"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Exactamente fueron 2 noches y 3 días, los qué pasó Taehyung en el hospital. Había sido una dura batalla de la cual claramente no se sentía orgulloso, pero ¿Qué podía hacer con una enfermedad que le quitaba la voluntad? ¿Cómo lograr vencer esos pensamientos que lo instaban a saltar de un precipicio cada vez que se abrumaba?
Era jodidamente extraño sentirse de ese modo. La habitación blanca y sin una pizca de diversión, le recordaba su triste y demacrado hogar. No había una diferencia, todo era frío, con falta de vida. Así se sentía, muerto.
Y no exageraba, porque en lo más profundo de su ser, añoraba el recuperarse, pero su cabeza siempre terminaba jugándole malas pasadas y lo terminaba de convencer de que, no había luz al final del túnel.
Estuvo prácticamente conectado a una máquina que le suministraba fluidos intravenosos y suero. Le habían dado a beber litros de agua diaria para que de esa forma, no volviera a deshidratarse. La primera noche fue fatal, le dolía todo el cuerpo y para colmo, tenía la garganta dañada de tanto inducirse el vomito.
Al Segundo día, todo estaba un poco mejor pero su cuerpo empezaba a sufrir los estragos de pasar tanto tiempo en cama. Quería salir de allí, mover las piernas y comer algo que no fuera esa sopa extraña que le daban.
Para el tercer día, ya se encontraba de alta pero como no todo es fácil en esta vida, y más si trataba de él, el hecho de haber terminado en ese estado, le traería otro tipo de dolor de cabeza.
Su doctor lo observó una última vez y le sonrío antes de tomar la palabra. —Debes cuidarte, Taehyung. No quiero que vuelvas a caer por una situación similar. —señaló él joven médico, él mismo que no era un desconocido ante sus ojos.
Él castaño asintió bajito, acomodando su camiseta para cubrirse otra vez. Aún se encontraba a la espera de la peor parte, estaba seguro que eso venía, sí de los Kim's se trataba.
—Harás lo siguiente. —hizo una pausa mientras escribía en la hoja de receta, lo que era su tratamiento nuevo. —Tu nivel de sodio está mucho mejor que antes, por lo que no habría problema en que continúes con el mismo nivel de consumo de agua. —observó la pantalla de su laptop y volvió la vista hacia él castaño. —Sobre la dieta que llevarás... —hizo una pausa antes de continuar. —Como tus niveles de calcio y magnesio están un poco mejor que antes, pero el potasio está inestable. Sería ideal partir con esto. —acercó la hoja hasta donde se encontraba Taehyung, para que éste la recibiera.
Él piel canela leía atentamente cada una de las recomendaciones que su doctor le daba, haciendo una mueca de fastidio cuando leyó lo que tenía que comer en los próximos siete días.
Día 1: Desayuno: Copos de avena con leche entera y canela en polvo. Un plátano y nueces crudas. Media mañana: Una pera. Almuerzo: Quinoa con calabacín y berenjena, ensalada de tomate, zanahoria y pollo. Merienda: Una manzana con yogur natural entero no azucarado. Cena: Merluza al horno con ensalada de escarola y tomate. Un Kiwi. Última comida: Un yogur natural no azucarado o un vaso de leche semidesnatada con canela en polvo. Día 2:...
No continúo leyendo, la cabeza ya le daba vueltas así que, optó por sonreír falsamente a su maldito doctor para no preocuparlo más.
—Y por último... Cuando termines el tratamiento, debes hablar con una nutricionista y asesorarte con algún psiquiatra especialista en trastornos alimenticios, ya sabes a quien me refiero, debes pedirle una cita. —hizo hincapié. —Sé que antes estabas muy controlado en Canadá pero también sé, que desde que llegaste a Seúl no te has tratado como antes y eso último, no puede seguir pasando.
—Namjoon-ah, no va a volver a pasar, haré lo que me digas... —se quejó, ante lo que escuchaba.
—Te conozco desde bebé, Taehyung. Sé que nada ha sido fácil para ti. Pero prométeme que irás a ver Seokjin, o me veré en la obligación de contarle a tu madre.
—¡Está bien! —alzó la voz ante la sola mención de su madre. —No tienes que ser así con tú primo menor y más bonito... —agregó, haciéndose el ofendido. —¿Debería alegrarme por tener una familia llena de doctores?
—Deberías alegrarte cuando estés mejor de aquí. —apuntó su cerebro. —Y de aquí. —señaló su corazón. —Ahora ve allá afuera, que tienes a un chico esperando por ti. —guiñó uno de sus ojos, ocasionado que él castaño emblanqueciera los suyos.
—Te veo luego, supongo. —agregó, tras levantarse de la silla. —Lamentó todo esto... —hizo una venia hacia su primo, apretando los ojos con fuerza para no dejarse llevar por la pena que aún tenía contenida.
Namjoon se puso de pie y se acercó, para abrazar al pequeño que tanto había extrañado. —Te extrañé tanto, me alegro que estés aquí, pero tendrás que recompensarnos el no habernos contado que habías vuelto hace meses.
—Lo prometo, Nam-ssi. Tengo miedo de Seokjinie, ¿puedo huir y volver en diez años más? —preguntó con ojos de cachorro y abultando sus labios en un puchero.
—No. —respondió seco. —Seokjin ya sabe lo qué pasó, y más te vale ir antes de que él mismo te encuentre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seokjin es de temer y no, no hay Namjin porque son familia :)!