" etc., no eran tan cortantes. Y con la excusa de agradecerle por ayudarle a encerrar a toda esa escoria le escribió un mensaje: