Destino Oscuro

Cap. 1

Va a ser un poco difícil, porque tendrá que combatir con algo peor que las tinieblas. 

Elissa se estremecieron al escuchar esto. Eran solo ángeles iniciándose, y no podía creer que El la enviara a la tierra a proteger a una niña semi-humana y a una criatura del infierno. 

Bajo en un rayo hasta Londres...

Invierno. 23 de noviembre de 1780. Londres

Nace en la familia Monttiesleu la pequeña Marie Anne. Una belleza única, sus ojos tan negros como la noche que se estremeció fuera del palacio real de cazadores. 

El rey de la raza de cazadores, Iván Monttiesleu. Aunque en el tiempo pasaba lentamente en esta especie de súper humanos, el rey lucia como un hombre de 70, aunque de verdad tenía 500, su poder se extinguía con el pasar de los años.  

Esa fría noche de noviembre se sintió satisfecho, ya que su pequeña hija Marie Anne heredaría todo el poder cuando este muriera. Junto con sus hermanas mayores, las mellizas: Annarella y Annabella, y su esposa Lady Adabel Daniella podrían reinar y proteger al mundo de los mortales. 

Ellas podría seguir la misión que el tenia hace 300 años: Destruir a la familia Vortok.

La realeza vampírica, representada por Andrew Vortok, un vampiro de 1000 años, el ser maligno más poderoso que había existido hasta ahora en la tierra. Gobernaba muy bien el inframundo. En la compañía de su esposa Lady Larissa Sophia y sus hijos Williams y Alexander, el ultimo su orgullo y su gran problema. 

Alexander había heredado los poderes psíquicos de su padre, capaz de controlar mentes humanas. Este era el arma infalible en contra de la Asamblea de cazadores.

Pero Alexander tenía otros planes para su eterna existencia, y eran vagar por cada rincón del mundo saboreando las sangres, desde la más noble, hasta la más exótica.

Con el pasar de los años cada familia se mantuvo en una tregua inquietante, cada uno sabia por su parte que había planes para comenzar una verdadera guerra entre los dos mundos.

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Otoño 1799.

Las hermanas Monttiesleu practicaban algunas tácticas de lucha en un claro del bosque cercano al castillo de cazadores.

Su entrenamiento se fue convirtiendo en un juego de escondidas, para ejercitar sus sentidos de rastreo.

Marie de 19 años corría desenfrenada, para esconderse de sus hermanas mayores, cuando su cuerpo se paralizo por una presencia nueva.

Sentía estremecerse sus músculos debajo del vestido.

En un susurro una voz masculina le dijo.

-creo que no deberías alejarte de tus hermanas Marie.

Y ante ella apareció un hombre vestido de blanco alto, con el cabello negro intenso y los ojos tan azules como el cielo. Una leve luz emanaba de él, <<un ángel>> pensó Marie.

-quien es usted? Y que hace en mis tierras?

-solo estoy cuidando de ti Marie Anne.

-se cuidarme sola. Gracias.

Se giro para volver al claro con sus hermanas. cuando oyo un grito aterrador q venia desde la dirección de ellas.

Haciendo caso omiso de el hombre de blanco, se hecho a correr hacia donde había escuchado el grito.

Todo el mundo se desvaneció, cuando encontró a sus hermanas en el pasto desangradas.

El olor a vampiro era inconfundible, pero su cuerpo estaba desconectado, no podía mover ni una pestaña.

Sus hermanas estaban muertas, y sabia que era un vampiro quien las había asesinado.

A lo lejos distinguió un movimiento de plantas alrededor del claro. Y empujando su cuerpo con ráfagas de ira, salió corriendo a una velocidad imposible para un humano normal. 

El pequeño monstro asesino estaba apoyado de un árbol, limpiando unas gotas de sangre que quedaron en sus manos. 

Era un niño de no más de 12 años, o eso parecía, podría tener cientos, incluso miles, pero no era probable ya que su experiencia había quedado en tela de juicio al desangrar a dos mujeres sin revisar a sus alrededores.

Marie se le abalanzo arriba al joven vampiro con una daga de plata en su mano. Este hizo un terrible ruido al clavársele en el corazón el objeto reluciente, y comenzó a botar sangre negra a chorros alarmantes.

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Alexander sintió una punzada fuerte en su pecho, como si se le clavara una estaca al pensar en su pequeño hermano, y hecho a correr con amenazantes lagrimas de sangre en sus ojos.

El rastro de dolor lo llevo a un claro al que le estaba prohibido entrar. Era tierra de cazadores, pero tenía que avanzar, porque Williams lo necesitaba.

Su expresión de dolor cambio por una de ira, cuando en medio del claro reconoció los cuerpos de las mellizas Monttiesleu. 

<<Oh Williams! Que has hecho...?>> pensó antes de seguir corriendo hacia su hermano.

Una mujer con una daga de plata en sus manos se encontraba arrodillada llorando sobre cenizas, que por lo visto eran las de su hermano.

Una ráfaga de calor corrió por su cuerpo al ver a esa criatura de inigualable belleza.

Con sus ojos puestos en la chica, avanzo decidido hacia su hermano, o los restos de este.

Cuando ella se giro súbitamente y se agazapo como en posición ofensiva ante el. Sus ojos negros y sus cabellos largos de un color chocolate intenso, la cara más perfecta que había visto en su vida, lo veía con una mezcla de confusión, miedo y furia, pero algo mas... sorpresa, la misma sorpresa que el sentía.