Cazadores de sombras.(parada)

La curación

Todo estaba en calma. 

El trayecto del bosque hasta el local había ido sin contratiempos.

-¿Estas seguro de traernos aquí? Le pregunte parándome a un lado de la puerta de servicio, mirando a Manuel con cara de circunstancia, mientras los demás entraban de manera ordenada al Bar.

-De momento nos quedaremos aquí, hasta decidir donde ir y que hacer. Así que entra y descansa.

No puedo ver por mas rato las heridas de tu cuerpo.

-Estoy bien...

-Delante mio no! Mel por favor, se de sobras que te debe de doler.

Entre sin decir nada más, no me sentía con ganas de discutir.

El local me pareció mas acogedor que nunca. Con sus paredes revestidas de madera de pino y sus techos altos, con vigas vistas que atravesaban el Bar. 

La barra quedaba a mi derecha, larga y limpia como de costumbre, con sus botellas bien ordenadas en las diferentes repisas que colgaban de la pared de atrás.

El lugar era amplio, a la izquierda quedaba la mesa de billar, con espacio suficiente para no molestar a los de la barra.

Las mesas estaban al fondo, y algunas de ellas no tenían sillas sino sofás de piel negro, donde cabían cómodamente cuatro personas.

Mis compañeros se sentaron en las mesas, cuando yo pase por el lugar, dirigiéndome a los baños que quedaban al fondo a la izquierda.

-¿donde vas?Jack se levanto para acercarse a mi.

-Tranquilo, voy al baño.

-Mel! llamo Gerard desde una de las mesas mas apartadas.-Samanta debería curarte.

-Ahora vuelvo. entre inmediatamente al baño.

Con paso cansino me acerque al espejo colgado en una de las paredes mirando mi reflejo. Estaba horrible, tenia la cara toda sucia de sangre y un feo corte hinchaba mi pómulo izquierdo. Abrí el grifo situado debajo y  lave mis manos y mi rostro con cuidado.

La verdad es que mi aspecto no cambiaba demasiado y mi pelo...

-JODER! QUE HORROR! ¿que aria con mi pelo? Lo moje intentando peinarlo con mis dedos, sin conseguir ningún resultado.

-No te preocupes, crecerá. Me gire mirando a Samanta parada en la puerta.

-Ya lo se,solo intentaba, bueno no importa.

-Mel, Jack te va a querer igual. Se acerco a mi dándome la mano. Y ahora acompáñame, te voy a curar.

Nos acercamos donde estaba Gerard.

-Túmbate.

Quede dudosa por unos momentos, pero al final obedecí.

-Muy bien, cierra los ojos y relájate.

Todo era oscuro y me sentía nerviosa. ¿Como es que Sam tenia este poder?. Quería preguntarle, pero mi cuerpo no respondía.

Se sentía pesado. 

Un hormigueo iba sustituyendo al dolor, haciéndome sentir incomoda.

Hasta que esa sensación también desapareció, dejando solo paz.

-Espero estés mejor.

-Gracias Samanta. Dije con somnolencia sin abrir mis ojos.

-Duerme un rato, y no te preocupes. Sentí unos brazos fuerte que me levantaban sin esfuerzo alguno.

-Jack.Susurre.

-No te soltare hasta que estés mejor, así que tranquila.

 Y recostándome contra su pecho me quede dormida.

¿ Cuanto tiempo había estado dormida?

No lo sabia pero no podía permitirme el lujo de seguir durmiendo aunque me apetecía.

Nathan podía estar escapando en aquel momento o peor preparándose para atacar de nuevo.

Unos susurros llamaron mi atención y abrí mis ojos, dándome cuenta que seguía entre los brazos de Jack, que permanecía muy quieto para no despertarme.

-Estas despierta. 

Gire mi cabeza mirándole a la cara.

-Si,¿cuanto eh dormido?

-Un par de horas...pronto amanecerá.

Me ayudo lentamente a quitarme de encima de él, levantándose detrás mio.

Nos aproximamos a donde estaban los demás reunidos desayunando.

-Sentaos. Manuel nos acerco un par de sillas para poder estar todos juntos.Dejando sobre la mesa dos platos llenos de tostadas con mermelada, y sirviendo a todos café.

-No podemos quedarnos aquí mucho mas,ponemos en peligro tu negocio y a tu gente. Jack dio un sorbo a su café mirando muy serio a Manuel.

-Se cuidarme joven, y la verdad esto nos pondrá en peligro a todos. y nos miro uno a uno.-Aunque creía que eran leyendas, puede ser que os pueda ayudar en algo lo que os voy a explicar.