En el pueblo de Lionés vivía una doncella, que trabajaba junto a sus padres en una Repostería, le gustaba coleccionar plantas, flores, y semillas...
En el pueblo vecino vivían tres Príncipes, también conocido como Verdugo, uno de ellos odiaba tener...
- Por ahora deberías dejarla sola, sabes que ella te contara tarde o temprano.
- Si... Bueno iré a dejar unas cartas.
- Esta bien, ten cuidado.
- Si.
Le había escrito unas cartas a King, en eso me encontré con Derieri que hacia lo mismo.
- ¡Derieri!.
- Diane, ¿Como estas? - No sabia si decirle lo de Natsuki.
- ¿Hm? ¿Paso algo?.
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- ¿¡Eh!? A... A mi.
- No me mientas.
- Eh... Bueno.. Natsuki llego de Danafor... Pero.. cuando salio de la carroza estaba llorando..
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- ¿No quiere que nadie la vea?.
- No.
Luego de haber dejado las cartas Derieri me dijo que mañana hablaría con ella, que por ahora la dejamos sola. Yo me fui a mi cuarto y me percate que tenia abierto, me pase y la vi durmiendo con los ojos llorosos.
- Natsuki.. ¿Que te paso?..
No quise molestarla, solo la tape con una frazada y me fui...
..Narra Cusack..
Luego que se fue la señorita Natsuki fui donde Lord Zeldris para preguntarle algunas cosas, estaba en el Jardín sentado, me acerque a el enojado.
- ¿Cusack? ¿Que rayos te pasa?.
- No cree que eso debería preguntárselo yo.
- ¿Que?.
- Estas actuando algo extraño.
- Usted es culpable de mi enojo.
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