One shorts, All ships DC

Entre las sombras...

(Secrets Shipps)

La sociedad siempre le gustaba pensar que habían grandes conspiraciones y secretos gubernamentales entre sus paredes, que habían grupos bajo el mando de la élite que vigilaba y evitaba que secretos como ovnis y demás cosas extrañas no saliesen a la luz, para la gente normal pensaría que es una locura, inventos de personas que no tienen vida o algo más productivo en que pensar, lo que no saben es que esas especulaciones no están están lejos de realidad que en el mundo se vive...

Entre las sombras que había en el mundo, la humanidad siempre estuvo dividida en dos grandes bandos, los asesinos y los templarios, la gente tenía falso conocimiento sobre esas dos corrientes milenarias y solo aquellos que estaban dentro de la organización o con el privilegio del saber conocían muchas historias de cómo se originó la organización, sin embargo una de estas parecía ser la más acertada, que los asesinos y templarios siempre fueron dos bandos distintos desde que Cain mató a Abel por el Fruto del Eden, reliquia antigua y con mucho poder que los antiguos habían traído. Desde aquel día la avaricia por el poder del Fruto causó guerras, asesinatos, traiciones y muerte a todo aquel que desease su poder, mientras un pequeño grupo prefería estudiarlo y guardarlo de aquellas manos codiciosas y rastreras.

Al inicio ninguno tuvo nombre pero sus ideologías estaban marcadas, todo fue así hasta que Cleopatra se uniese fuerzas con Julio Cesar para poder alzarse contra Roma y crear su propio imperio, fue allí que el Medjay Bayek, junto a su esposa Aya, fundara la Organización de los Ocultos, una organización que fue la precursora para la creación de la Orden de los Asesinos, la cual lucharía contra la Orden de los Antiguos, que tomaría a los pocos siglos el nombre de la Orden Templaría. Tras aquellos eventos y el asesinato orquestado contra los Templarios Julio Cesar y Cleopatra, La Orden de los Asesinos tuvo que enfrentar innumerables veces los deseos de poder y control de los Templarios, ambos bandos se expandieron sus organizaciones que se enfrentaban entre sí oculta a los ojos de la história.

Durante los siglos posteriores los Templarios ganaron parte de la guerra contra los Asesinos, diezmando sus filas y tomando puestos en la élite del mundo como una fachada para lograr sus planes de conquista, bajo la falsas palabras de hacerlo por un "Bien mayor". No obstante, los asesinos nunca se dejarían ganar, si había uno en pie el volvería a traer a la orden de entre las cenizas, siguiendo tres principios fundamentales que se les enseño desde novicios: "Mantén tu Hoja fuera de la carne de un inocente. Esconderse a la vista, ser uno con la multitud. Nunca comprometer a la Hermandad". Algo sencillo, pero que para los jóvenes novicios era aún algo que pulir...

-¡Un asesino! -Se escuchó el grito de uno de los guardias de la empresa de Abstergo. Los guardias corrían de un lado a otro buscando al susodicho enemigo, llevando consigo palos y demás armas eléctricas y de fuego para acabar con su vida o neutralizarlo.

Los guardias seguían la sombra del asesino por todas las instalaciones, pero este facilmente logró burlarlos y escapar de esta, aunque la alerta no tardó en extenderse cuando descubrieron que ya no estaba en el edificio, mandando parte de sus hombres para que fueran detrás del muchacho encapuchado, que saltaba y corría por los techos de los edificios y rascacielos de la ciudad de Nueva York.

El joven muchacho chasqueo la lengua, sabía que debía mantener perfil bajo pero era difícil, trato de perderlos pero era difícil cuando tenía a grandes grupos de esos hombres persiguiéndolo y disparándole. El muchacho se metió por el techo de un club de stripers, adentrándose al local siendo seguido deprisa por los hombres de Abstergo que no podían encontrarle entre la multitud de hombres y mujeres, y menos cuando por accidente causaron un revuelo cuando uno de los novatos golpeó a un cliente que era un motocilista de la banda de los Hell Angel's, creando una turba furiosa de motociclistas y ex combatientes militares que se abalanzaron contra los hombres, sin notar que del sitio salía un muchacho con ropas normales y una mochila en su espalda.