505 [m.c.]

04.

La puerta del apartamento 504 comenzó a ser golpeada alrededor de la media noche.

"¿Qué carajos?" salió Michelle echa una fiera, pero antes de ver quién tocaba, se asomo por el mirador de la puerta y la sangre le hirvió aún más. "¡Michael es para ti!" chilló y azotó la puerta de su habitación.

Michael salió soñoliento y abrió la puerta para encontrarse con Amber, o eso suponía él.

"¡Tú, grandísimo imbécil!" lo acusó ella con su dedo índice, él abrió sus ojos confundido.

"¿Amber?"

"No, idiota, soy yo Ashley" se señaló, y la verdad se veía diferente, incluso hablaba distinto, su voz era fría y precisa y sus movimientos eran toscos, Amber era más agraciada. Mike nunca había tratado con alguien que tuviera otra personalidad y verlo en acción le resultó increíble. "Pero al parecer Amber quería hacerte un favor y escondió la guitarra."

"¿Cómo sabes que fue por mí?"

"Te quejaste anoche idiota." se cruzó de brazos "Además habló de ti en su diario."

"¿Tiene un diario?"

"Si y yo también, es algo que nos recomendó el psiquiatra.." se detuvo abruptamente dandose cuenta de que hablaba de más. "En fin soy una persona muy ansiosa y necesito mi guitarra todas las noches, es lo único que me da paz, así que dile a Amber que ni se le ocurra volver a hacerlo, porque eso no impedirá que venga a molestarte."

Michael asintió un poco aturdido.

"No seas tan ruda con Amber, solo quiere ser amable." se encogió el chico de hombros.

"Lo sé, así es ella" resopló Ashley. "Pero a veces tiene que pensar en nosotras."

"Ella no se ve como alguien, ehm, eh ¿egoísta?" no sabía cómo definir ese término, ya que al parecer Amber pensó primero en la comodidad de él que en las necesidades de su otra ella: Ashley.

"Escucha, sé que es molesto que tu vecina toque guitarra eléctrica toda la madrugada Michael, pero es la única manera de que cuando Amber duerma y yo despierte, no haga nada que pueda lastimarla ¿me entiendes?"

"Quisiera decir que sí, pero no." rascó su cabeza confundido y peinó su desordenado cabello hacía atrás, dándose cuenta de que a Ashley le importaba el bienestar de Amber.

"En fin la necesito" dijo algo suplicante "Es la adicción más sana que he encontrado, así que por favor habla con ella o despertaré tu teñido trasero todas las noches."

"¡Oye! Soy rubio natural."

"Como quieras." exclamó ella y desapareció detrás de la puerta que dictaba los números 505.