31 - "All of me"

5.5K 684 78
                                    

El pasatiempo de  Jungkook siempre fue ir en contra de las manijas del reloj, algo que había adquirido al nacer, un talento oculto que salía a flote cuando menos lo pensaba.

Justamente así se encontraba ahora, bajando apresurado de la estación del metro. Tropezando con cada persona a su paso para poder salir del lugar, iniciando una carrera de dos calles más arriba donde lo esperaba Taehyung.

Al llegar, se encontraba tan cansado que su vista se nubló por un par de segundos. No pudiendo encontrar con la mirada al castaño, sacó su celular del bolsillo de su jeans y cuando se disponía a marcar, una mano firme le golpeó el hombro. Tras voltear, se encontró con la persona más hermosa y maravillosa que él pudo desear.

Estaba claro, si Taehyung se había colado una vez en su corazón para envolverlo y enredarlo, estaba seguro que, acababa de hacerlo una vez más pero multiplicado por un millón. Así se sentía, bajo sus pies como todo un maestro adorando su mejor obra de arte.

Había cambiando su atuendo relajado de la semana, por uno un poco más casual. Llevaba un pantalón ceñido al cuerpo color negro y unos zapatos en el mismo color. Acompañado de una camisa a cuadros negra con líneas en blanco. —Precioso... —susurró Jungkook, él castaño simplemente era hermoso.

Por la contraparte, Jungkook vestía un poco más urbano. Unos jeans rasgados en la rodilla, botines altos en beige, la camisa en negro, y una chaqueta larga en la misma tonalidad se encontraba adornando su trabajado cuerpo. Si bien eran polos opuestos en todo el amplio sentido de la palabra, se atraían como unos destinados imanes.

Taehyung rompió la atmósfera un tanto silenciosa. —Apuesto a que corriste para llegar a la hora... —se carcajeó ante lo evidente; mientras él azabache regulaba su respiración para después asentir ante su pregunta.

—Entremos... yo... necesito sentarme un momento. —agregó entre suspiros de cansancio para luego iniciar la marcha. —¿Acaso no tienes frío?, puedes coger un resfriado.

Taehyung negó meneando su cabeza. —Tranquilo Ggukie, tengo una chaqueta guardada en el bolso.

Caminaron hasta llegar a la puerta del gran estadio, mostraron ambas entradas para que les permitían el acceso al recinto, y una vez adentro, buscaron con tranquilidad sus asientos enumerados.

Jungkook se había jugado su mejor carta, la ubicación era muy próxima al escenario y si mal no recordaba, esa entrada tenía el segundo valor más alto del concierto. Taehyung tragó un poco de salida ante aquello, luego lo miró de reojo y sonrió al notar que él menor tenía sus ojos puestos en un vendedor. —¿Quieres comprar algo de comida? —preguntó enternecido por la escena.

Jungkook le dedicó una mirada con el ceño fruncido. —¿Te importa si voy por algo? No he comido lo suficiente hoy, tengo un poco de hambre. —señaló tras sonreír avergonzado.

Un par de minutos después, Jungkook volvía con un par de sodas y lo que parecía ser un mix de frutos secos. —No había nada más. —hizo un puchero al sentarse nuevamente. Taehyung se rió una vez más, mientras las luces se volvían tenues. Ya quedaba poco menos de cinco minutos para ver al artista que admiraba, él mismo que consideraba parte de la banda sonora de su vida.

Se había vuelto un atado de nervios, por lo que, cuando el sitio se oscureció y los gritos de los fans se incrementaron, se levantaron de su asiento rápidamente para vislumbrar tan esperado panorama.

John Legend estaba frente a sus ojos, con el micrófono en mano y la melodía de Made to Love, comenzando a inundar todo a su paso. Se sentía en un sueño con tan sólo oírlo, los ojos de Taehyung brillaban y su pecho se llenaba de millones de emociones que, no era capaz de describir.

Una hora más tarde todo seguía igual, Kim lleno de inquietudes y Jungkook observándolo sin descanso. Él azabache quería grabarse en su retina y mente, cada expresión de su amado castaño.

De vez en cuando observaba al gran cantante, muy a lo lejos. Su prioridad era mirar lo bonito que él mayor era, cuando estaba feliz. Y si esto en parte se debía gracias a él, se engrandecí el haber arriesgado todo para conseguir esas dos entradas.

Jungkook pudo notar cuando el cuerpo de Tae se tensó. Se escuchaban los primeros acordes de All of me, canción que para ambos tenía un significado bastante profundo.

Casi por reflejo, él castaño tomó de su mano, apretándola tan fuerte que Jungkook creyó sentir cada fibra de su cuerpo erizarse. Se quedaron en silencio, él mayor había cantado todas las canciones pero ésta vez, no lo hizo. Escucharon atentos, con los sentimientos calándose en sus corazones y apretándolo lo suficiente cómo para pedirles a gritos que, todo estaría bien si compartían eso juntos.

Él primero en no aguantar más fue Jeon. Justo cuando John Legend cantaba aquella estrofa de "Cards on the table. We're both showing hearts, risking it all though it's hard. Because all of me, loves all of you", todo se le vino encima.

Jungkook soltó la mano del contrario, para posarla tras la cintura de éste y en un movimiento rápido, lo atrajo hasta su cuerpo.

Se miraron intensamente por varios segundos, hasta que una lágrima cayó por el rostro del mayor. Jungkook tragó saliva y luego no pudo soportar más, lo besó entre la melodía y los coros de los fanáticos, entre las luces del escenario y la oscuridad del lugar, entre la voz del artista y la noche estrellada. Lo besó sin detenerse hasta que terminó la canción, parsimonioso y delicado, queriendo trasmitirle todo a través de aquella danza de sus labios.

Era perfecto, los dos eran perfectos. Porque todo de uno, amaba todo del otro. Y eso, era lo bonito de haberse vuelto a reencontrar. Tenían una segunda oportunidad, aunque ahora ninguno lo viera con claridad, pero tarde o temprano, pasaría.



¡¡Chama, los outfits!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





¡¡Chama, los outfits!!

¡¡Chama, los outfits!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Revenge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora