02.

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Amber siguió tocando toda la noche, no lo hacia nada mal, pero a las tres de la mañana cualquier cosa que no dejara dormir a Michael, era molestp para él, incluso intento hablar con ella un par de veces más, pero solo consiguió que lo ignoraran.

Estaba regresando de la universidad y se encontraba muy agotado, debido a lo poco que pudo dormir gracias a su vecina.

Antes de que se cerraran las puertas del ascensor un pequeño cuerpo se escabulló entre ellas. La chica suspiro cansada, Mike la reconoció inmediatamente, sobretodo a esas pequeñas manos que apretaban los libros con fuerza, tenían los dedos envueltos en curitas.

Ellos habían coincidido escasas veces en el ascensor, nunca habían hablado algo más allá de un saludo de cortesía.

"Buenas tardes." dijo ella con su acostumbrada timidez.

"Ahora eres amable ¿eh?" respondió molesto.

"¿Disculpa?" la chica se ruborizó con vergüenza.

"Estas disculpada azotadora-de-puertas-en-la-cara."

"Lo siento, no sé de que me hablas." estaba realmente confundida confundida.

"¿Cuál es tu problema?" replico Mike, culpaba al sueño por su mal humor, normalmente no trataba así a las chicas, mucho menos cuando eran lindas y menudas como su vecina.

Pero los ojos de ella se llenaron de lágrimas y cuando las puertas del ascensor se abrieron, salió corriendo hasta su apartamento.

Michelle había observado la escena desde el pasillo, por lo que cuando entró a su nuevo hogar, su hermana lo reprimió.

"Te dije que no la molestaras."

"No, tu dijiste ~ Vete a dormir Michael ~."

"Y en vez de eso fuiste a fastidiarla, Mikey ella tiene problemas."

"Ya lo creo, o su memoria es muy corta, o quizás luzco mas guapo que anoche y por eso no me reconoce."

"Es algo más serio idiota."

"¿Qué quieres decir?"

"Sufre del trastorno de personalidad múltiple" suspiro cansada. "La chica del ascensor era la verdadera Amber y la de anoche, era otra persona."

505 [m.c.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora