"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Habían pasado tres semanas en absoluta armonía. Incluso a Jeon le parecía que el día se volvía mucho más cálido desde que despertó con Taehyung a su lado, aquella noche.
Estaba comenzando a disfrutar de las cosas simples, algo que por varios años le fue negado, más bien, él se lo negó a sí mismo. Había pasado por tantas tinieblas que, ver un poco de luz ahora, le asustaba.
Y tenía razón... porque por más que tratara de tapar el sol con un dedo, lo malo simplemente no se alejaría. Tenía claro que aún debía aprender mucho respecto a ese tema en particular pero no caía en cuenta de que tan necesario era, hasta que todo sucedió de golpe.
Se había preocupado de que él mayor comiera, lo había visto disfrutar todo tipo de alimento a su lado. Inclusive, más de una vez había sido Tae quien tomaba la iniciativa para comprar comida o detenese en una tienda a degustar algo.
Estaba contento observando cómo él mayor se permitía esa libertad sin culpa, no sospechó nada. El hecho de que él castaño hubiese subido un kilo y medio de peso, le hacía pensar que se estaba recuperando poco a poco, pero no, nada era como él creía.
Si bien constató un cambio sutil en la conducta de Taehyung; esa debilidad corporal que él mayor solía atribuir al ejercicio que llevaba haciendo desde que, decidió comenzar a entrenar, o cómo se agitaba y llevaba su mano al pecho cada vez que sentía un poco de malestar; lo mantenía en alerta. Sin embargo, Kim no quería preocupar más allá a Jungkook. No quería seguir molestándolo con esas tonterías, por lo que, finjia estar siempre bien.
Pero ambos estaban equivocados, y Jeon no lo supo hasta el día en que él mayor, terminó en el hospital siendo diagnosticado con un desequilibrio electrolítico.
Estaba asustado. Él menor realmente lo estaba tras indagar y averiguar que Taehyung pudó haber sufrido un paro cardiaco a consecuencia. Estaba con los nervios de punta, casi sintiendo cómo su alma se desprendía lenta y tortuosamente para culparlo por no tener conocimiento al respecto, por no poder ayudar a su amado a sanar.
Él doctor, cuando lo vio en un colapso nervioso, se tomó el tiempo fuera de la sala de urgencia para explicarle. Él hombre le había informado que, lo que había sucedido con Taehyung se debía a una pérdida de potasio, calcio magnesio y sodio, agravado por una deshidratación, exceso de consumo de laxantes y vómito constante. Situación que bien supo disimular él castaño.
Ahora, se sentía más aterrizado y más tranquilo tras confirmar que, Kim se encontraba fuera de peligro. No sabía a quien llamar, desconocía todo sobre la familia de su bonito, lo más cercano que ubicaba era al amigo peliverde que podía jurar, lo odiaba.
Tardó cerca de quince minutos en que alguien le diera el número de Yoongi, quien no tardó en llegar junto a su novio.
—Necesitas dormir algo, Tae ya está mejor. —dijo Jimin con amabilidad. —Nosotros podemos quedarnos a cuidar de él. Taehyungie es un chico muy fuerte, demasiado diría yo. —llevó su mano hasta el hombro del azabache, dando un pequeño apretón en apoyo.
—Taehyung siempre habla de ti, dice que te quiere mucho —respondió sin ánimo y con evidente cansancio. —, pero debo cuidarlo, no puedo fallarle otra vez...
—¿Sabes?, no pensé que te conocería en estas circunstancias. Tae siempre dice cosas sobre ti, cómo que eres un imbécil pero un imbecil jodidamente guapo. —se carcajeo bajito. —Y Min... —hizo una pausa para mirar a su novio y luego continuó. —Bueno, él recalca que no eres la gran cosa, así que con tantos pro y contras, tenía ganas de conocerte. —alzó una ceja, cuando Jungkook comenzó a reír. —Al menos te he sacado una sonrisa...
—Jimin... —llamó su atención. —Yo realmente lo amo... pero tengo miedo, me da terror volver a joderlo todo. —le confesó porque sentía la necesidad de soltar sus emociones.
—Te creo... —respondió, rascando su cabellera. —Pero el amor no es todo bonito siempre, hay momentos malos también, lo importante es superar las cosas juntos. —se puso de pie al notar que su novio intentaba equilibrar tres cafés entre sus manos. —Piensa en lo que acabo de decir. —guinó uno de sus ojos y se acercó a ayudar a Yoongi, para luego entregarle uno al menor y beberse el otro él.
—Será una noche larga. —recalcó Min al acomodarse junto a Jimin mientras mantenía el semblante serio. —Creo que ya fue suficiente. Tae necesita una terapia más intensa. —concluyó con amargura en su tono. —Sabía que tendría una recaída, estaba muy inestable desde que volvió a Seúl, desde que volvió a encontrarse contigo. —acusó, mirando de reojo a Jungkook y sonriendo ladino cuando éste escondió su rostro entre sus manos. —Él necesita ayuda, y de ti depende, Jeon. Te estoy confiando a mi amigo, mi hermano. —continuó, captando la atención del azabache. —No me defraudes hijo de puta, porque te perseguiré hasta el infierno de ser necesario... —amenazó, quejándose del contacto, al sentir los brazos de Jungkook envolverlo.
—Gracias... —susurró bajito él menor, apartándose del peliverde más importante en la vida de su amado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.