- Capitulo 18 -

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- ¿No era que no querías nada conmigo?- pregunte ya que ayer no me quería ni cinco centímetros cerca de él.

-Eso aún sigue vigente- contesto serio -No me interesa en lo absoluto tenerte cerca- afirmo -Pero son demasiadas preguntas las de la guía.

-Hay que lindo- dije con voz enternecida y acaricie su mejilla -Me estás diciendo que me necesitas- inmediatamente frunció el ceño.

- ¡No claro que no!- dijo casi en un grito - ¡Yo nunca dije eso!

- ¡Yonha, Yonha, Yonha!- era Luis quien venía corriendo hacia donde estábamos Diego y yo. Llego y me tomo rápidamente de la muñeca para alejarnos un poco.

-Dame tu auto- dijo en tono de súplica.

-Oh si claro- dije sarcásticamente -No te preocupes por mí, yo tengo un árbol de autos en el patio de mi casa junto al árbol de dinero- le sonreí y rodo los ojos.

-Solo será por hoy- paso con desespero su mano por su cabello -Te lo regreso mañana.

- ¿Pero por qué no traes el tuyo?- le pregunté.

-Mi hermano lo necesitaba porque el suyo no andaba bien- aun no lograba entender su desesperación.

-Pero...

-Basta de peros- me interrumpió -Tengo una importante cena con Tamara y no puedo pasar por ella en taxi- solté una carcajada.

- ¿Importante cena?- pregunté entre risas mientras me seguía mirando suplicantemente -Espera...- le dije y volteé hacia donde aún seguía Diego con cara de ''Háblame y te rompo la boca de un golpe''. -Aldana- grité para que volteara hacia mí - ¿En qué vienes?

-En mi auto- respondió sin entender.

-Tienes suerte- le dije riendo mientras sacaba las llaves de mi bolsa y se las entregue.

-Gracias- repitió cinco veces antes de besar mi mejilla y salir corriendo nuevamente.

-Luis se llevó mi auto- le informe - ¿me llevas?- pregunté sonriente.

-No queda de otra- contesto de mala gana y comenzó a caminar. Cerré mi casillero y camine detrás de él hasta que lo alcance.

-Yonha - me hablo Tamara que caminaba hacia nosotros, le di una dura sonrisa sin dejar de caminar como lo había hecho ella. - ¿Has visto a Luis?- pregunto tímida.

-Estacionamiento- conteste sin ponerle mucha atención.

-Así que no tienes amigas- preguntó mientras caminábamos por el estacionamiento hacia su auto.

-No las necesito- contesté segura.

- Según lo que veo Luis es el único que tiene "acceso" a ti ¿cierto?

-Si...- conteste y reí - ¿Y desde cuando te interesa saber de mí?

-Simple curiosidad, la forma en la que trataste a esa chica me confirma que eres la persona más engreída que conozco- solté una carcajada.

- Mira que coincidencia, tus eres la persona más engreída que conozco...- dije pero me arrepentí -No... Débora lo es- reí -Tu eres el más antipático y amargado que conozco- sonreí hipócritamente.

- ¿Por qué no me dejaste platicar con tus hermanos?- le pregunte cuando íbamos en el auto.

- No me interesa que se relacionen contigo- contesto fríamente -Así que no te les acerques mucho- dijo mientras comenzaba a estacionarse.

Entramos a la casa y todo parecía tranquilo hasta que de pronto un moreno bajo corriendo las escaleras, traía a la pequeña Anna en su espalda y estos eran perseguidos por Jared.

-Dan te he dicho que no corras en las escaleras y menos si traes a Anna- le dijo acercándose a él para tomar a la pequeña en sus brazos.

- ¡Mira Diego!- dijo Anna con suma emoción mientras le mostraba un papel con una princesa en uno de los lados.

-Gracias Dan- se dirijo al chico previamente regañado.

-No es nada- sonrió antes de salir por la puerta.

- ¡Mira!- repitió la niña - ¿Puedo ir? ¿Me dejas ir? ¡Por favor!- decía con una voz que si se estuviera dirigiéndose a mí, hubiera sido imposible decirle no.

-A ver... ¿Qué es?- la bajo y tomo el papel para leerlo. Me mataba la curiosidad que causaba tanta emoción en la morena. Me acerque y por encima del hombro de Diego leí el papel rosa que tenía en sus manos. Era una invitación a una fiesta de cumpleaños.

- ¡Hay que lindo!- dije con emoción - ¿Qué lindo vestido usarás?- le pregunté sin siquiera esperar la respuesta de Diego.

-Hey Hey Hey - dijo tranquilizándonos a ambas, ya que Anna saltaba de la emoción. - Aun no he dicho que si - contesto serio, lo que no entendía era ¿Por qué el autorizaba o denegaba la salida de la pequeña? ¿Y sus padres?

-Por favor Diego- dijo la pequeña con sus hermosos ojos color miel.

-Oh vamos Diego déjala- agregue y Jared solo se limitaba a reír. -Ayúdanos Jared- le dije riendo.

- ¿Me darás pastel?- pregunto el pequeño a su hermana.

-Sí- contesto sonriente.

-Déjala ir Diego- se unió.

Después de nuestros insistentes "Déjala ir" y miradas de cachorros abandonados Diego accedió a que la pequeña fuera a su primera fiesta sola.

- ¿Y qué te pondrás?- Diego rodo los ojos

-Tiene seis años Yonhary no es superficial como tú- se sentó en uno de los sillones de la sala.

-No importa que tenga seis años, es una niña y a todas les gusta verse lindas- le conteste y regrese mí mirada a la pequeña.

-Yo no tengo vestidos lindos como los tuyos- dijo mientras tocaba mi vestido, voltee indignada con Diego.

- ¿No tienes vestidos?- pregunte para asegurarme de haber escuchado bien, y la pequeña asintió con la cabeza.

-Si tienes Anna- le contesto Diego-Hace poco vi tu closet.

-No me quedan más- dijo elevando los hombros.

- ¿No tiene vestidos?- susurre matando con la mirada a Diego -Trae tus zapatos- le dije con una sonrisa a la pequeña.

- ¿Para qué?- pregunto sin entender.

-Iremos de compras- le dije y una enorme sonrisa apareció en su pequeño rostro.

-Hey hey hey- se puso de pie Diego.

-Solo chicas- lo señale -Y no me importa que no quieras- Anna subió corriendo las escaleras -Es una niña Diego y no tiene vestidos- le reclame.

-Si los tiene- contesto -Solo que no sabía que le gustaban tanto.

- ¿Si sabias que tienes una HER MA NA?- separé en silabas - ¿Si notas el cambio en la última silaba? HER MA NA- volví a repetir -No hermano es HER MA NA.

•La Jugada del Destino• [[TERMINADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora